LOUIS:
Claro, ma petite.
Cuéntame.

Claudia respira hondo, emocionada y con nostalgia.

CLAUDIA:
Es... especial.
Le gusta la música... toca el violín.
Y su papá... estudia mapas, investiga cosas del mundo...
Es... muy inteligente.
Y su mamá... murió cuando ella nació.
Por eso Lector siempre ha sido fuerte... pero también muy sensible.

Plano detalle de Louis:
Su mirada se suaviza, una mezcla de ternura y respeto.
Observa cómo Claudia habla con cariño, incluso a través de su propia eternidad inmortal.

LOUIS:
Entiendo...
Eso explica mucho.
La fortaleza... y la curiosidad...
Y también el dolor que lleva consigo.

Claudia asiente, mirando el agua con melancolía y un brillo de esperanza.

CLAUDIA:
Quiero verla... hablar con ella...
Aunque sea peligrosa para ella...
Es mi amiga... y la extraño.

Louis suspira, comprendiendo su necesidad de conexión humana, pero consciente del riesgo.

LOUIS:
Lo sé, Claudia...
Pero cada encuentro... cada interacción... debe ser cuidadoso.
Lector es humana... y frágil a nuestra eternidad.

Claudia toma su diario y lo abraza con fuerza, como si pudiera guardar todas sus emociones allí mientras observa a su padre con ojos suplicantes.

CLAUDIA:
Lo sé... pero... quiero intentarlo.

Plano general:
El bote flota silencioso en medio de los pantanos, rodeado de niebla.
Louis la observa, consciente de que su pequeña vampira está aprendiendo a equilibrar la curiosidad, la amistad y la inmortalidad, mientras su mundo humano y vampírico comienzan a chocar cada vez más.

[MÚSICA: suaves notas de violín mezcladas con piano melancólico]
El agua refleja la luz del amanecer, simbolizando tanto la fragilidad de la vida humana como la eternidad de Claudia.

CORTE A NEGRO.



[INT. ÁTICO DE LOUIS — TARDE]
Plano medio.
Daniel Molloy se reclina en una silla, cerrando momentáneamente el diario de Claudia.
Desde la habitación contigua, se escucha el murmullo rítmico de Rashid rezando.

Daniel frunce el ceño, intrigado y pensativo.

DANIEL (para sí mismo):
¿Cómo se sentiría Mahoma acerca de los vampiros...?
Y... ¿cómo puede Rashid adorar a dos dioses a la vez?

Se pasa la mano por el rostro, tomando un respiro, antes de volver su pensamiento hacia Claudia.

DANIEL:
A pesar de ser... una máquina de matar,
no puedo evitar que me guste...

Plano detalle: Daniel se levanta, caminando hacia la puerta de la habitación contigua.

DANIEL:
Lo siento... no quería interrumpir tu oración.

Rashid levanta la vista brevemente, con una leve sonrisa y dice:

RASHID:
Asr namozi.

Daniel lo mira sorprendido, deduciendo que Rashid no es originario de Dubai.

DANIEL:
Entonces... ¿no eres de aquí?

Rashid responde con calma, mientras vuelve a su posición de oración:

RASHID:
Dubai es un niño... nadie es nativo.

interview with the vampireWhere stories live. Discover now