El Alfa se acercó lentamente al hombre que estaba delante, empapado de semen, con su pierna temblorosa y el ano expuesto.

"¿Por qué estás aquí, cariño? Un lugar peligroso..."

A la tenue luz de la luna, se revela la cara de Alfa. Su cabello rubio brilla en la oscuridad, sus ojos azules parecen salvajes. La expresión del hombre, distraída por la emoción, se endurece en un breve momento y al siguiente vuelve a estar pacífica.

"Puedes verme, adelante. No seas tímido y voltea para acá." Al mismo tiempo que el Alfa dijo eso, las feromonas pesadas volvieron a caer sobre el Omega como lluvia torrencial. El hombre colapsó brevemente y tembló con ganas. Su pene vomita semen a pesar de haber eyaculado ya dos veces atrás... El Alfa camina, se agacha y le agarra la barbilla. "Igual no me reconocerás en absoluto cuando esto termine".

Mientras le frotaba la mejilla, gruñó como una bestia.

"Dime qué me deseas..."

Como si sus palabras fueran la llave de una puerta extraña, el Omega traga saliva con fuerza... Su cuerpo está tembloroso, su pene está duro, sus testículos están pesados y su ano no deja de pedir piedad. El hombre no podía permitirse resistir su tentación... Cualquiera, ¡Podría ser cualquiera siempre y cuando calmara su cuerpo caliente! Incluso si el Alfa que tiene delante es un desconocido.

El hombre asintió:

"Te deseo..."

El Alfa tiró de los pantalones y los calzoncillos del hombre hasta quitarlos por completo... Tan pronto como el dorso de la mano tocó sus nalgas empapadas, el sonido de la respiración del Omega se volvió un completo caos. Gritó de nuevo: "¡Rápido!"

La risa sorda del Alfa fue lo único que se escuchó. "¿Un ciclo de calor complicado? Es sorprendente que tengas tantas feromonas".

"Aquí, es aquí..." El hombre, que ya no podía soportarlo, agarró sus nalgas para abrirlas. Levantó las caderas "Cógeme, por favor..."

Su voz deseosa era terriblemente fuerte... Hermosa hasta el punto en que ya lo había abrumado. El Alfa, que solo había querido burlarse un poco de él, se mordió los labios en el instante mismo en que le levantó el trasero.

Fue una sensación vergonzosa por un tiempo, cuando le tocó y le acarició y luego colocó toda la palma en su ano.

"Sostenlo bien entonces... Voy a volverte todo una puta hoy."

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La boca abierta del hombre, sacaba gritos. Había respiraciones calientes y húmedas que fluían constantemente, igual que la saliva que no dejaba de gotear por su barbilla hasta desparramarse en la tierra.

No estaba cuerdo.

Ya ni siquiera era él...

Frotando su frente en el suelo sucio, el hombre arrojó bastantes palabras incoherentes. Groserías...

Su trasero se derritió en secreciones pegajosas y se comió el enorme caos que el Alfa estaba haciendo en su interior. Ni siquiera pudo contar con exactitud cuántas veces había eyaculado en apenas unos cuantos minutos, pero definitivamente habían sido bastantes.

El Alfa le había hecho derramarse tanto que la tierra que tenía debajo parecía lodo... El sonido de la piel húmeda entrelazada con la suya, era increíblemente lujuriosa y potente. La turbulenta situación, lo extraño que era y lo inapropiado que se había vuelto todo, no le vino nunca a la cabeza. Ni siquiera pensó que estuviera mal... Cómo amantes antiguos, su interior parecía haber hecho un camino perfecto para el pene del Alfa. Sus paredes de carne lo apretaron, lo envolvieron.

db | markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora