39.- Peligro cercano

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-Solo debo sobrevivir a esta noche, luego puede arruinar mi vida como le venga en gana. No puedo estar siempre evitando que cuente cosas de mi niñez.- Los gemelos se ríen otra vez, aunque claramente tengo la razón. Ya quiero verlos a ellos enfrentando esta situación, no pienso ayudar a ninguno. Se que ellos serán los que comenzarán a contar cosas y mostrar fotografías, su cuarto esta plagado de ellas... Hermanos con complejo de hermano menor, asqueroso.

-Oka-san quiere que usemos un traje, creo que con camisa y pantalones oscuros es suficiente ¿no?- Kou poco a poco se sube junto a mi en la cama, con su brazo izquierdo rodea mi pecho y usa mi hombro de almohada.
-Que bien que tenemos todo tipo de ropa o mamá nos habría obligado a ir con ella a conseguirla.- Aki tiembla ligeramente, siendo sincero ir de compras con mamá es la peor vergüenza que se podría tener. Ella sigue tratándonos como a tiernos niños de dos años, cuando los gemelos tenían quince y yo trece las vendedoras se reían de nosotros, experiencias horribles que marcaron nuestra niñez.

-Mm, ya salgan de mi habitación. Dormiré hasta las ocho.- Kou se aleja de mi bajando de la cama con un pequeño brinco, ambos me miran unos segundos como si desearan decir algo pero rápidamente dan media vuelta y salen del cuarto con Kou empujando a Aki.- par de raros...buah~ .... Sueño...- una siesta seguro me devuelve las energías que me drenaron esta semana Necesito vacaciones...



-Tatsuya...hijo, despierta.- la mano de mamá continua moviéndome de un lado a otro sobre la cama, reclamo un poco para que me suelte y ríe por mi sonido que sale de mis labios.

-Ya me desperté... Mm...ahora me visto.- escucho los pasos de mamá dirigirse a la puerta, comienza a cerrarla pero antes hace una pausa y respira hondo.

-Tienes media hora para estar listo ¿entendido? Pasados los treinta minutos debes estar en la sala esperando a Scarlett y sus padres.- mamá usa su tono de advertencia, si me retraso...¿tal vez me deje sin cenar? No eso no puede ser esta vez, entonces... Te dejara en vergüenza ¡Rayos!

Me bajo de la cama rodando hacia un lado y corro por el cuarto hasta el baño, una de las ventajas de usar las camisas sin abotonar es poder quitarlas mas rápido aunque sigue siendo lo mismo para sacar la camiseta que uso debajo.

Desvestido entro a la ducha y abro la llave del agua, esta fría al contacto con mi piel caliente ¿Quien dijo que la temperatura de los lobos es genial? Siento las cosas heladas más frías aun, esparzo el jabón por mi cuerpo y de inmediato es quitado por los chorros de agua. El tiempo es oro.

Salgo mojado hasta los huesos o eso creo y me envuelvo en la toalla mas grande que encuentro en el armario del baño, es un verdadero misterio como siempre hay una toalla limpia y mullidita dentro. Mis sospechas e investigaciones apuntan a que papá se encarga de eso por las mañanas cuando voy al insti, aun no lo he comprobado.

Me seco lo mejor que puedo en pos de ahorrar tiempo y cojo la ropa que cuelga de un gancho en la pared. La camisa perfectamente planchada (por papá) y mi jeans oscuro favorito han esperado desde ayer a ser usados, tomo las medias y el bóxer primero. Me coloco los pantalones seguido de la camisa que esta vez si abotono, regreso al baño para secarme el cabello e intentar peinarme.

Mi cara nerviosa en el espejo causa un poco de risa, una risa que se niega a salir por mis labios. Tengo ese feo dolor en la boca del estómago que me advierte de algo malo a punto de suceder, la misma sensación que permanecía cuando Tomo tuvo que irse... Algo malo va a pasar y no tengo forma de saber que es ni detenerlo. Espero estar equivocado.

-Tatsu-nii, mamá dijo que se agotó tu tiempo...¿Estas bien? ¡Tatsu estas pálido! Bueno siempre has sido blanco pero tu me entiendes.- Kou se acerca analizando mi rostro, me miro de reojo en el espejo en busca de alguna muestra de enfermedad.

Aun si no me escuchas Where stories live. Discover now