—Se lo merece, es un idiota.
Anne, que sale de la trastienda con una sonrisa y su plato de desayuno, refunfuña: —No creo que nadie viva por tanto tiempo con alguien a quien considera un idiota.
La puerta cruje, sabe quien es, todo en la casa vibra cuando él regresa; el mismo Dream se haya esperando ese pequeño momento en que el aire parece levantar las cosas de su sitio, cuando pareciera que su propio poder se ve brevemente incrementado solo por voluntad.
—En realidad es un terrible novio —menciona, seguro de que Hob está escuchando todo—. Le terminé y aún así hizo un berrinche para que regresará, ahora no puedo salir de aquí.
Detrás suyo, puede escuchar los pies de Hob tropezar, sus zapatillas ya desgastadas chocando contra la pata de una silla y sus manos buscando asirse a cualquiera de las superficies cercanas. También puede escuchar sus corazón, retumbando con impaciencia en su pecho y el calor que sube por sus mejillas sin ningún obstáculo. Así, quizá, la próxima vez que construya un santuario sea más consecuente con el dios que lo habita.
I wanna have a silent kiss , I wanna make you mine,
I'm thinking, you can't leave me now
Stay with me somehow
Stay with me somehow
Come with me where the magic is,
There is more than light we can share
We could own the sun and moon
Esa noche hay una banda en vivo que canta los poemas de Federico García Lorca, un poeta español al que Dream no conoció pero en el que encuentra un gran regocijo cada vez que lo lee o lo escucha interpretado por alguien (3). Tiene vagos recuerdos, si se adentra en su propio ser, del niño que soñaba con el mundo lejano a la rural Granada en la que había nacido, en la que una vez fue su biblioteca encontró una vez un diario deshojado en el que el hombre dejaba a descubierto cada uno de sus sentimientos. No lloró, pero algo dentro suyo, algo de eso que era solo suyo entonces. fue removido, como el cáncer en los humanos.
Ahora, sentado en su mesa habitual en el fondo de la habitación, con un vaso de vino más caro que el platillo más gourmet del lugar, se pregunta si vale la pena todo esto. Si en realidad puede vivir así para siempre, si las cosas valen la pena. No es que antes no quisiera vivir, no es como si el peso cargado no se hubiera desplazado, es solo que su propia naturaleza lo ha acostumbrado a cuestionar las posibilidades de todo... ¿Y sí?... Siempre hay uno al final de sus diatribas, siempre hay uno cuando las historias acaban, siempre hay uno cuando la esperanza es el único refugio. ¿Y si vuelve a intentar morir? ¿Y si Hob se suicida si lo vuelve a hacer? ¿Y si Hob hubiese seguido con su vida? ¿Y si su hermana, entrometida como es, jamás le hubiese negado su don a Hob? Ese último es el peor, porque lo condiciona a imaginar que ningún otro ¿Y sí? sería posible.
Se recuesta en su banco, ve llegar a las parejas, a los grupos de amigos, a los desafortunados locos solitarios. Mira el cálido candor en las paredes, escucha la música bien escogida; mira el mundo, se maravilla con él.
¿Por qué Hob hizo todo esto? No se ha atrevido a preguntarle. No se atreve porque conoce la respuesta, bulle en la magia que se desliza por sus dedos y le permite inmiscuirse en la imaginación de la pequeña mujer que canta, para inspirarla. Sabe a lo que sabe el amor, a la tierna y arrolladora fuerza que pone historias dramaticas en los libros del escritor que garabatea al son de la musica y de la cuarta cerveza en la mesa 25; así como las vivida imagenes de sexo y delirio de las dos chicas que, aferradas la una a la otra, corean el estribillo cerca a de un candelabro.
—Dream —su amigo se desliza por el sofá con cuidado, quedándose a una distancia prudente—, ¿quieres más vino? Anne pregunta si deseas comer también.
—No, no me apetece ninguna de las preparaciones mortales —los haces de luz en la cabeza de su amigo resaltan sus rasgos toscos, su mirada cautivadora, la ligera hendidura en su barbilla. No es guapo como lo sería un actor o un modelo; es atrayente, su voz gruesa, sus manos amplias, el olor a sudor y esfuerzo. Dream sabe porque las estudiantes hacen cola en su despacho después de las clases—. Quédate conmigo, quiero compañía.
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In the Dark
Fanfiction[Hob Gadling/Dream the Endless] Dream ha muerto. Su existencia no es más que un rastro de consciencia esperando desvanecerse, pero no puede. Sigue escuchando voces, conversaciones, sigue sintiendo el calor de los gatos con los que paseaba en sueños...
*~~* One-Shot *~~*
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