Snapchat (Saga Diana 1)

Capítulo 2

Miro su nombre de usuario carlosauryn.

Me meto en las fotos que ha subido hoy y la verdad es que feo tampoco es el muchacho aunque a mí me gusta más el moreno con barba, no sé cómo se llama. De repente veo que el tal carlosauryn ha vuelto a hablarme.

Es una foto de él en la bañera en la que solo se le ve el cuello. Con la frase: "¿Te ha comido la lengua el gato? Quiero seguir hablando contigo". Este se cree que por tener millones de crías a sus pies ya todas las tías del mundo lo estamos. Lo lleva claro.

Hago una foto a mi mano haciendo un corte de manga con mis muslos de fondo y se la mando. "No estoy tan desesperada como tú". Me entran ganas de estampar el móvil con la pared pero como no me van a comprar otro mis padres, rechazo esa idea.

- Diana, mamá dice que a cenar. -Dice mi hermana.

Sí, me llamo Diana. Mi hermana se llama Olga, es más baja que yo, rubia y con unos increíbles ojos azules. Yo soy dos años mayor, tengo ojos marrones y soy morena, normalucha, aunque ahora mismo llevo el pelo teñido completamente de verde. Es un poco raro pero a mí me gusta cómo queda.

Tras cenar, me lavo los dientes y me acuesto inmediatamente después. Mañana comienzas las clases, e inicio segundo de bachillerato.

Me despierto a las siete de la mañana con la melodía de "Adiction" también de Amelie, me gusta mucho ese grupo pero no soy superfan como mi hermana con Auryn. Me levanto de la cama y me visto con una camiseta corta negra con letras blancas, unos vaqueros cortos negros y mis vans también negras. No es que sea gótica o algo parecido simplemente me gusta este color. Y como último toque mis inseparables pulseras.

Entro en el baño y recojo mi larga melena hasta debajo del pecho en una coleta alta. Me hago un selfie del cuello para abajo en el espejo de mi habitación y la subo a snapchat. En la cocina ya está desayunando mi hermana.

- Buenos días. -Exclama al verme entrar.

- Hola. -Saludo alegremente, raro en mí que cuando madrugo estoy el resto del día de un humor de perros.

Me preparo un vaso de leche con cereales. Me lo tomo rápido y me lavo los dientes. Meto en la mochila el estuche y folios por si tengo que apuntar algo.

- ¿Viene hoy a recogerte Míster Increíble? -Me pregunta mi hermana, nunca le cayó bien Cesar.

- Le he dejado.

No se le cae la mandíbula al suelo porque la tiene pegada.

- ¿Qué?

- Me puso los cuernos con otra -Me muerdo el labio dudando si contarle los del intercambio de fotos con Carlos o no. Decido no contarle nada. No creo que vuelva a mandarme alguna foto. Fui bastante clara con lo que le dije.

Salimos las dos de casa y le acompaño hasta su instituto que me pilla de camino al mío. No estudiamos en el mismo ya que yo estoy haciendo un bachillerato artístico.

Antes de entrar en clase, pongo el móvil en silencio. Veo que tengo un nuevo mensaje de snapchat. De nuevo es Carlos. Me manda un video, en él sale él cantando una estrofa de una canción. "I see you making eyes at me My heart goes boom Even though you're out my league I want you"

Decido hacer una foto de mis zapatos y mandar una frase. "Tú lo has dicho, estoy fuera de tu liga". Carlos vuelve a mandarme un video: "Eres un pequeña mentirosa y no me gustan las mentiras". Bloqueo el móvil y lo guardo en el bolsillo de mi pantalón.

Entro en clase y me siento en última fila como todos los años. A mi lado se sienta mi mejor amigo, Miguel. Él es más alto que yo, y eso que mido 1'70, rubio, con bonitos ojos marrones. Es muy dulce y le encanta ayudar a la gente. El profesor empieza a contarnos exactamente lo mismo que el año pasado. Decido sacar un folio y empezar a pintar algo.

Cuando me quiero dar cuenta estoy pintando un retrato, de un chico con fino labios y un piercing en la nariz, el pelo le cae desordenado por la frente... Inconscientemente he pintado a Carlos.

- ¿Quién es? -Me pregunta mi mejor amigo en un susurro.

- Una larga historia, después te cuento. -Le respondo en su mismo tono.

La campana suena y por fin me puedo ir a casa. Le mando un WhatsApp a Olga para ver si ya ha salido de clase pero no lo ve por lo que supongo que saldrá más tarde que yo. Miguel me acompaña a casa y por el camino le cuento toda conversación con Carlos.

- Si es guapo y no lo quieres, para mí. -Dice cuando acabo de contarle todo.

Llego a casa y le pregunto si quiere entrar pero lo rechaza porque le está esperando su madre en casa. Mis padres trabajan de sol a sol. Mi padre es directivo en una importante empresa y ahora mismo está de viaje de negocios, o eso dice, y mi madre también trabaja en esa misma empresa.

Al entra en casa, me quito los zapatos y me tiro encima de mi cama. Reviso mi móvil en busca de alguna notificación y veo un nuevo snapchat de Carlos. ¿Este chico no se va a cansar nunca? Esta vez es solo una foto en negro con un texto escrito:

"¿Por qué no me respondes?"

"Estaba en clase". Respondo mandándolo una foto igual que la suya.

"¿Por qué no me pasas tu número y seguimos hablando por WhatsApp?", me manda junto a un selfie suyo en un espejo.

Me hago yo también un selfie en el espejo pero sin que se me vea la cara "¿Te crees que doy mi número a cualquiera?"

"¿Te crees que yo lo hago? Pásame aunque sea tu twitter." Esta vez es una foto solo de su cara.

Sopeso la idea cuando veo que le ha hecho una captura a mi última foto que le he mandado. Me meto en la red social del pajarito azul, le sigo y le pongo un tuit:

@dOfDisaster: @CarlosAuryn soy la de snapchat

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Treinta votos en el primer capitulo, espero que siga gustando tanto.
Pd: Un besito para mi if que los proyectos con el son el doble de genial.
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