—Querida —la detuvo el Alfa, tomándola de la mano. Ella se volvió hacia él y una leve sonrisa apareció en sus labios—. Tal vez quieren estar solos.
—Claro, sí —ella se acercó a Christopher. JeongIn hubiese querido ver el cálido beso que la Omega dejaba sobre la cabeza del Alfa, como si fuera un cachorro, pero no pudo despegar su mirada de sus manos. Sentía que el Alfa más grande lo miraba con atención.
Elevó lentamente la mirada. Su ceño se frunció al notar sus ojos levemente destellantes, centrados en su rostro. Su semblante serio se volvió hacia el Alfa más joven y JeongIn pudo notar cómo ambos compartían una complicidad silenciosa. Era si supieran algo que los Omegas de esa habitación no sabían. JeongIn sintió que se le cerraba la garganta. La mujer lo saludó con cuidado y fue la primera en salir, murmurando la pequeña sorpresa de haber conocido a la pareja de su cachorro. En la puerta se detuvo el Alfa, pero no se dirigió a JeongIn, siquiera lo miró. Sus ojos rojos se clavaron en Christopher.
—Si quieres hacerlo...—anunció, sin importarle que JeongIn lo escuchara igualmente. El Omega frunció el ceño, mientras el rostro se le deformaba al sentir el aroma agrio y puro de aquel hombre—. Hazlo bien.
Cerró la puerta tras de sí. El ruido provocó que las ventanas temblaran y JeongIn clavó sus ojos en el fantasma de su presencia. Había conocido al gobernador una vez, cuando se inauguró el cambio de régimen mixto en su instituto. Su presencia allí marcaba una gran inversión, una mirada moderna sobre el estatus de los Omegas, anteriormente desplazados. Lo había visto con una sonrisa, una calma apacible digna de fotografías en los diarios.
—¿A qué se refiere con eso? —murmuró, desviando los ojos hacia el Alfa. Christopher se había acomodado lo suficiente para sentarse. JeongIn lo miró con atención. Su pecho desnudo, maltrado, de hombros anchos y brazos fuertes. La última vez que lo había visto, había acariciado aquella piel. Había estado sentado a horcajadas sobre aquel regazo... y ahora estaban allí. Christopher hizo una mueca de dolor al acomodarse, pero a pesar de todas sus heridas, la leve sonrisa que le dio lo descolocó por completo.
—¿Es lo primero que me dirás? —comentó, estirando una mano, golpeando suavemente los dedos vendados sobre la manta blanca que cubrían sus largas piernas—. Ven aquí.
JeongIn lo observó con el ceño fruncido. Apretó los labios y suavemente se acercó, arrastró su sillón a un lado y Christopher afianzó su mano vendada en el cuello de su uniforme. El ligero jalón hizo que JeongIn se acercara. Su cuerpo se estremeció cuando sus labios se unieron, primero suave, lento, hasta sentir la cálida lengua de Christopher contra la suya. Su mano se aferró a su cuello, al cabello oscuro de su nuca. El Omega jadeó bajito, forzando la leve distancia que unió sus respiraciones. Los pocos centímetros lejos le permitieron ver con atención las heridas del rostro, los ojos destellantes. Christopher le robó dos besos más, hasta que JeongIn se alejó.
—¿No quieres subir aquí y hacerme feliz? —murmuró el Alfa, mirando los labios rosados del Omega. JeongIn se limpió la saliva con la mano, volviendo a su lugar en el sillón. Sentía que la cara le ardía.
—Estás en el hospital.
—¿Entonces en mi casa sí? —su voz estaba extraña, rasposa. JeongIn desvió la mirada a las tazas a un costado, bebidas frías. De hecho, había sentido cierto gusto a té en su lengua. El menor bajó la mirada a las vendas del cuello—. Saldré la semana que viene. Tengo quemaduras que arden como la mierda... que me dejarán horribles cicatrices. Quiero que te quedes conmigo cuando haga reposo. Cuídame, quiero tus besos y tu calor, así no me sentiré miserable al verme en el espejo.
JeongIn frunció el ceño. Sus ojos se clavaron en el rostro del Alfa, en su leve sonrisa, a pesar del dolor que se reflejaban en sus heridas vendadas. Empezó a sentir que la sangre se le subía al rostro, a las mejillas, la cara entera. Las facciones del Alfa se aligeraron con lentitud, mientras lo veía.
KAMU SEDANG MEMBACA
Inevitable • HyunIn • ChanIn
Fiksi PenggemarTodo el mundo sabía que Yang JeongIn acabaría siendo el Omega de dos Alfas dominantes. HUNTER. OMEGAVERSE. HYUNIN y CHANIN
