𝐜𝐡𝐚𝐩𝐩𝐞𝐫 𝐟𝐨𝐮𝐫 ❝the boy from the shady-side❞

Depuis le début
                                        

— ¿Qué cosa? — me respondió frunciendo el ceño, mirándome de reojo.
   
— Lo que dijo papá... — exhalé, como si solo decirlo me doliera — Que si es necesario, destruyamos a los vampiros... Que tomemos la fruta solo para nosotros.

Nova no dijo nada al principio. Sus ojos se clavaron al frente, en la espalda de Zed que marchaba unos pasos más adelante. Luego bajó un poco la mirada y murmuró:
   
— Estamos haciendo esto por nuestra gente, Delia. Por mamá.

Su voz sonó firme, pero también había algo quebrado ahí, en ese "mamá". Algo que me dolió más que cualquier otra cosa. Sentí un nudo en el pecho.
  
— Pero... si lo hacemos así, si los traicionamos... solo seguimos repitiendo lo que se ha hecho durante siglos. Lo mismo de siempre. Nosotros, traicionando. Ellos, atacando. ¿Y si esta vez pudiera ser diferente?

Nova se detuvo un segundo, y yo también. Nos quedamos atrás del grupo. Ella me miró seria, con esos ojos idénticos a los de mamá.
   
— No seas ingenua, Delia — susurró — Esa gente no va a compartir nada con nosotros si no los controlamos primero. Papá lo sabe. Y si conseguimos la fruta... mamá podría curarse. Eso es lo único que importa.
  
— Pero no así... — le dije, sintiéndome más pequeña que nunca — No mintiéndoles mientras les damos la mano.

Nova suspiró fuerte y retomó el paso, pero aún sin dejar de mirarme.
   
— Hazlo por ella — repitió, con dureza. Como si supiera que esa frase era mi punto débil.

Me quedé quieta un segundo. Apreté los puños. Odiaba que tuviera razón. Pero también odiaba que papá nos usara como peones. Que nos dijera que íbamos a colaborar... solo para luego ordenar una traición si era necesario.

¿Esa era la líder que él esperaba que yo fuera?
   
— Serás una buena líder para nosotros... — me dio una sonrisa sincera y yo negue divertida.

Llegamos al campamento, yo mire sorprendida, la noche, era tan hermosa como decían los libros de los antiguos dioses del Sol.

Sonreí suavemente, casi no se veía nada, la luna iluminaba el lugar. Zed se acercó a una ¿Linterna gigante? No se que hizo. Pero todo de repente se iluminó.

Las casitas de madera colgaban entre las ramas de un árbol enorme, como si el bosque mismo las hubiera construido.

Tenían luces de colores por todas partes, algunas titilaban, otras colgaban en forma de guirnaldas que cruzaban de cabaña en cabaña, formando un puente de estrellas bajas.

Me quede completamente en silencio.
  
— ¿Es... es un árbol o una ciudad? — susurre, con los ojos abiertos como platos.

Nova, que hasta ese momento no había dicho nada, soltó una carcajada suave.
  
— Esto no es un campamento. Esto es una locura.

Había escaleras que se entrelazaban entre ramas gruesas, balcones con faroles encendidos, ventanas pequeñas con cortinas de colores y puentes de madera que crujían con el viento.

Todo parecía flotar. Todo parecía imposible.

Y sin embargo, ahí estaba.

Zed se giró hacia nosotras con una sonrisa orgullosa, como si él lo hubiese construido con sus propias manos.
   
— Bienvenidas - dijo simplemente.

Nova y yo nos miramos con una sonrisa. Pasamos la entrada, había neblina en el suelo. Miramos todo con una sonrisa.

Escuchamos un búho ulular desde lo alto del árbol, haciendo que Ray —que estaba a mi lado— soltara un chillido agudo y se aferrara a mí como si fuera un niño pequeño. Me rodeó con ambos brazos y se escondió contra mi hombro.
  
— ¡Demonio nocturno! — gritó, temblando mientras me apretaba.

Invisible String. 𝒇𝒕 victor | zombies 4: the dawn of the vampires Où les histoires vivent. Découvrez maintenant