¿Pervertida, yo?

Cabrona!! I don't care

Mi corazón se quebró en ese instante como tanta veces. Me estaba cansando de todo aquello, quería ser una mujer paciente, luchadora pero hay momentos en la vida que te cansas de dar y no recibir nada o quizás lo que se recibe no es lo que esperas. Porque de Víctor solo he recibido desprecio, humillación y solo una migaja de amor y a hora esto.

Cuando pienso que podemos ser una pareja feliz o que hemos avanzado algo pasa alguna cosa.

¿Porque es tan difícil ser feliz?

Me enamore de la persona equivocada y de la manera equivocada. Aposté por este amor el doble sin saber las consecuencias que me esperaban, le entregue todo y me quede sin nada.

-Vanessa en que tanto piensas-Susurra Víctor en mi oído.

Me doy la vuelta dandole la espalda-En nada-Miento con todo los dientes porque Si que pensaba en algo, mas bien en todo.

Me recuesto Y rápidamente gracias al cielo dormí profundamente.

(***)

Cuando desperté Víctor no estaba y lo agradecí quiero pensar bien las cosas, necesito tener la mente fría porque si esta vez salgo por esa puerta es para jamás volver.

El desayuno estaba en la mesa junto con un arreglo de rosas blancas con una tarjeta de Víctor.

-No hay una rosa mas delicada que esta y que refleja la mas dulce inocencia pura, bella en todo su esplendor como tu mi amor.

-Himpocrita-Grite mientras que lagrimas bajaban por mis mejillas-porque una parte de mi quería creerle, que si me amaba que si podemos estar juntos pero otra sabia muy bien que no podía creerle.

Un impulso de nervios me hizo arrojar aquellas rosas puras, delicadas que aunque no tenían la culpa lo reflejaban a él en todo sentido.

Paso un buen rato para poderme recuperar de aquello. Quien sabe porque me las regalaba, tal vez se sentía culpable  por sus infidelidades.

-Vanessa, cariño ya llegue-Víctor se me acerca y me da un pico en los labios.

-Cariño-Le digo irónicamente.

-¿Que paso con las rosas?-Pregunta observando la sala.

-ups! Cariño se me cayeron.

-Esta bien-Se dirige hacia una especie de oficina que tiene la habitación.

Se que no me creyó para nada pero ya me vale madres lo que piense o deje de pensar Víctor. Tengo el corazón destrozado y el alma   Con un dolor inmenso. ¿Porque tuve que enamorarme de ti Víctor?

Lleno la tina de agua caliente y duro un buen rato salgo y me pongo la primera ropa que encuentro, no tengo ánimos pero ay vamos!

-Víctor-le digo

-Si Nena.

-Voy de compras.

-¿Quieres que valla contigo?

-No hace falta.

No le dejo tiempo para que diga otra cosa, ni siquiera se porque le avise supongo que aunque me duela me importa.

Debo admitir que no es que que me gusta mucho comprar pero no encuentro otra estupida manera para entretenerme.

Mi teléfono comienza a vibrar y por poco tiro mi bolsas al suelo.

-Hola-Digo confundida porque no conozco el numero.

-Hey-me grita alguien.

-¿Ruth?-Digo confundida.