Manzanas.

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Cada mañana exactamente cuando el sol del nunca jamas iluminaba los grandes jardines de dos perfectos reinos gobernados. Salían dos príncipes a observar la dulzura en la que el cielo se pitaba.
De pie frente al balcón trataban de mirar mas allá de obstáculo que impedía su total visión.
El príncipe de melena gritaba repetidamente cada día como si no hubiera salvación.

"¿Hay alguien más allá que tan solo este gigante pueda apartar?."

Los dos reinos eran divididos por un gigante un poco sucio y malhumorado, le gustaba observar como las almas de estos dos desafortunados se llamaban el uno con el otro, como dos imanes mal ubicados.

"¡Oh! si tan solo pudieras saber..."
Reía el gigante.

El príncipe del reino contrario se disponía a simplemente observar con ojos azules a aquel gigante, tratando de idear un plan para poder moverlo y así dejar destellar su mirada en lo mas lejano que se podría ver y a la vez lo tan cerca que su corazón se sentía cada vez que sus oídos escuchaban suaves palabras de alguna voz gruesa comparada por una turquesa.

"Señor gigante, ¿por que no es usted capaz de ponerse de pie?." -preguntaba " podría usted decirme gran caballero, ¿Que se encuentra a su lado contrario?"

Pero la respuesta era siempre la misma. Nada.

"Gran gigante." -llamo el príncipe de Risos, el llamado volteo su rostro pesado. "Si te doy unas manzanas, seria usted de ser amable y decirme que se encuentra a su lado contrario?"

Después de silencio pensativo el gigante contestó:

"¿Son jugosas?."

El príncipe con una gran sonrisa respondió: "más que jugosas".

"" llamo " ¿Has hablado?" pregunto del otro lado el príncipe de baja estatura asombrado, puesto que nunca había escuchado algún lenguaje del gigante sentado.

El gigante volteando su rostro a la dirección llamado, con grandes canastas de manzanas siendo llevado.
Por primera vez una sonrisa en el rostro del gigante se ha ganado.

Sorprendidos miraban los dos príncipes al gigante ponerce de pie con entusiasmo. Puesto que por fin verían lo mas lejano.

Polvo, tierra y algunos árboles soltados, caían tapabado a los príncipes asombrados.

Los zapatos del gigante grandes huecos dejaron, que ante la atenta mirada de los dos príncipes, en su mente batallaron.

La pradera frente a ellos, donde el gigante estaba sentado. Se despejo dejando ver algunos caballos.

La atenta mirada de los dos príncipes se encontraron y sus corazones un vuelco han dado.

El tiempo ha pasado, Cielo y Pradera se juntaron, y así un nuevo reino se ha formado.

Al final los dos príncipes se casaron, su destino los ha amarrado, gracias a un gigante de corazón muy grato.

De negro y rojo sus trajes eran, como la unión de sangre y fuerza que los dos príncipes que alguna vez dejaron que un gigante los obstruyeran.

Unas jugosas manzanas han quedado, como recuerdo de dos seres amados.

Dicen que si una manzana recojes del bosque del nunca jamas... Un amor encontraras. Los corazones de estos príncipes has de encontrar, y tu destino mas cerca debe de estar.

Dos P's. - OS LARRY-Where stories live. Discover now