Invisible String. 𝒇𝒕 victor | zombies 4: the dawn of the vampires

𝐜𝐡𝐚𝐩𝐩𝐞𝐫 𝐟𝐨𝐮𝐫 ❝the boy from the shady-side❞

Yo rodé los ojos con una sonrisa divertida. Nova, unos pasos más adelante, se giró solo para fruncir el ceño y negar con la cabeza.
   
— Odio la noche, es tan oscura, tenebrosa... y tan húmeda — murmuró Ray entre quejidos, como si fuera a vomitar de solo pensarlo.

Su grito sobresaltó a varios de los Daywalkers que caminaban cerca, haciéndolos retroceder, y al mismo tiempo captó la atención de un grupo de vampiros.

Algunos de ellos se detuvieron en seco, se giraron hacia nosotros y comenzaron a reírse como si les divirtiera muchísimo lo que estaban viendo.
   
— Un grupo de Daywalkers miedosos — dijo la misma chica que, una hora antes, casi nos había hecho matarnos entre todos.

Se adelantó entre los vampiros, con una sonrisa peligrosa. Ray dejo de abrazarme y se paró enfrente de ella.
   
— Miren a los farsa-ampiros, no asustan a nadie. Ni siquiera tienen colmillos — Dijo Ray burlándose de los vampiros junto a los Daywalkers. Negué divertida y mire a Nova quien sonreía por las idioteces que decía Ray.

Y fue ahí cuando cambió. Los ojos de la chica se volvieron de un escarlata brillante, como brasas encendidas. Un resplandor metálico cruzó sus pupilas, y justo después, le salieron colmillos afilados que se asomaron con una sonrisa burlona.

El aire se puso pesado.

Los otros vampiros, como si hubieran recibido una señal, imitaron su acción: dejaron salir sus colmillos, sus ojos cambiaron, y todos a la vez hicieron un movimiento amenazante, como si fueran a lanzarse sobre nosotros.

Ray soltó otro gritito agudo y dio un paso hacia atrás. Los Daywalkers que estaban a su alrededor se sobresaltaron tanto que retrocedieron al unísono.
   
— No puedo creerlo... — susurre, casi sin voz — Noche real...
Ray me miró de reojo, confundido.
  
— ¿Qué estás diciendo? — preguntó con una mueca rara, como si le hablara en otro idioma.

No le respondi. Levante la vista, observe las luces colgando, el cielo oscuro punteado de estrellas y la niebla baja sobre el suelo.
   
— Es tan hermosa... — dije, como si hablara de un sueño.
Y entonces lo vi.

Al girar la cabeza, mis ojos se toparon con los de Victor, el vampiro que me había estado observando desde lejos. Él me sostuvo la mirada y me regaló una pequeña sonrisa ladeada, casi encantadora.

Me tense por un instante, sorprendida. Pero luego, como si algo dentro mío se relajara, le devolví la sonrisa tímidamente, apenas curvando los labios. Nova, al notar el gesto, alzó una ceja con interés.
  
— ¿Nos vamos? — me preguntó Nova, como si no hubiese notado nada, aunque claramente sí.

Ambas comenzamos a caminar hacia la cabaña que nos habían asignado, dejando atrás la tensión, los vampiros transformados y los murmullos de los demás Daywalkers.
   
— ¡Les enseñaré a no meterse con los Daywalkers! — gritó Ray, furioso.

Sin dudarlo, formó una esfera solar en cada mano. Los demás Daywalkers lo siguieron al instante, activando las suyas. Las esferas brillaban con intensidad, ardiendo en un tono dorado que iluminaba el lugar.

Los vampiros copiaron la acción. La piedra de sus collares se iluminó al mismo tiempo. Sus colmillos salieron de golpe y sus ojos se volvieron de un rojo intenso.

La tensión entre los dos grupos subió en segundos. Nadie se movía, pero todos estaban listos. Nova suspiro a mi lado viendo a Ray.

Y justo en ese momento, apareció Zed.

Se metió entre Ray y la chica vampira, y los rodeó con los brazos como si no pasara nada.
   
— ¿No les encanta estar aquí? — preguntó, sonriendo como si todo fuera un juego.