── 𝐈𝐍𝐕𝐈𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄 𝐒𝐓𝐑𝐈𝐍𝐆 .ᐟ ➤ ❛Delia lo reconoció antes de que siquiera dijera una palabra. No porque lo conociera, sino porque ya lo había visto. En sueños. En destellos. En visiones que no le pertenecían❜
❛Victor también se detuvo al ver...
El padre asintió, confundido, con miedo. Apretaba los puños, como si no supiera si llorar o llorar.
Salieron sin más, dejando al padre sosteniendo al bebé y a las comadronas atendiendo a la madre. Afuera, el eclipse terminaba, pero dentro de esa casa, el sol y la luna habían dejado un nuevo misterio en la tierra.
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Un gemido sonó en la habitación.
Delia suspiro entre las sábanas, agotada, ¿de que? posiblemente de su hermana.
Últimamente esta muy insoportable, es un año menor que ella. Sus padres ya están cansados de que peleen a cada rato.
Con un gran ceño en su rostro se levantó de su cama, esta de vacaciones, dos semanas, dos semanas sin el colegio, dos semanas en donde deba posiblemente aguantar a los amigos de su hermana.
Fue al baño a hacer sus necesidades, vio en su rostro como tenía ojeras por la noche anterior —no hay tal noche—, no había dormido nada, tal vez unas tres horas. La noche anterior había tenido el mismo sueño de siempre.
Era raro, no sabía como explicarlo, era como si cuando dormía tenía sueños extraños.
Había un bosque. No un bosque cualquiera, Era alto, oscuro, pero no daba miedo. Tenía como... luz entre los árboles, una neblina rara, y hojas flotando, como si el tiempo estuviera detenido.
Y ella estaba ahí, descalza, caminando sobre la tierra húmeda. Sentía el suelo frío. Y aunque sabía que estaba sola, no se sentía sola.
Y entonces, aparecía él. Un vampiro, eso la aterraba, odiaba soñar con eso. Cada noche.
No sabía quién era. Nunca lo había visto. Pero siempre aparecía.
Parado frente a ella, con los ojos fijos, como si la esperara. Era más alto que ella, tenía el pelo oscuro, más bien rojo oscuro, la ropa roja con un pantalón negro.
Ella lo miraba también. Y aunque no hablaban, sentía que ya lo conocía. Como si se hubieran visto antes. Como si no fuera la primera vez que estaban ahí. Como si él también soñara con ella.
Y después, siempre lo mismo.
El cielo del bosque se volvía naranja, como una puesta de sol, pero también con luna arriba. Una luna gigante. Todo se ponía rojo y dorado. Y cuando él iba a decir algo, cuando abría la boca...
Se despertaba.
Siempre se despertaba ahí. Justo antes de escuchar su voz. Y lo peor es que cada vez que pasaba... se levantaba con el pecho apretado. Como si algo importante se le hubiera escapado.
Un golpe en la puerta la sacó de sus pensamientos, Nova. Insoportable como siempre.
— ¿Vas a salir o no? — Preguntó su hermana. Delia suspiró.
Tenía todo el rímel descorrido, se veía horrible. Lavo su cara así nomas y se hizo una cola de Caballo y abrió la puerta y lo primero que vio fue a su hermana. Esta dio un salto para atrás sosteniendo su celular.
— Te vez horrible — Dijo ella bromeando y Delia rodeó los ojos.
— Como si tu te vieras hermosa todos los días — respondió con sarcasmo. Y la dejo sola, bajo las escaleras y lo primero que vio fue a su madre preparando seguramente el desayuno.
— Buen día, ya era hora de que despertaras — Saludo su madre y cuando observó el rostro cansado de su hija frunció el ceño — ¿Todo bien? — Dijo limpiándose las manos y acercándose
— Si, Si. — Respondió y se sentó en la silla con una pierna subida en la silla. Respondió algunos mensajes que le habían mandado sus amigas.
