" Cursed"

Parte 2

Liam

Me encontraba descansando en mi habitación pensando en las cosas que habían sucedido este día. No puedo decir que la muerte de mis padres no me afectara pero si puedo decir que no me duele como a cualquier otro hijo que pierde a sus padres. Ellos no me dieron el cariño que era necesario cuando era joven, ya que estaban viajando y trabajando. Ahora el negocio familia caía en manos mías y de mi hermana, ambos sabíamos que en algún momento los hombres de mi papa nos encontrarían al igual que nuestros enemigos. La pregunta era ¿Qué haríamos cuando eso sucediera? Podíamos manejar el negocio familia pero eso solo nos traería más problemas. Además si queríamos empezar de cero necesitábamos salir de ello, por lo cual era mejor olvidar todo lo posible con nuestro pasado y enfocarnos en esta oportunidad que tenemos.

También podríamos entrar en una crisis económica porque no estamos acostumbrados a vivir del día a día. Lo otro era los enemigos de papa, que pasa si nos consiguen aquí en Port Angels. No teníamos hombres para defendernos ni armas y dudo que nuestra agilidad como peleadores nos brinde ventaja contra decenas de hombres armados. Tal vez había una posibilidad de que ellos se olvidaran de nosotros y todos siguieran con su vida. Pero conociendo a la gente de ese ámbito no se darán por vencidos hasta ver con sus propios ojos nuestros cadáveres. Todos estos pensamientos cruzaban por mi cabeza mientras intentaba conciliar el sueño. De paso no teníamos ningún suministro de ningún tipo de droga, no soy adicto a nada pero la marihuana me ayuda a relajarme.

Me levante de la cama y camine hacia la cocina y cogí un cigarrillo, tome una gran calada y mire hacia afuera de la casa por la ventaja. En estos momentos quisiera que mi vida fuera normal, que mi mama y papa estuvieran en este momento durmiendo porque estaban exhaustos por llegar de trabajar. Que mi hermana estuviera en su cama aparentando la dormida, pero lo que hace es hablar con su novio del cual ella está muy enamorada. Mientras que yo debería estar estudiando para obtener los créditos para ir a una buena universidad y prosperar en mi vida. Pero eso era solos sueños, no podía cambiar mi vida de esa manera. Estaba maldito, eso le decía a mi madre cada vez que la veía.

Las drogas y las relaciones políticas de mis padres habían consumido toda su vida y habían destruido las nuestras. Con la transferencia que me hice en Londres teníamos suficiente dinero para vivir cómodamente pero sabiendo cómo era mi hermana el dinero no nos duraría mucho. Ella le encanta ir de comprar e ir a fiestas, también le gusta viajar por todo el mundo. Me acabe el cigarro sin darme cuenta ya que estaba concentro en mis pensamientos, tanto así que casi me fumo el filtro. Vuelvo a subir a mi cuarto pero antes me tomo un tiempo para revisar a mi hermana. Entro sigilosamente hasta su cuarto y abro la puerta lo más lento posible, cuando la abro la veo a ella dormida en su cama totalmente rendida. Me retiro de su habitación y me dirijo a la mía, al llegar me tiro a la cama e intento dormir. Después de unos minutos logro conciliar el sueño pero mis sueños me atormentaron con mis temores.

Al despertar me encuentro sudado y agitado, no pude dormir bien esta noche. Mis sueños se habían enfocado en los sucesos de ayer y los posibles planos del futuro. Decido dirigirme al baño y tomar una ducha de agua fría. Al salir de la ducha me coloco unos pantalones largos para estar en casa y me dirijo a la cocina. A penas llego el olor a café inunda mis fosas nasales y el olor de tocino también.

-Buenos días hermanito- Dice Mi hermana despalda volteando el tocino del sartén.

-Buenos días pequeñaja- Le digo mientras camino hacia su lado y le doy un beso en la mejilla.

-Prepare tostadas y tocino- Dice sonriendo como el gato risueño, en ese momento sé que trama algo.

-Que tienes en mente- Le digo frunciendo el ceño.

-Nadaaa- Dice alargando la palabra haciéndose la ofendida pero su tono de voz se vuelve muy agudo.

-Ja!, si por cada vez que escucho eso me dieran 1$ no me sería necesario trabajar- Le digo mientras me sirvo una taza de café.