Llego la hora de volver

7. Sweet Dreams

- ¡Nada, nada! ¿Volviendo al tema me las vas a presentar o no? - Puso cara de angelito...

- Lo tendré que pensar.

- ¿Quieres que te acompañe, mi amor?

- No me digas que tú también te quieres conocer a mi jefa, porque si es así te mato Smith. ¿Me escuchaste? - Me amenazo, pero sabía que era en broma.

- No Caro, como crees. Es solo para hacerte compañía.

- Más te vale.

- ¿Y vas a quierer que te acompañe?

- No como se te ocurre.

- ¿Pero qué tiene de malo?

- Como que tiene de malo, como voy a ir contigo a una entrevista de trabajo que va a creer mi jefa.

- Pero Caro en ningún minuto me he referido que voy a entrar contigo a la entrevista, como se te ocurre. A lo que me refiero es que si te voy a dejar y después te paso a buscar nada mas - En realidad me refería a acompañarla moría de curiosidad por conocer a su jefa, no me mal interpreten, mis ganas son distintas a las de Thiago las mías son puramente profesional.

- Ah! Bueno si es solo eso, está bien anda a buscarme y a dejarme, pero solo eso. Y nada de andar mirando a las modelos como este aquí - Refiriéndose a Thiago

- Yo también te quiero Carolina - Dijo sarcástico.

Después de eso se nos unió Nico a la conversación, por lo que cambiamos el tema.

Pasaron los días sin nada muy interesante, ya era lunes y con Caro acabábamos de llegar a la agencia.

- Bueno aquí es - Se desabrocha el cinturón - Gracias por traerme.

- Segura que no quieres que te espere.

- No, lo más seguro es que sea larga la reunión.

- Ok! Bye

- Bye - Me dio un beso y se bajó del auto.

Estaba a punto de arrancar cuando vi entrar a alguien en la agencia que se me hacía muy conocida. Pero no, no podía ser ella, ¿es imposible o no? No me puedo quedar con la duda, me estacione en el primer espacio que vi desocupado y me fui a la agencia para ver si la volvia a encontrar.

Una vez que estuve en la agencia me puse a buscar como loco por todas partes, mi mente me decía que era imposible que fuera Antonella, pero que mi corazón me decía que podía ser posible.

En eso estaba cuando escuche un llanto, que provenía del rincón, me acerque a ver quién era y ver si necesitaba ayuda. Cuando llegue al rincón, no daba crédito a lo que veía, que iba a estar haciendo una niña en esa agencia. Me puse a su altura y le pregunte.

- ¿Estas bien? - Le pregunte

- ¡No! - Dijo llorando

- ¿Que te paso preciosa?

- No encuentlo ni a mi mami ni a mi tito. - Se encontraba agachada, tenía su carita llena de lágrimas y tenía sus bracitos alrededor de sus piernitas.

- Si quieres yo te ayudo a buscarlos. Pero primero me dices cómo te llamas.

- Ehh.... - Dijo dudando

- No tengas miedo no te voy hacer nada. Mira yo me llamo Alex - Le tendí la Mano, la niña me miro con duda en sus ojos pero igual me tendió su manito y me respondió.

- Yo soy Lucy.

- ¿Y qué haces en esta empresa? ¿Tu mamá trabaja aquí?

- Si, mi mami tlabaja aquí, pelo mientlas ella tlabaja me cuida mi tío Luca.