—Chris... recibí un mensaje tuyo hace unos días, que te habían dado de alta... y que me esperabas en tu casa —susurró, los ojos del Alfa empezaron a destellar a medida que soltaba cada palabra. Sus cejas se fruncían, su mandíbula se apretaba—. No estabas... ahí.
Hubo un instante de silencio en el que solo el sonido de la lluvia ahogó el ambiente. Pudo percibir las feromonas de Christopher, su aroma conocido, suavemente familiar.
—¿Él te hizo algo?
JeongIn no respondió, pero su mano buena se alzó hacia su cuello, donde a veces creía sentir el peso de una mano, la fuerza de dedos largos ahogando su garganta.
—JeongIn —llamó Chris, esperando una confirmación.
—Quiso matarme —murmuró, notando que la voz se le apagaba—. Pero... lo evité... e hizo que le colocara esos parches... medicinales. ¿Qué son...? ¿Qué tienen esas cosas? ¿Por qué es lo que él necesita... y solo tú lo tienes?
Christopher lo miró en silencio, mientras la expresión se le ponía muda.
—Solo son supresores —respondió.
— Lo calmaron —agregó—. Él me habló... y dijo que tu Alfa...
—¿Que es similar al suyo? —cortó de inmediato, mirándolo con ojos dilatados—. ¿De verdad crees que puedo ser la misma cosa que él? Soy dominante, JeongIn, claramente tengo una relación más complicada con mi lado animal, pero no como HyunJin. ¿Qué te dijo? ¿Que si te quedas conmigo tendrás un futuro peor? ¿Que no confíes en mí? ¿Crees que si fuera un Alfa ultradominante estaría en este hospital?
—Él...
—JeongIn —se apuró a decir, mientras los ojos le destellaban. Sus feromonas se volvieron puras, intensas, lo que provocó que su piel se erizara—. Si sería un ultradominante, tú y yo no estaríamos aquí. No tendrías ese collar y tampoco durarías ni una sola palabra sobre mí... porque te hubiese tomado el mismo día que te reconocí como mi Omega. Sin importar nada, sin importar tu llanto, tus golpes, te hubiese tomado y arrancado la ropa, porque serías mío por y para siempre... tu cuerpo y tu alma, todo. Te hubiese reclamado... así como HyunJin intentó hacerlo hace dos años. ¿Acaso tienes mi marca en tu cuello? ¿O fui yo quien te dio ese collar? ¿en serio crees... que con el deseo que tengo de ti, me hubiese privado la realidad de que fueras mío, siendo yo como HyunJin? Lo que le sucede a él es una mierda, pero yo no soy esa porquería. No creas en nada de lo que dice... porque su lado animal siempre lo influencia.
JeongIn evitó mirarlo. Su cabeza gacha se detuvo en sus dedos, en las uñas mordidas, la cutícula dañada. De ser Christopher un Alfa como HyunJin, ya lo hubiese tomado sin importar nada. Lo conocía bien, sabía cómo actuaba y cuán retorcidos podían ser sus pensamientos y palabras. JeongIn sintió que se le erizaba la piel del brazo y ni siquiera el suave toque de la manta sobre sus hombros le calmaba la sensación. Asintió ligeramente. Tal vez HyunJin se refería a otra cosa.
Alzó los ojos hacia el Alfa. ¿Realmente qué importaba? Lo iba a dejar a fin de año.
Lo llenaría de ilusiones y mentiras, guiadas por besos y palabras venenosas que cubrirían la cabeza de ese Alfa por completo. ¿Qué sentido tenía para JeongIn tomar la advertencia sobre Christopher... si al final de todo, había terminado en el hospital por creer en él? JeongIn trató de sonreír, apenas, mientras miraba al Alfa. Christopher debía tener cuidado de él, porque nada de lo que hacía y decía era cierto. Estaba en esa camilla, con cicatrices que le quedarían de por vida, solo porque una noche le había susurrado que quería su marca.
JeongIn, con el cuello limpio y suave, libre de toda dominación, acabó por comcluir cualquier miedo. Christopher creía que lo quería, que estaría con él y por ello no lo obligaría ni le haría ningún daño.
