Llevo 1 mes en el club de natación de mi escuela, la escuela Iwatobi.
Me llevo bastante bien con sus miembros: Makoto, tan protector como si fuera tu madre; Haru, bastante libre; Rei y sus teorias, Rin y sus pintas de malote, Kou-chan y su obsesión por los músculos y Nagisa tan lindo, activo e infantil como cuando era pequeño.
Deje el club de musica y arte para unirme al de natación por Nagisa. El y yo somos amigos desde que éramos pequeños, el me enseño a nadar, me insistió que me uniera al club de natación y lo hice.
Cuando estoy con Nagisa me siento extraña y me late fuertemente el corazón. Creo que estoy...
- ____- chan!!!!!- Dijo una voz que interrumpió mis pensamientos. Era Nagisa.
-¿Què?- Contesté.
-¿Vienes conmigo al club?- Me preguntó.
- Claro, ¿Y los demás?-
- Esto... Emmm... Creo que Mako-chan y Haru-chan han ido... Al baño. - Mintió. En realidad sus amigos sabian que a Nagisa le gustaba mucho _____- chan y decidieron dejarlos solos un rato.
Era mi opurtunidad de declararme a Nagisa.
- Ammmm... ¿Nagisa?-
- ¿Si?- Me dijo con una sonrisa.
- Eeehh... A ver... Ya casi es primavera... Estoy deseando ver la piscina con flores de cerezo. - Mierda, ¿Porqué no me atrevo?
- Es muy bonito- Me dijo serio.
Nagisa serio, eso era extraño.
Era como si algo muy importante rondara por esa cabecita suya.
El resto del camino fuimos en silencio.
Cuando llegamos al club fui a cambiarme. Yo no soy como Haru que va con el bañador siempre puesto, aunque es un gran apaño.
Mientras me cambiaba sonó mi móvil. Era mi madre. Que mi madre llamara un miércoles era muy extraño ya que estaba siempre trabajando, igual que mi padre, trabajan tanto que no tienen tiempo ni para cuidar de mi hermana pequeña. Yo la cuidaria si viviera allí con ellos, pero tuve que mudarme aqui para poder estudiar lo que quería. Los hermanos suelen llevarse fatal, pero mi hermana y yo somos diferentes, la quiero muchísimo. Al final cojí el teléfono.
- ¿Hola?- Pregunté.
- Hola. La voz de mi madre sonaba preocupada.
- Hola, mamá. ¿Pasa algo? ¿Estais todos bien?-
- No cielo, tu hermana esta muy enferma.- Cuando me dijo eso sentí un dolor en el pecho, como si se me encongiera el corazón.
- ¿Qué le ha pasado?-
- Tiene... - Antes de acabar rompió a llorar.
-Mamá, tranquilizate. Cuentame que le pasa.
- Tiene... encefalitis. -
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
