¡ Status : Enamorada ! (CANCELADO)

Capitulo 26-Parte 1

Nos reunimos todos a la hora, estaba toda su familia y amigos cercanos, eramos alrededor de cincuenta personas. -¡Atención, llamaremos a todos los campistas para que se ubiquen con sus respectivos equipos!

-Ganaremos.

-No lo creo.

-Ay Daniel no empieces.

-Yo siempre te cargo Miley.

-¿Y? -Di un toquesito en su nariz y él mordió mi dedo -¡Oye! -Con un rápido movimiento besó mi frente.

-¡EMPECEMOS! -Grito el papá de Darla -Daniel color verde; Milagros, rosado; Valentina, azul ; Jessica, verde...

¿Kué? NO.NO.NO.NO.NO.NO.NO.

Literalmente sentí como la vena de mi frente apareció, arruinando mi cutis. ¿Por qué rayos de todas las cosas que pudieron pasar.... pasa esto?

-Miley, rosada; Danica , ...

Noooooo, esto me recuerda a la escena de Star Wars: ¡JESSICA NOOOO!

-¿Miley?

-¿Qué?

-¿Qué se siente tenerme como jefa?

-Ay Darla no empieces.

-Ahora estas bajo mi dominio, mujer -Aveces Darla daba un poco de miedo, el poder se le sube a la cabeza muy rápido, pero en estos momentos mi cabeza estaba en otro lado.

-¿Qué ves... ? Ohh.

 -Apunté en dirección a Daniel y Jessica -Esa zorr...

-¡Miley! -Darla reaccionó -Yo sé que no te cae y eso, pero es mi prima y no puedes insultarla, además no esta haciendo nada.

-¿Nada? ¿Y eso?

Tenía puesto una pantaloneta verde militar, un polo rosado con transparencias a los lados y un escote gigante, también una gorra de color negro con la palabra sexy y el símbolo de PLAYBOY al centro.

Pinche conejo con lazo.

-Solo le esta tocando el brazo.

-¿Solo? -Dije algo frenética- Lo esta tocando, acariciando a ca...

-¿Ca?

-Ca a ca...

-¿A ca-ca? Miley no seas grosera.

-No,no mira quién esta ahí.

Un auto negro con lunas polarizadas llegó al campamento, abriéndose  la puerta del mercedez  salio una figura fornida. Eduardo se veía tan bien con ropa atlética. Se acercó donde Darla y yo estábamos, con esa chispa de ego en los ojos que todo chico tiene cuando siente que todos, o mejor dicho todas, lo estan mirando.

A mí se me estaba saliendo la baba. 

-Tu vida es más interesante que la mía en muchos sentidos.

-Esto no es interesante, es estresante.

Eduardo ya estaba delante de nosotras.

-Hola Darla, no olvide la invitación que me hiciste hace un par de semanas en la clase de francés, así que, aquí estoy.

Yo seguía en un estado se Shock con adormecimiento.

Me dio una cálida mirada -Hola linda, cómo has estado.

Se oía tan bien la palabra Nena salida de su boca.

Linndaaa. Linda. Lindaa .Ne, el efecto no es el mismo.

-Am, miley.

-¿Ah..? -Sip, yo estaba en un comercial de helados.

-Hola -Dije moviendo mi mano -¿Qué haces aquí?

-Como ya dije, Darla me invitó hace un tiempo al campamento y no quería defraudarla; sim embargo,  veo que tú tampoco  viniste sola.

-No, no lo hizo -Detrás de mí una voz masculina sonó abruptamente y unas manos acariciaron mi cintura de una forma poseiva.

-Hola Daniel.

-Eduardo.

Ambos estrecharon las manos, esos fueron los segundos mas tensos de mi vida, sus manos se apretaron tanto que ambos nudillos se tiñeron de color blanco, parecía una batalla entre  Optimus y Sentinel Prime. Terrorífico.

-Bueno, mejor me voy a desempacar y a ver en qué equipo estoy.

-Sí vamos, yo te acompaño- Decía Darla algo apresurada.

-Oh, y Miley -Eduardo cogió mi mano y la besó -Gracias por usarlo.

Me guiñó un ojo y se fue con Darla en dirección a las cabañas. Daniel y yo nos quedamos en silencio.

-Tenemos que hablar.

-¿Cuándo?

-Ahora mismo.

-Espera... ¡Daniel!

Rápidamente me levanto sobre su hombro como si fuera un mondadientes, con una mano derecha sobre mis muslos y la otra en la parte baja de mi espalda. Me llevo a un lado mientras yo chillaba como una niñita haciendo berrinche. Llegamos detrás de un árbol y me depositó como un costal de papas en el piso. Estábamos frente a frente, nuestros zapatos alineados y él tenía su mano apoyada en la corteza al lado de mi cabeza.

-¿Se te ha hecho una costumbre cargarme, no?

-Se podría decir.

-Qué te costaba... -Daniel puso un dedo sobre mi boca.

-Espera, yo hablaré primero.

Eso me sorprendió un poco, pero asentí.

-¿Qué hace él aquí?

-No sé - Fue lo primero que pensé, la verdad no estaba interesada en dar explicaciones ahora.

-Miley, necesito que me digas qué rayos significa esto. -Agarró mi mano de una forma tosca y miro hacía el anillo.

-No es nada -Dije tapándolo torpemente con mi mano, pero él lo volvió a sostener.

-Miley, por favor.

-Esta bien... Eduardo me lo dio antes de que te fueras a a París, pero no fue nada malo... lo juro.

-¿No lo fue? ¿Acaso te parece poco que tu amiguito te dé regalos?¿ Y por qué rayos no me lo dijiste antes? -Su voz sonaba tosca y violenta.

-No quería que te molestaras -En verdad sonaba patético lo que decía, hasta yo me detestaba.

-¿No querías? Vaya Miley, ¿enserio creías que ocultándome esto me molestaría menos? Yo jamás te mentí y sabes qué, pude hacerlo -Respiro hondo y me miró- Mejor me voy antes de que diga algo indebido.

-Espera... -Dije lloriqueando.

-Mucha información por hoy, hablamos después. -Se quiso marchar pero sostuve su brazo antes de que ocurriera.

-¡Basta! -Sacó mi mano de su brazo- Ah y una última cosa, feliz mesiversario.

Me siento la persona más estúpida del mundo. ¿Universo?

Y lo peor es que la culpa sigue y seguirá siendo mía, pero no por mentirle, sino por qué no quería quitarme el anillo.