Después de terminar los juegos, TN se dejó caer riendo sobre las piernas de Malachi.
—¡Te gané otra vez! —exclamó con orgullo, mirándolo con una sonrisa traviesa.
Él arqueó una ceja y fingió estar ofendido.
—Vamos… sabes que te dejé ganar. —le guiñó un ojo con descaro.
—Sí, claro… —ella se cruzó de brazos, sonriendo divertida—. Entonces, ¿qué te parece si vemos una peli?
Malachi se llevó la mano al estómago con dramatismo.
—Está bien, pero primero vamos a buscar algo para comer, tengo muuucha hambre.
TN no pudo contener la risa.
—Bien… —dijo entre carcajadas.
—Lo siento, es que me encanta comer —admitió él con una sonrisa torpe.
Ella lo miró divertida y negó con la cabeza.
—Lo sé, glotón.
Bajaron juntos a la cocina y comenzaron a preparar pochoclos. Malachi, en un intento de impresionar, tiró algunos granos al aire para atraparlos con la boca, fallando miserablemente y provocando que TN se doblara de risa.
—¡Eres un desastre! —dijo entre risas, mientras lo ayudaba a juntar lo que había caído al suelo.
—Pero un desastre encantador —contestó él, inclinándose un poco hacia ella.
Hubo un instante de silencio, solo roto por el sonido de los granos explotando en la olla. TN lo miró, y la cercanía hizo que se sonrojara. Para disimular, Malachi tomó un pochoclo recién hecho y lo acercó a sus labios.
—Prueba, está perfecto.
Ella aceptó, y al hacerlo sus dedos rozaron suavemente los de él. Ese simple gesto encendió una chispa entre ambos.
Con el tazón listo, subieron a la habitación. Malachi insistió en elegir la película, mientras TN pedía una romántica.
—Vale, pero hoy manda el humor —dijo él, poniendo Scary Movie.
—¿En serio? —TN lo miró entre divertida e indignada—. No tiene nada de romance.
—Nunca falla —contestó él, riendo.
La película estuvo llena de risas y algún que otro susto inesperado. TN se acurrucó contra él cuando un ruido fuerte la hizo saltar, y Malachi aprovechó para rodearla con su brazo. Cuando la película terminó, quedaron en silencio unos segundos, disfrutando de la calma.
Malachi giró hacia ella y, con ternura, le dio un beso suave en los labios.
—Hasta mañana, baby —murmuró con una sonrisa, y le guiñó un ojo.
Ella se rió bajito, mientras él la abrazaba por la cintura y acomodaba su rostro contra el abdomen de TN, acariciándole el pelo hasta que ambos cayeron dormidos.
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Al día siguiente, TN fue la primera en despertar. Bajó a la cocina, donde Felicia ya estaba preparando el desayuno. Ambas se pusieron a charlar mientras cocinaban juntas. Minutos más tarde, Malachi apareció con el pelo despeinado, besó a TN en los labios y saludó con cariño a su madre antes de sentarse a desayunar.
El ambiente se llenó de risas cuando el padre de Malachi entró al comedor.
—¡Pero qué bonita familia tengo! —exclamó con alegría, provocando que todos se rieran.
Se sentó junto a Felicia, y la conversación continuó animada hasta que los padres le preguntaron a Malachi:
—Hijo, ¿cuándo tienes que volver al set a grabar?
—Pues… ya pasó casi un mes —contestó él—. Así que la semana que viene regreso al set.
TN suspiró.
—Y yo vuelvo a la escuela.
—Qué bueno para ambos —dijo Felicia con calidez—. Oye, TN, ¿este es tu último año?
—No, lamentablemente me queda uno más. Tengo casi 17, y debo terminar con 18.
Entre risas y conversaciones, Malachi y su padre se levantaron con una excusa y fueron a la habitación, mientras TN se quedó en la cocina con Felicia. Lo que ella no sabía era que estaban preparando algo muy especial.
Felicia la distrajo con historias y charlas, mientras Malachi y su padre decoraban la habitación. Cuando todo estuvo listo, la madre sonrió con complicidad.
—Ven, TN, acompáñame a la habitación, vamos a ver qué hace Malachi.
Con el móvil grabando discretamente, Felicia la acompañó hasta la puerta. TN entró, y al instante se quedó sin palabras. Frente a ella, Malachi estaba de pie, nervioso pero sonriente. En el respaldo de la cama, brillaban letras plateadas que decían: “¿Quieres ser mi novia?”. Flores adornaban cada rincón, y en sus manos sostenía un ramo de tulipanes, sus flores favoritas.
Él tragó saliva, dando un paso hacia adelante.
—TN… sé que ya estás conmigo, pero siento que no te pedí ser mi novia de la forma más linda. Quiero hacerlo bien, quiero darte un recuerdo bonito que se quede contigo siempre. Porque te mereces algo especial, porque tú eres especial para mí.
TN llevó las manos a su rostro, emocionada, mientras las lágrimas amenazaban con salir.
—Claro que sí, Malachi —susurró, corriendo a abrazarlo con fuerza mientras sostenía el ramo.
El padre, sentado al piano, comenzó a tocar una melodía suave que llenó la habitación. Felicia grababa la escena con lágrimas de alegría en los ojos. Malachi la rodeó con sus brazos y, entre flores, música y amor, aquel instante se convirtió en un recuerdo eterno.
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𝑀𝑦 𝐷𝑖𝑠𝑛𝑒𝑦 𝑆𝑡𝑎𝑟
Random"𝑀𝑦 𝐷𝑖𝑠𝑛𝑒𝑦 𝑆𝑡𝑎𝑟..." Ella solo estaba paseando a su perro. Él era un joven actor que trabajaba en Disney, acostumbrado a los flashes y a los guiones. Lo que empezó como un encuentro casual, se transformó en una amistad especial... y luego...
