Parte 7. Roban la tienda

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( Lana)

Esto es lo que nos faltaba, estaba hablando tranquilamente con Lennon hasta que llego Lena y su estúpida broma de polvo pica pica.

Bueno yo le di la idea, pero ¡igual!

Y ahora esto. Unos 2 hombres con máscaras y con unas pistolas en la tienda, estaba completamente asustada, bueno todos estábamos asustados, no sabía qué hacer, los 4 estábamos temblando, Lenny estaba pálido, al igual que su hermano, mi hermana ni siquiera tenía alguna expresión en su cara, solo veía a los dos hombres enfrente de nosotros. Los dos hombres le pidieron a Lena que abriera la caja registradora y ella solo los miraba, no se movía, no hacía nada.

—Mueve el trasero y dame el dinero ¡ahora! —exclamo uno de los hombres. Lena asintió lentamente, se acercó a la caja registradora pero luego negó con la cabeza.

—Yo no les pienso dar el dinero-ella volvió a negar con la cabeza— tengo que trabajar todos los días para ganar una miseria, y ustedes llegan con sus armas y se lo quieren llevar de la forma fácil, y no los pienso dejar.

Lena es una estúpida en los peores momentos...

—Mira niña, no estoy para tus bromas, dame el dinero y no saldrás herida— dijo el más fuerte de los dos.

—Ya he dicho que no— mi hermana miraba a los hombres relajada, pero sabía que por dentro suplicaba para no morir, porque digo, con hombres como estos nunca se sabe.

De un momento al otro uno de los hombres se molestó y se acercó a mi hermana y le apunto su arma a la cabeza— te he dicho que me des el dinero.

— Y yo te he dicho que no— pero que necia la van a matar. Tragué duro, señor Jebus, sino matan a mi hermana te juro que me meto a monja.

— ¿Sabes qué? A ti no te hare daño— dijo él y yo suspiré. Genial, Jebus escucha mis plegarias— tú eres una simple empleada, mejor mato a los chicos, los he observado y sé que son los hijos de la dueña de este lugar.

—Espera te podemos dar mucho dinero, solo no nos mates— dijeron los hermanos al unísono, Lenny estaba asustado y Lennon solo se puso más pálido que antes.

— ¡Silencio! —ordeno, el líder de los dos, o eso supongo, ya que era el más fuerte— mataremos al niño de ojos claros — señalo a Lenny— solo para poner alerta a su mamá, si no nos da más dinero matamos al otro.

Lenny estaba a punto de llorar rogando por su vida, Lennon ya se le estaban volviendo los ojos rojos, supongo que al también le estaban dando ganas de llorar. Señor Jebus ya que escuchaste mi primera plegaria, entonces escucha esta, dejalos vivir, por favor. Amén.

— Pero yo no he hecho nada—suplico Lenny-por favor dejame vivir—luego señalo a mi hermana — ella fue la que les contesto ¡mátenla a ella!

—Yo también te quiero, Lenny — respondió mi hermana irónica— yo que tú —señalo al hombre que apuntaba a Lenny — lo mato por bocón.

— ¡Bueno ya! — dijo el hombre del arma — ¿tus últimas palabras niño?

—Primero, Lennon, me comí tu helado, lo admito fuí yo.

— ¡Lo sabía! —exclamo Lennon —creo que si mereces morir, nadie toca mi helado.

—Vaya, ya sé cuánto me quieres — suspiro Lenny— en segundo, me gusta ver a Lena molesta, por eso le gasto bromas — susurró, pero creo que todos llegamos a escucharlo, ya que la tienda estaba en silencio.

—Bueno, ya basta de sus estupideces, ya dijiste tus palabras, adiós — el hombre jalo del gatillo y todos cerramos los ojos para no ver, pero pasaron unos segundos y nada.

— ¿Pero qué...? — pregunto Lenny y abrí mis ojos, mi hermana y los dos hombres empezaron a reír, la pistola que tenían era de agua.

— ¡Casi te haces pipi encima! — exclamo mi hermana riendo.

— ¿Qué acaba de pasar? —pregunto Lennon confundido. Los dos hombres se quitaron las máscaras.

Ahora todo tiene sentido. Era la broma de mi hermana.

Eran Evan y Cris, los chicos del instituto que le prometieron a mi hermana que la ayudarían con alguna broma. Los tres estaban riendo a más no poder y Lennon y Lenny solo los miraban mal.

— ¡¿Todo fue una broma de mal gusto?! — grito Lenny molesto.

—No te molestes Lenny, ya admitiste que te gusta hacerme bromas, y si tú me haces bromas yo las puedo hacer peor, nadie se mete con ¡Lena Stone!

—Lena esta vez te excediste un poco — a veces me frustra la estupidez de mi hermana.

— Nadie salió herido, solo eran pistolas de agua y un susto, pero eso es todo— mi hermana suspiro y luego se sento.

—Te excediste, ya verás Lena, ya verás. —Lenny salio de la tienda molesto y tras él fue su hermano.

*****

¿Pensaron que los mataría? Lena Stone es tripiante.

Ann Mary

Bromas de gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora