[1]

3K 144 2
                                    

Capítulo 1


Estaba ahí parada enfrente de ese gran lugar que parecía una mansión con una estructura demasiada antigua, estaba rodeada por grandes muros y una entrada que comprendía por una reja con detalles demasiado escalofriantes. Al acercarme más salude al vigilante que tiempo atrás ya había visto, me dio una mirada fría y sacó un carnet en la cual me entregó y presionó un botón para que así pueda abrirse esa gran reja.
Abrí las rejas provocando un sonido ensordecedor, entré y la reja se volvió a cerrar de manera estrepitosa haciendo que diera un salto del susto. Hacía mucho frío y el cielo estaba teñido por un color grisáceo. Entré y caminé por los largos pasillos de ese lugar, todo estaba pulcramente limpio y ordenado hasta se sentía una suave brisa que te hacía estremecer de pies a cabeza, miraba cada número que tenía los letreros de las puertas buscando la habitación 412B, lugar dónde sería mi entrevista con uno de los encargados de este lugar.
Toqué la puerta, mientras esperaba que abrieran, me acomodé el suéter.
Abrió el hombre que según la información y las fotografías que investigue antes de estar aquí, era el doctor Scott.
-¿__________ Cowell?
Asentí.
-Un gusto verla. Pase -dijo haciéndose a un lado. Pude ver que había personas sentadas alrededor de una mesa tomando lo que parecía ser café.
Entré y el doctor Scott cerró la puerta detrás de mí. Me presentó a los Doctores y después a los psicólogos. Me presente ante ellos igualmente. Y tomé asiento. No se me grabo el nombre de nadie, sólo recordaba el nombre del Doctor Scott.
La reunión terminó y como esperaba fue todo un éxito, tenía el trabajo, el tiempo transcurrió rápido por ende ya era de noche, tenía que irme a casa. Me despedí de todos los presentes en esa reunión. Les agradecí por darme el trabajo de psicóloga en ese centro psiquiátrico o como lo llaman "Manicomio". Antes de salir, el doctor Scott me dijo que empezaba a trabajar mañana a primera hora. Parecía estar muy feliz. Me despedí de él también.
Subí a mi auto y fui a casa.
Yo era una psicóloga, tenía una que otra experiencia en medicina, pero desde pequeña, la psicología fue la carrera de mi preferencia. Ahora que tenía la oportunidad de poner a prueba lo que sabía, no la iba a desperdiciar.
Me recosté y esperé ansiosa a que ya fuera de día.

Abrí los ojos lentamente cuando sentí la molesta luz del sol dándome en la cara, mire el reloj. Ya eran las 8:30. Tardé media hora en llegar al centro psiquiátrico. Más vale que me de prisa, ya voy tardísimo. Mire el reloj y este andaba fallando ya desde la semana pasada. Le di un golpe, definitivamente tenía que comprar un reloj nuevo. Tomé una ducha rápida, me vestí, me arreglé y fui en mi auto hasta mi trabajo.
Volví a abrir las rejas, otra vez ese molesto sonido, entré corriendo hasta llegar a la oficina del doctor Scott. Él iba saliendo cuando yo iba a tocar la puerta.
-Siento mucho la tardanza Dr. Scott
Me miro.
-Que no vuelva a suceder -dijo seriamente.
Asentí. Caminé con Scott por los pasillos. Llegamos a una habitación un tanto pecualiar. Él abrió la puerta, yo entré primero. Estaba oscuro. Scott presionó el interruptor. Era una habitación en donde había varias pantallas en la pared. Scott me explico que eran para vigilar a los pacientes y asegurarse de que no se hicieran daño a sí mismos, ya que no querían tener que atarlos a la cama por su seguridad.
Mire las pantallas, unos reían, otros lloraban, otros dormían, algunos de ellos tenían camisa de fuerza, pero después de unos minutos unas personas (Los psicólogos) entraban, les quitaban la camisa de fuerza y los llevaban a afuera.
Mire la última pantalla.
-¿Qué hay de él? -pregunté mientras miraba a alguien bajo las sábanas, era como un gran bulto. Pero no se movía, ni siquiera parecía respirar.
-Es tu paciente. -dijo Scott mientras me entregaba una carpeta, la abrí. Tenía una foto de un chico, Ojos café pero misteriosos, en la foto no sonreía, tenía hermosas facciones.
-Abraham Mateo -dije su nombre en alto.
-Es muy peligroso. Algunos nos quedamos por la noche, no podemos dejarlo solo, tú te quedarás. Te asignaré una habitación. Sólo vas a "cuidarlo" a él. En tu habitación habrá un televisor para que puedas vigilarlo. Ya mandé a que lo instalaran, arreglarán la señal y tu televisor estará conectado inalámbricamente a una cámara que está en el cuarto de Abraham. Ten cuidado. -Vi como anotó algo en un papel y me lo dio, eran dos direcciones. - Me gustaría llevarte personalmente pero tengo cosas que hacer, es la dirección de tu cuarto y la dirección del cuarto de Abraham. -Sacó unas llaves de su bolsillo y me las dio -Tendrás llave del cuarto de Abraham y también de la puerta principal, no siempre está sin llave. Si vas a salir a comprar algo avisa para que alguien vigile a Abraham mientras no estás. Eso es todo. Suerte -dijo mirando su celular. Salió por la puerta y cerró la puerta tras él. Miré las llaves había exactamente 3. Decidí juntarlas con las mías, así no tendría que cargar 2 manojos. Fue fácil. La mías eran muchas, tenía las de cada puerta de mi casa. Mi casa no era una mansión, pero era grande. Tenía las llaves de mi auto y las llaves de unos candados.
Mire por última vez la pantalla en donde salía ese chico; me preocupaba que no se moviera. Tomé la carpeta y salí de ese cuarto. Fui hasta la habitación que me habían asignado. Use una de las llaves, y no funciono, la segunda si lo hizo, entré. Era una habitación grande, la cama parecía ser de dos plazas y a su lado había un pequeño tocador, dirigí la mirada hacia al frente y ahí estaba el televisor que había mencionado Scott. La cama era grande y suave, tenía un cuarto de baño, ropero, y las cosas necesarias para mí. Encendí el televisor. Y pude ver a Abraham , tenía la misma posición que cuando lo había visto en el cuarto de cámaras. Me senté en la cama, cruce las piernas, abrí la carpeta y leí:

Abraham Mateo
Casi no habla aunque sabe cómo ganarse la confianza de las personas que no saben que es un "psicópata". Le gusta matar, no siente remordimiento alguno, le gusta ver a los animales ser torturados, sabe como parecer buena persona. En resumen; es un psicópata.
Ha escapado 3 veces de la cárcel y 2 de la correccional.

_________________________________

ᴇʟ ᴘsɪᴄóᴘᴀᴛᴀ (ᴀʙʀᴀʜᴀᴍ ᴍᴀᴛᴇᴏ ʏ ᴛú) «ᴇɴ ᴄᴏʀʀᴇᴄᴄɪóɴ»Where stories live. Discover now