"Nunca le he ganado a Youngjae en este tipo de apuestas. Tengo mala suerte".

"Es que el jefe es muy distraído".

"No, yo soy normal. Tú te das cuenta de todo".

El hombre le gruñe a Mark como si no estuviera de acuerdo con sus palabras. Sacude la cabeza, de un lado a otro, y luego pone el billete de $100 en el bolsillo delantero de su pantalón. Donghyuck, mirando de nuevo al cliente, se tragó a la fuerza un suspiro y dejó que se aproximara elegantemente hasta él. Ya no quedaba de otra. Nadie sabe nunca en que está pensando.

Es la clase de hombre que apunta con el hocico de su arma a las personas y luego apuesta mucho dinero solamente porque le da la gana. Aunque sea absolutamente obvio que perderá... Pero tal vez, para Mark Lee era tan normal que no sabía que lo consideraban inesperado o que pensaban que estaba loco. Como era de esperar, era precioso, aún desde el punto de vista de un hombre.

"Youngjae" en realidad se llamaba, Young Minjae. Lo había seguido fielmente por años hasta descubrir que aunque lo parecía, no era del tipo que caminaba por las calles concurridas, no le gustaba el sol, ni hablar, y sus palabras y actitudes eran muy diferentes de lo que se esperaba. No era un hombre que tuviera mucha confianza en si mismo y los años en los que estuvo trabajando le habían dejado secuelas terribles...

Mark Lee, es un hombre italoamericano de 30 años que es famoso por traficar armas. En el exterior, finge tomar una ruta comercial legítima y honesta, pero todos saben que en las rutas ilegales es donde se tiene la mayor riqueza. Era tan cruel y peligroso como los hombres de la mafia o del narco. Tenía los medios y el capital para distribuir y dirigir un negocio peligroso con completo éxito... Al menos hasta el momento lo había hecho muy bien. Se rumoreaba que su abuelo era un ejecutivo de la mafia italiana, los "Cosa Nostra", pero no se ha revelado nada importante todavía. Por lo tanto, no había una, sino dos o más instituciones pisándole los talones cada uno de los días. Por supuesto, entre ellas estaban el FBI y la CIA.

Aunque en los últimos cuatro años habían creído que estaba muerto, sus acciones en aumento eran cuestionables.

Mark levantó la barbilla de Donghyuck con un dedo largo. Sus ojos estaban reflexivamente entrelazados con aquellas pupilas azul oscuro.

"Pero me pregunto... ¿Cómo es que apareció un artículo de mí en el periódico sin que yo me enterara? Si es así, dime qué más decía".

"... Era un periódico de investigación en una universidad. Decía, que una base secreta se instaló hace cuatro años en una pequeña isla en América del Sur. La búsqueda de emergencia fue dirigida por la CIA, pero no encontramos... Perdón, no se encontró nada. Y aunque usted fue arrestado, finalmente lo liberaron sin cargos."

Después de un silencio incómodo, Mark sacudió la cabeza.

"Tu información es bastante exacta. La CIA me causó muchos problemas por un tiempo, sufrí un montón gracias a todos ellos."

Mark se rió, como si estuviera hablando de los chismes de una revista semanal... Pero sus ojos azules pronto parecieron nublarse. Quizá ahora estaba pensando en algo diferente, porque la mano que agarra la barbilla de Donghyuck comienza a cerrarse en sus huesos... El dolor sordo le llenó la piel.

"Entonces, ¿Es todo?"

"¿Perdón...?"

"Lo que sabes de mí, ¿Eso es todo?"

Mirando los ojos prusianos, Donghyuck perdió sus habilidades por un momento... Por supuesto, también sabe que Mark Lee, un traficante de armas peligroso, un hombre de la mafia italiana, un extraño Alfa dominante absolutamente asfixiante. Por lo tanto, tener habilidades y una apariencia así de buena, es una dicha y una bendición en cada sentido de la palabra.

"...Eso es todo."

Donghyuck se mordió la lengua. No tiene que decir cosas peligrosas nada más porque su mente tiene ganas de hacerlo. Mark se rió, con los ojos entrecerrados.

"Entonces solo me reconociste por un artículo en un periódico..."

"Solo un artículo."

"Como dije, eres todo una sorpresa". Mark miró a Donghyuck, como si todavía estuviera divirtiéndose... "¿Por qué fuiste tan indiferente a pesar de que sabías quién era desde el principio?"

El pulgar de Mark frota suavemente su mandíbula inferior, luego sube y se detiene en su mejilla.

Donghyuck quería golpearlo para evitar ese terrible cosquilleo que estaba subiendo... Pero no puede hacerlo porque el hocico de la colt probablemente estaría de vuelta en su cabeza.

"Eres un cliente, me compraste un ramo. Yo no trato mal a las personas que me ofrecen su dinero."

"Que chico tan misterioso. Las agallas dentro de tí deben ser inmensas ¿Cómo puedes ser tan insensible? ¿Dónde aprendiste a actuar así?"

"...Tengo una personalidad fuerte porque soy el dueño de una tienda de San Diego. Hay asaltos. Ya sabes..."

La sonrisa de Mark estaba fruncida al final.

***

db | markhyuckOù les histoires vivent. Découvrez maintenant