Combustión (Oviedo Morilla)

Capítulo 1.

Isabel.

Me coloco el vestido negro de palabra de honor, y una chaqueta vaquera por encima, me pongo los tacones rojos y me pinto los labios del mismo color.

Tengo 18 años, vivo en Sevilla y un día en el que estaba con mi hermana Nuria, vino nuestro primo Alex y nos ofreció irnos a unas carreras de coches con el, nosotras aceptamos y fuimos allí, todo era chicos guapos con deportivos de lujo, haciendo carreras entre ellos y apostando dinero y cosas de valor.

Desde ese día, hoy hace un año mi hermana y yo vamos con el, a veces competimos pero no es muy a menudo.

-Niñas, hoy vienen dos amigos mios de la infancia, son gemelos y tienen 19 años, se van a quedar aquí a vivir en una calle mas adelante. -dice mi primo pasandose la mano por su tupé pelirrojo.

Cogemos el coche de mi primo y llegamos a las pistas, que hay a las afueras de la gran ciudad, nos bajamos del coche y vamos hacia una barra que tienen donde sirven bebida.

-Alex!! -grita una voz de hombre.

Mi primo, mi hermana y yo nos giramos y vemos a los dos gemelos, son bastante altos uno mas que otro, los dos morenos y con ojos marrones.

-¿Y estás preciosidades? -sonríe pícaramente el más bajo.

-Son mis primas. -nos coge de la mano Alex y nos lleva hacia ellos. -Ella es Nuria. -señala a mi hermana morena. -Y ella es Isabel. -me señala a mi.

-Encantados preciosas, yo soy Jesus y el es mi hermano gemelo Daniel. -dice el mas alto dandonos dos besos a cada una, el otro solo me sonríe y yo a el.

-Ahora van a competir Alejandro y Adrian, vamos a verles. -ríe mi primo. -Isa, da la salida.

Yo asiento y me dirijo a la barra saco un pañuelo rojo y me voy hacia los dos coches.

Lo subo y lo bajo rápidamente y los dos coches pasan rápidamente por mi lado.

Me voy con los demas y empiezo a hablar con mi hermana.

-Vaya con los gemelos. -ríe mi hermana.

-Adivino. Te gusta el más alto...eh como se llamaba... -mirado al cielo oscuro.

-Jesus hija, Jesus. -ríe ella.

-Si eso. -asiento y río.

-Me ha dicho tu primo, que me des mi coche, un bmw negro. -dice Jesus mirando a mi hermana, ella asiente encantada y se van a la nave donde se guardan los coches.

Le doy un sorbo a la cerveza helada que tengo frente a mi.

-¿Sabes conducir? -dice un voz ronca tras de mi.

Me giro y veo al pequeño, a Daniel.

-Obvio que si. -doy una carcajada y le paso una cerveza.

-Tendremos que competir alguna vez, ¿No rubia? -me mira fijamente el.

Yo asiento y me relamo los labios.

El se acerca lentamente a mi, es muy alto, baja su vista y mira mi vestido que se ajusta a mi cuerpo el sonríe pícaramente.

-Que bonita eres. -susurra en mi oído.

-Y tu que imbecil. -susurro en el suyo y le doy un leve mordisco, y acto seguido me alejo de el.

(....)

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