Siseo en la Oscuridad (Tom Riddle X Oc )

Capítulo 22: Yuu Britt

Para este capítulo cuento con la colaboración de la artista E-meet, quien me ha dado permiso para utilizar un original character relacionado con el universo Harry Potter. Puesto que está en una historia más o menos pensada, debo adecuarlo a la trama lo mejor posible. Por esa razón añadiré detalles de su vida y su formación ajenos al planning original del personaje. Respetaré, eso si, su descripción física y psicológica.

Aquel día amaneció lluvioso como el resto de días anteriores en ese agosto de 1962. La isla de Manhattan estaba cubierta por un denso velo de lluvia que impedía ver con claridad, no solo los rascacielos más imponentes, sino también las húmedas avenidas de asfalto. El río Hudson discurría por el amplio canal hacia el Atlántico, acompañado de una sutil bruma que envolvía la zona como si quisiese esconderla de ojos curiosos. Era como si una barrera impidiese la percepción de un mundo hecho de sueños y de ilusiones que ningún mortal podría alcanzar por muchos esfuerzo que pusiese en ello. Mina Vans así lo creía esa mañana, cuando la niebla le impedía por completo vislumbrar la panorámica de la cercana Hoboken. 

Tristemente, pensaba ella, esa neblina era la metáfora de su situación en esos instantes, además de un frágil hechizo de ocultación lanzado por Moody la noche que habían llegado a la isla, exiliados, desamparados y condenados a partir de entonces a no usar magia más allá de lo necesario para su seguridad. Había sido conjurado para mantenerlos a salvo aunque, a su vez producía un efecto en la chica que lo comparaba con una jaula para lechuzas. Era como si nunca hubiese salido del orfanato y Hogwarts, fuese solo un vago recuerdo de un sueño feliz en la víspera del día de Navidad. El habitáculo de Brooklyn donde vivía con Alastor y Matthews reencarnado en gato, se asemejaba a la celda que había compartido con otras niñas en la institución. El tedio, la angustia y las náuseas que le producía la comida local le hacían recordar dolorosamente un pasado que le atormentaba día y noche debido a que Tom estuvo con ella.

Caminando con su gabardina gris ondeando al viento y una especie de fedora que se había encasquetado en la cabeza para mantener bajo control fútil sus rebeldes bucles de obsidiana, atravesó el barrio del Upper West Side y se dirigió hacia el pulmón verde de la metrópoli: Central Park. En el trayecto rememoró una serie de episodio que transcurrieron durante aquellos cinco años interminables que llevaban viviendo como simples muggles carentes de todo resto mágico. Alastor solo le permitió mostrar sus habilidades en dos ocasiones que fueron la realización de los exámenes T.I.M.O. Y E.X.T.A.S.I.S.

–¿Por qué tengo que continuar con el curso? Hogwarts posiblemente esté ya destruído por las fuerzas Snaker. Y no quiero tener más conocimiento para causar desgracias –protestó Mina frotándose los nudillos contra los ojos cansados por la falta de sueño. Alastor se estaba adecentando la sotana en esos momentos.

–Es importante completar tu educación. Hogwarts no es el edificio, sino los alumnos y estoy convencido de que en Gran Bretaña, los alumnos han continuado su educación en clases clandestinas o con ayuda de sus padres. Es por esta razón que debes continuar y yo como auror, tengo que enseñarte –replicó Alastor dando los buenos días a Matthews con un cuenco de leche.

–Pero estamos dejando de lado la verdadera razón por la cual nos desaparecimos aquí, que es encontrar a mi padre... –protestó la joven.

–Oye Vans, no se si te has dado cuenta de que mientras estemos aquí, no podemos conjurar ningún hechizo rastreador que pueda dar indicios de nuestra estancia en Manhattan. Estamos aquí también por tu padre, cierto. Pero no podemos encontrarle con los métodos mágicos. Y aunque pudiésemos hacerlo, no sabes que aspecto tiene ni tienes ningún objeto con el que podamos crear una línea de escrutinio –explicó Alastor sentándose en el incómodo catre que ocupaba en el piso de Brooklyn.