—Tienes razón... disculpa. Me puso ansioso... —empezó, acercándose. JeongIn buscó la mano del Alfa, donde suavemente acarició y apoyó su cabeza—... su presencia. No quería creer que podrías lastimarme de la misma forma que él. ¿Porque no lo harás, no, Alfa? Tienes que cuidarme...
Suavemente besó la mano vendada. JeongIn la apoyó contra sus mejillas calientes, mirando al Alfa con sus ojos risueños y calmos. El Omega se acercó, dejando caer la manta, y dejó un pequeño nido de besitos sobre el hombro, el pecho, para subir hacia el cuello. Escuchó un gemido ronco salir de la garganta del Alfa, cuando besó su manzana de Adán. JeongIn lo miró con atención, lentamente se apoyó contra el borde de la camilla, donde recargó su peso. La mano de Christopher se afianzó en su cintura, como si temiera que se cayera.
—¿Fuiste por mí? —susurró cerca suyo, besando con suavidad sus labios, llenándolo de feromonas—. ¿Te quemó el cuello?
—Tu mordida... —respondió el Alfa, besando la comisura de sus labios—. La que me hiciste esa noche.
—¿Quieres otra? —preguntó, ladeando la cabeza. Elevó su mano buena hacia el rostro del Alfa, acarició su cabello oscuro, su piel cálida. En situaciones así, cuando Christopher no decía ni hacía nada que le diera asco, JeongIn podía dejarse llevar por aquel rostro atractivo, por ese cuerpo fuerte que fácilmente podía abrazarlo, acariciarlo, tratarlo con suavidad, como si no fuera él.
—Quiero marcarte —anunció el Alfa, mientras la mirada se le destellaba—. En el cuello, la nuca, los hombros, los brazos, todo tu cuerpo... quiero demostrar que eres mío.
—Aún no puedes... —susurró cerca suyo, mirándolo fijamente—. Si lo haces, HyunJin me lastimará... como te dañó a ti. No quiero eso, Alfa. Quiero tu marca... pero no quiero que eso signifique que mi vida corre peligro. HyunJin no te dejará marcarme. Me lo hizo entender una vez... y no creo que sea tan amable la próxima vez.
JeongIn bajó la mirada, notando cómo aquel se hacía a un lado bajo un gruñido doloroso. El Omega se acomodó mejor en el pequeño espacio que bastó para que se acurrucara. Tomó la mano del Alfa entre las suyas, toqueteando las vendas. Estaban cuidadosamente colocadas, inmaculadas. No como las de HyunJin.
—Dijo que me comería —confesó, entrelazando los dedos con los de él—. Y sé que lo hará... si cometo algún error. Me aseguró que vendrá por mí a fin de año... y si hago algo que lo lastimo, me devorará... empezando por mis manos, mis brazos... —susurró, llevando aquella palma cálida contra aquellas zonas. JeongIn alzó los ojos, notando cómo los iridiscentes rojizos de Christopher caían sobre su cuerpo. El Omega alzó suavemente el uniforme, mostrándole el pecho, la cintura, el vientre plano que aún mantenía las marcas de grandes manos. Allí repasó los dedos de aquel, lento— ... se comerá mi vientre... para evitar que me llenes de tus cachorros. Y yo no podré hacer nada... porque es mi destinado, porque soy Omega y no tengo ningún poder. ¿Lo puedes creer? Mi corazón estará contigo, pero mi Omega le dejará alimentarse de mí.
Actu de mierda, pero hay actu.
NO SABEN TODAS LAS VERSIONES DE MIERDA QUE HAY. ESTA ES LA CUARTA, las otras terminaban re mal 🙃
¿QUE ONDA, CREEN QUE CHRISTOPHER DICE LA VERDAD?
¿DEBERÍA JEONGIN RELAJARSE Y SEGUIR CON SU PLAN INICIAL?
AAAAAAAH H
Ni corregí el capítulo, ni la novela, nunca nunca. Esto es experimental.
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Inevitable • HyunIn • ChanIn
FanfictionTodo el mundo sabía que Yang JeongIn acabaría siendo el Omega de dos Alfas dominantes. HUNTER. OMEGAVERSE. HYUNIN y CHANIN
