Unos leves golpes lo sacaron de sus cavilaciones mientras veía como su mayordomo le tendía una tarjeta de presentación, diablos se dijo, era Griffin su abogado había olvidado la cita con él

- Hazlo pasar Hughes. dijo

Acomodo su camisa y espero a su abogado ansiando leer la información que durante meses esperaba recibir.

Su abogado, era hombre de mediana estatura ojos pequeños y una terrible habilidad para juzgar el carácter de las personas como muy pocos podían. Lo observo entrar a su estudio, contestando su saludo, lo invito a sentarse ofreciéndole una copa que este recibió con grato placer.

- ¿Y bien Griffin? Has encontrado algo, preguntó sin rodeos como le gustaba hacerlo.

- Si Milord, me temo que no son buenas noticias; dijo este frunciendo levemente su seño.

- Me lo temía. reconoció Oliver con una profunda decepción en su interior

- Lo lamento, milord pero todas las pruebas apuntan hacia él.

Eso Oliver ya lo sabía, dentro de si nunca lo dudo.

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Podrías hacerlo con amor Mary y si no puedes con amor por lo menos hazlo sin odio - se quejó Eli por quinta vez con Mary su doncella que trataba inútilmente domar sus rebeldes rizos.

- Estese quieta señorita, ya casi termino quedara hermosa.

Pensó replicar diciéndole que la calvicie femenina no estaba de moda en ninguno de los salones que frecuentaba.

- Listo, está realmente hermosa mi señorita, dijo Mary con un brillo de orgullo en sus ojos.

Al mirarse al espejo Eli comprobó el excelente trabajo de su deslenguada doncella, su vestido era precioso, un profundo verde esmeralda, estratégicamente confeccionado para no disimular sus curvas y con un escote bajo hacían que pareciera esbelta. Con una sonrisa en sus labios bajo las escaleras, de la residencia de tíos Lord y Lady Patterson donde pasaba la temporada, tras la muerte de su madre a los pocos años de su nacimiento su perspicaz tía Lu, como le gustaba que la llamara, se convirtió en casi una madre para ella, cuando llego el momento de su puesta de largo su tía la presento en sociedad junto con sus hijas Emma y Lisa. Esta segunda se casaría en tan solo dos semanas con el dulce Señor Williams, él era perfecto para Lisa con la paciencia de un santo, ella estaba loca por él, ambos formaban una pajera poco común.

Mientras esperaba a sus primas Eli se preguntó si miraría al arrogante marques esta noche, suponía que no lo haría, el no solía frecuentar a la crema y nata de Londres como era costumbre entre los caballeros elegibles para el matrimonio, estos solían pasarse en su club lejos de las interesadas madres en busca de buenos partidos para sus hijas.

Tras ser presentada en sociedad ella supo que su absurda y elevada dote fue miel para todos los nobles empobrecidos que necesitaban de su dinero para mantener sus vidas como caballeros respetables, y otros quienes con miradas lascivas y libertinas solo querían seducirla. Algunos de ellos pidieron a su padre su mano en matrimonio, ella se negó rotundamente a cada una de esas peticiones, gracias a su ímpetu y la bienvenida ayuda de su tía Lu, su padre acepto sus negativas respuestas, no sin antes lanzarle sus darnos venenosos que hace mucho dejaron de dolerle tanto. Antes de partir de casa, paso a despedirse de su padre, cuando este comenzó hablar comprendió que su idea fue absolutamente tonta. Ahora tendría que escuchar al aun apuesto y poderoso y bastante mayor conde de Campbell su despreciable padre.

- Ni creas que aceptare tus caprichos por más tiempo Elizabeth, le había dicho su padre antes de partir a casa de sus tíos – Estoy harto de soportar tu presencia en esta casa rondando como una maldita alma en pena, me enferman los rumores de ti siendo una solterona, ya tengo suficiente con el estúpido de tu hermano en ese continente dejado de la mano de Dios sin dignarse a escribir ni una tan sola vez desde que partió. Sal de mi vista de una maldita vez y espero esta vez consigas un marido o tomare cartas en este asunto.

Con esa última amenaza Eli salió del estudio al que fue a despedirse como una idiota pensado en que era buena idea decir adiós, su padre estaba cada vez más insoportable trato de no culparlo, sabía que su amargura cada día se intensificaba desde que su hermano y heredero Jeremy se fue con rumbo al continente tras mantener una calurosa discusión con su padre, Jem partió eso hace un año, lo que su padre no sabe, ni sabría nunca, es que ella mantenía correspondencia con su hermano él estaba bien, pero mientras su padre viviera él no volvería, a él tampoco podía culparlo, también huiría si pudiera. Sacándola de sus recuerdos Emma bajo las escaleras a toda prisa, estaba preciosa con un vestido lavanda ceñido a su cintura sus alegres ojos azules y su cabello como el bronce habían hecho revuelo entre la alta sociedad, Emma era una belleza pero su franqueza y carácter, no era bien recibido por muchas damas, a pesar de ello Emma era muy solicitada entre la elite, juntas rieron y esperaron al resto.

El salón estaba iluminado y abarrotado sus primas y ella caminaron con paso majestuoso rápidamente sus pretendientes, incluido el Señor Williams, se congregaron a su alrededor mientras sonreía, charlando con uno de sus más fieles admiradores, sintió un llamado en el cuerpo se envaro al instante, con la sensación de ser observada alzo su mirada encontrándose así con aquellos ojos grises.

Con una sonrisa burlona Lord Townshend hizo una majestuosa reverencia frente a ella

- Lady Elizabeth que placer veros esta noche. Dijo mientras la miraba directamente a sus ojos

- Lord Townshend, respondió en tono seco. Este sonrió con un brillo malicioso, un frio recorrió su espalda la hizo ponerse en alerta.

- Me preguntaba si me condescendería el próximo baile, le pregunto sin dar lugar a decir que no le tendió la mano.

Con una sonrisa forzada tomo su mano, aceptando el hecho que esa noche seria condenadamente larga, con un extraño anhelo en su interior que no pudo explicar.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2015 ⏰

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