Besa a Hob sin desperdicio, restregando su cuerpo contra el otro, en busca de fricción y penetración. No le importa realmente a donde lleve todo esto, no está preparado para la conversación, las decisiones o la vida que debería vivir, pero ¿qué le importa? Debía morir y no lo hizo, mató a su hijo, casi destruye su reino y la realidad con él. Nunca ha sabido cómo administrarse, solo conoce de la ambición sincera por sus propios deseos. Casi con desesperación, deja que el otro les guíe en medio de las sombras, de la oscuridad que se cierne —literal y figurativa— a su alrededor.
Se deja llevar, abriendo la puerta del departamento con sus poderes, intentando no ocasionar algún suceso extraño en el pub, cuando un dios se manifiesta de forma tan permanente en el sitio de adoración, es posible que todos a su alrededor se vean afectados. Sus prendas desaparecen sin necesidad de alguna manifestación metafísica, sino con ayuda de las manos de Hob, que lo adoran sin parar, los besan allí donde se revela cada vez más piel; no puede evitar los ruidos excesivamente alegres, la determinación de Hob mina cualquier cosa que pudiese pensar antes cuando se arrodilla, después de dejarlo en mitad de la sala, para usar su boca en otro tipo de idolatría. Los movimientos de la lengua sobre su erección, los ojos pardos que se entrecierran por la pasión, el miedo absoluto a que aquello acabe. Podría morir de nuevo aquí mismo.
Deshace sus ropas en un suspiro de sueños, tira de Hob de nuevo a su altura, allí, en medio del apoteósico centro de aquel lugar embrujado, deja que lo tome con toda la fascinación y el miedo que ello conlleva. Cuando Dream ha amado, eso lo ha convertido en un idiota y ha puesto a sus compañeras en peligro, pero Hob, Hob desdibujó las reglas del universo para traerlo de vuelta, se lo debe —a ambos—. Por eso, no reniega de la alfombra por la que ruedan en un enjambre de besos, de sonidos aplastados por la carne que choca, por el insistente vaivén de la pasión convertida en rito. Se disgrega en las sensaciones físicas que se acumulan en su cuerpo, el calor, el roce, el placer; en el sabor de la pasión que se conjuga en la saliva, el sudor, los suspiros y la piel excitada; en los colores que son cada vez menos ellos, el blanco y el rojo peleando lugares, el negro que se convierte en chispas al cerrar los parpados, el marrón de la madera en el techo que es lo último que ve antes de dejar que el orgasmo arrase con cada uno de sus sentidos.
Se queda allí, suspendido en la incredulidad de la situación.
Abraza el cuerpo de Hob Gadling como podría abrazar solo a las estrellas en el momento de su creación, como una cosa tan ingenua, tan poderosa, tan llena de sí misma.
—Dream, paloma... me estás ahogando —se queja su amante, con a penas movimiento contra su pecho.
Lo suelta, lo deja ir. Es de pronto todo tan frío, tan ajeno, tan solitario. ¿Cómo pudo pensar en la muerte si no puede soportar ahora el no tener a Hob pegado a cada centímetro de su piel? ¿Había sido tan egoísta como para negar esto a ambos? Se quiere quejar, quiere expresar lo mucho que lo siente, lo mucho que no entiende bien sus propios sentimientos.
Solo atina a llorar, a llorar por todas las veces anteriores que no ha llorado. Se gira sobre sí mismo, como el gato que lo acompañó en el más allá. Está descompuesto, es una lluvia fortísima azotando los techos de una ciudad desierta. Hob lo acuna, sus pieles juntas una vez más.
—Hazlo —pide Hob, besando su espalda—. Puedes convertirme en polvo con tus propias manos si es lo que te hace falta, solo no vuelvas a alejarte de mí.
La declaración araña dentro de su alma, sangra los errores que no han tenido ni han querido ser reparados. Es tonto. Es inmensamente tonto. Ingenuamente poderoso.
—No me vuelvas a dejar intentar alguna locura —pide, ruega—. Nunca más puedes apartarte de mí.
—Te iba a esperar durante el resto de la vida del universo —confiesa Hob—. ¿Cómo podría dejarte ir otra vez?
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In the Dark
Fanfiction[Hob Gadling/Dream the Endless] Dream ha muerto. Su existencia no es más que un rastro de consciencia esperando desvanecerse, pero no puede. Sigue escuchando voces, conversaciones, sigue sintiendo el calor de los gatos con los que paseaba en sueños...
*~~* One-Shot *~~*
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