No habían aves, todo estaba silencioso, algunos perros callejeros se adentraron al templo del sol seguidos por gatos para refugiarse ahí adentro.
— Para que los animales reaccionen así, algo malo esta pasando — Dijo uno de los más jóvenes y siendo interrumpido por un señor del Sol.
— Tal vez, este eclipse se siente extraño, ustedes, vayan adentro, cierren todo. Toquen la gran campana — Ordenó el más viejo de todos.
— ¿Serán los vampiros? - preguntó otro joven.
— Hagan lo que les pedí, ahora mismo. — Ordenó seco, estos tragaron y asintieron para meterse dentro del templo y cerrar las puertas grandes.
A lo lejos, el horizonte empezó a oscurecer. Primero fue un tono más gris. Después, un naranja opaco. El Sol ya no quemaba. Solo brillaba con una luz temblorosa, débil.
Los Señores del Sol intercambiaron miradas. Algo andaba mal. Muy mal.
— Esto no es como los eclipses normales — dijo el anciano mayor — Este... es el eclipse que ocurre cada cien años. El eclipse completo.
— Pensé que era una leyenda... — dijo otro señor.
Fue en ese momento que un hombre llegó, era el líder. corriendo al templo. Iba agitado, con la ropa desordenada, y las manos manchadas de sangre seca.
Los Gran Señores del Sol retrocedieron menos el jefe, este tomó las manos del hombre joven.
— ¿Que ocurre comandante Bright? — Preguntó preocupado el anciano
— Mi esposa... — jadeó — ¡Mi esposa no puede más! Está dando a luz... pero algo anda mal. ¡No es normal! ¡No puede con el dolor! ¡Esa cosa la está matando!
— ¿Donde vives? — Preguntó el Señor del sol sin importarle mancharse las manos de sangre.
— Síganme! Por favor debe ayudarme! — Dijo el hombre y el anciano asintió y el hombre corrió hacia su casa.
— vamos — Ordenó el señor del sol.
Los ojos de los ancianos se abrieron. Sin decir nada, salieron detrás del hombre. Sabían a dónde los llevaba.
Una casa bonita y moderna, como todas las demás. No era la primera vez que asistían a un parto, pero esta vez no iban como sabios. Iban como guardianes. Como testigos de algo que no comprendían del todo.
La casa era grande, con las ventanas cerradas y un fuerte olor a incienso quemado que no podía tapar el aroma metálico de la sangre.
Desde la entrada ya se escuchaban los gritos. Eran gritos rotos, secos, desesperados. No eran solo de dolor. Eran de algo más. Algo interno, profundo, como si la mujer estuviera siendo partida por dentro.
Las comadronas estaban pálidas. Una de ellas lloraba en silencio, otra no sabía qué hacer con sus manos.
En el suelo, había toallas empapadas, y sobre la cama, la mujer seguía gritando con los ojos en blanco.
No hablaba. Solo gritaba. Como si su alma estuviera siendo arrancada a la fuerza.
— No puede... no puede sola — dijo una de las mujeres
— La bebé no quiere salir... o no puede.
— Usted debe elegir, la bebé o...
— ¡N-no!... — gruño la mujer entre sollozos, había sangre en sus manos, piel grasosa y húmeda por el sudor, mechones de cabellos empapados pegados en su rostro.
— ¡No puedo elegir...no quiero elegir!
La sangre le cubría las manos, la piel le brillaba de sudor, mechones pegados al rostro.
Cada contracción la hacía torsionar el cuerpo, aferrarse a las sábanas con uñas que arañaban la tela hasta romperla.
Sus gritos eran un lamento brutal, un quejido antiguo, como si en cada alarido reclamara algo imposible de nombrar.
En ese instante, la puerta se abrió de golpe y entraron los cinco Señores del Sol, seguidos por el padre pálido, con la túnica manchada de barro seco. No hicieron ruido al cruzar el umbral: sus botas apenas rozaron el suelo.
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Invisible String. 𝒇𝒕 victor | zombies 4: the dawn of the vampires
Fanfiction── 𝐈𝐍𝐕𝐈𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄 𝐒𝐓𝐑𝐈𝐍𝐆 .ᐟ ➤ ❛Delia lo reconoció antes de que siquiera dijera una palabra. No porque lo conociera, sino porque ya lo había visto. En sueños. En destellos. En visiones que no le pertenecían❜ ❛Victor también se detuvo al ver...
𝐜𝐡𝐚𝐩𝐩𝐞𝐫 𝐨𝐧𝐞. ❝ the dream ❞
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