Aunque eran plantas en una pequeña maceta y no en un gran patio, estaban vivas y crecían salvajemente. Abriendo sus pétalos cuando los tocaba. Agitándose.

Cuanto más verdes son las hojas, más brillantes florecen los capullos.

Es por eso, que Donghyuck quería desesperadamente que su vida se pareciera más a una maceta que a un ramo feo... Aunque obviamente, dependía de la situación y de las personas que conociera a lo largo del camino. Porque ahora, no se sentía completamente vivo que digamos.

"Hola, florista Donghyuck".

Donghyuck dejó de moverse. Estaba afuera, arrodillado frente a una maceta de barro porque realmente quería aprovechar los primeros rayos del sol...

Solo fue capaz de ver el zapato de un hombre. Cuero limpio, brillante y sin nada de polvo. La mirada de Donghyuck subió lento: Eran zapatos finos, pero las piernas estaban envueltas en jeans bastante casuales. Una camiseta blanca ajustada. Por fin, sus sentimientos embarazosos llegaron a su máximo apogeo cuando, sin querer, incluso reparó en su sonrisa.

Definitivamente era embarazoso, pero no creía que tuviera la suficiente confianza en si mismo como para decir "Adiós" y correrlo de allí... Incluso piensa, ¿Cómo puede un hombre igual a él pasear por las calles de San Diego tan casualmente?

Sin ganas de seguir pensando en eso, Donghyuck sacudió la cabeza y extendió las manos para continuar levantando la planta.

"Estás aquí de nuevo, cliente".

La sonrisa del hombre se hizo más fuerte. Después de todo, había respondido positivamente al saludo que le lanzó. El cabello dorado que fluía naturalmente sobre su frente, ondeaba con ayuda del viento... Era literalmente, un hombre hermoso.

"¿Entonces te acuerdas de mí?"

"... Eres muy guapo. Claro que me acuerdo."

"Wow, no sabía que iba a escuchar un cumplido así de un florista como tú."

El hombre fue exagerado al momento de levantar las manos y también, lo fue bastante para demostrar que se sentía alegre... No estaba seguro de cómo había pasado, pero cuando Donghyuck se levantó y arregló su delantal, terminó por conducirlo al interior de su tienda.

El otro hombre no estaba allí ahora, Sangwon. El que se paraba erguido como un oso pardo listo para darle una bofetada con su pata. En cambio, un tipo más viejo y feo se inclinó ante él y luego, sin decir nada, lo siguió.

"¿Qué está buscando hoy?"

Solo le tomó un momento volver al mostrador... Pero de inmediato la sensación de un frío ardiente se transmitió con rapidez desde el costado de su cabeza. Un sonido de hierro y metal, un"click".

A regañadientes, evitando levantar las manos o hacer algún tipo de movimiento brusco, Donghyuck volvió los ojos hacia el hombre: Una colt gold cup 45 estaba en manos del cliente hermoso. Había también, una sonrisa brillante de dientes perfectos.

El hocico del Colt gold apretó de nuevo la sien de Donghyuck:

"¿Me conoces?"

Donghyuck, que tragó en seco, volvió los ojos para mirar hacia el frente. Al espacio con flores y plantas en macetas detrás del mostrador.

"Sí, eres el famoso Mark Lee. Te he visto en el periódico una vez". Donghyuck respondió inocentemente. Muy calmado. En esta situación, era más difícil mirar a su alrededor que mirarlo a él.

Mark analiza la expresión de Donghyuck, su rostro, su cuerpo, y sonríe. Luego dice en voz alta: "¿Realmente lo sabías? ¡Vaya que es interesante!"

Esta vez, Mark exageró de nuevo y se encogió de hombros. Era hora de que Donghyuck se moviera así que el hocico que empujaba todavía contra su cabeza, lentamente bajó y se perdió bajo su chaqueta. Mark chasquea la lengua y saca un billete de $100 para colocarlo en la palma del hombre.

db | markhyuckWhere stories live. Discover now