CAPITULO 19

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Las horas había pasado, ya la noche se había acentuado, el frío así como la penumbra dominaron las calles así como los hogares, entre todos estos hogares yacía lemy tirado en su cama viendo el techo, estaba cansado, sus ojos empezaban a cerrarse y así mismo sus pensamientos crecieron en medio de un monologo consigo mismo.

Lemy: vaya- cerro sus ojos ante el cansancio- nunca pensé estar así.

La reflexión de todo lo que sintió después de conversar con su padre lo hacía sentir peor, había atravesado todas las etapas posibles del duelo negación, ira, desespero, etc.

Había intentado desmentir la respuesta de su padre de mil y un formas, intento hallar como fuera caminos hacia lacy de nuevo, la frustración apareció al no encontrar nada que desmintiera o solucionará este problema que el mismo se había formado, había perdido todo el día en esa maraña de pensamientos, estaba hambriento, decepcionado y triste.

Tenía que aceptarlo, tenía que dejarlo doler, debía ser capaz de aceptar que había perdido, nunca fue bueno para eso pero para todo había un primera vez. Aún así algo no se sentía bien con la conclusión de su padre.

Lemy: ya no importa, lo verdaderamente importante aquí es que perdí- suspiro- na, no se puede perder lo que nunca tuve, o no quise tener.

Tomo asiento en su cama, sentía el mundo sobre el, sin duda está maldita ansiedad lo maltrataba, y si no la controlaba con el tiempo lo aislaría, este día no era más que una prueba de lo que sería sino hacía algo al respecto con este tema, con sus celos infantiles y sus ansias de control, no había cenado o almorzado, no había estado tranquilo en todo el día y no había hecho algo productivo.

Era obvio que una vida con esa rutina sería una tortura para el, debía entonces tomar la voluntad de cambiar por más que eso costará, y dejar de lado el tema de lacy, por más que eso lo matara, tenía fe de que como cualquier herida simplemente pasaría con el tiempo y el cuidado necesario.

Lemy: bien, es tarde, tengo hambre y francamente una buena cubeta de helado suena genial, supongo que ser miserable tiene algo bueno al final.

Así se levantó de su cama, abrió su puerta en absoluto silencio y con las mismas bajo al primer piso de su casa.
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Lupa: despertó- dijo en un susurro aún acostada en su cama.

Libby: ok, pues déjalo, que podemos hacer ahora? Papá dijo que necesitaba espacio.

Lupa: si claro, si no fuera por la comercializadora de besos no lo necesitaría.

Lacy se quitó con agresividad y cansancio su cobija de la cara para luego cubrirla con sus manos.

Lacy: arrrgggg- gruñó arta- ya te dije la razón, así que podrías dejarme en paz?.

Lupa: si claro, que es toda esa basura sobre lo de lemy, explicare ahora?.

Lacy: es lo que es Lu, déjalo así, lemy tiene sus prioridades y yo las mías, es así de simple.

Libby: creo que estás siendo algo precipitada laz, no lo crees?.

Lacy: sino recuerdo mal, tu también ibas a rendirte, y el apareció, bueno, ya van unos días desde eso y no veo mejora hermana?, así que dime por qué debería seguir solo aferrada a lem? Es mi hermano y lo amo, pero él no lo hace conmigo, siendo así tengo dos opciones, morirme esperando algo que no parece llegar o simplemente seguir y ya.

Lupa: no es tan sencillo, no crees que tal vez tú no has puesto algo de esfuerzo? Crees que solo ser mimada y empalagosa es suficiente, no te esfuerzas en llamar su atención, crees que por qué sabes que lo amas el lo sabe? Es como poco estupido asumir eso.

LEMY LOUDWhere stories live. Discover now