"Cuando el corazón de una estrella se rompe,
nace una supernova."
En donde Nova debe enfrentar
a un ser cósmico con los 4 fantásticos.
ó
En donde el fuego se enamora de una
estrella a punto de explotar.
SUPERNOVA | Johnny Storm...
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La nave espacial se detuvo con un chirrido fuerte, sus puertas abriéndose, por fin, a la luz del sol. Las sirenas de la policía y el zumbido lejano de un helicóptero de noticias envolvían la escena. El equipo había vuelto... y la ciudad lo sabía.
Sue, exhausta, pero firme, llevaba a Franklin en brazos, protegiéndolo como si el mundo entero fuera un peligro inminente. Reed, a su lado, mantenía la expresión tensa y calculadora, pero sus manos estaban inquietas, como si su propio cuerpo supiera que lo que iba a decir no podía suavizarse.
Ben y Johnny entraron primero, apartando a los periodistas más atrevidos. Nova fue la última en entrar, detrás de su hermano. No quería acercarse al centro, no quería sentir esa avalancha de atención... pero igual la sintió. Y debía estar con su familia.
— ¡Es ella! —se oyó entre el gentío—. Es Nova Richards.
— La hermana de Reed.
— Nunca peleó con ellos... ¿qué hacía en la misión?
Nova tragó saliva y desvió la mirada. Su aura aún se mantenía brillante por el resplandor tenue que había quedado tras la batalla, y ese detalle solo alimentaba la curiosidad de los periodistas.
— ¡Señorita Richards! —una periodista gritó desde las primera fila—¿Está oficialmente unida al equipo?
— ¿Por qué intervino? ¿Cuál es su papel en todo esto?
Ella no respondió. Mantuvo una postura firme, como si así pudiera protegerse del peso de tantas miradas, pero insegura. El bullicio la rodeaba, pero Reed dió un paso al frente del micrófono y las voces bajaron.
— ¡Díganos! ¿Cómo vencieron a Galactus?
Todos quedaron en silencio, Reed no supo qué responder.
— No lo hicimos.
— Aún no, pero lo haremos. — apoya Johnny.
La multitud se tensó. El bullicio fue breve, pero suficiente para que el aire se volviera más denso.
— Galactus pidió un precio muy alto. — continuó el líder, dispuesto a hablar con la verdad.
— ¿Qué es lo que quiere?
Su mirada se desvió hacia Sue y el bebé que ella sostenía, y su voz se quebró apenas.
— Él... pidió a nuestro hijo.
Un murmullo de incredulidad se convirtió en un estruendo de preguntas.
— ¿¡Qué!?
— ¿Por qué un ser así querría a un bebé?
— ¿Está diciendo que volverá?
— ¡Entonces deberíamos entregarle al niño a Galactus!
El caos se desató. Nova dio un paso atrás, instintivamente. No era su lugar responder, ni siquiera explicar lo que había vivido. El corazón le latía rápido, no por miedo a la prensa, sino porque sabía que esa revelación lo cambiaba todo.
