Apenas crucé la puerta de mi casa, me recibió el silencio. Pero no era uno cualquiera. Era ese silencio abrumador que se siente después de un desastre, como si las paredes también supieran que algo se rompió.
Al llegar a la cocina, me encontré con un pequeño rincón de caos: platos desordenados, envoltorios de ingredientes y restos de harina que no habíamos limpiado. Todo seguía allí desde que cociné con Natsuki para el festival.
Por un momento, ese desorden no me molestó. Al contrario, me sacó una sonrisa muy leve. Recordé su risa cuando la manche de crema, cómo fingió estar molesta, y cómo no dejaba de hablar sobre técnicas para decorar pasteles. Fue un recuerdo tonto, pero cálido. Me trajo algo de paz, aunque solo fuera por unos segundos.
Suspiré. La casa estaba vacía, como siempre, después de recoger y limpiar el desastre. Me recosté en el sillón sin encender la televisión. Cerré los ojos y dejé que mi mente se llenara de preguntas. ¿Qué se supone que debía hacer ahora? ¿Decir que todo está bien? ¿Seguir con mi vida como si nada? ¿Qué se suponía que iba a hacer mañana? ¿Y qué pasó con Natsuki?
No la había visto. En ningún lado. Ni un mensaje. Ni una señal. Solo silencio. Pensar en ella me apretaba el pecho. No porque creyera que estaba mal... sino porque no sabía si estaba bien. Y eso, por alguna razón, me daba más miedo.
Al día siguiente, el camino a la escuela se sintió más largo de lo normal. Cada paso que daba se sentía más lento, más pesado. El cielo estaba nublado, como si compartiera mi humor. Caminé sin prisa, con las manos en los bolsillos y los auriculares colgando sin usarlos. Mis pensamientos no necesitaban música. Ya hacían suficiente ruido por sí solos.
No tenía idea si Natsuki estaría ahí. Era un año menor que yo, y eso significaba que podía estar en otra clase, o incluso faltar sin que me diera cuenta. Y si había faltado... ¿por qué?
No podía dejar de pensarlo.
Cuando finalmente sonó el timbre para ir a casa, fui directo al aula del club. Ahí estaban Monika y Yuri. No había nadie más. Sayori seguía en el hospital.
Y Natsuki... aún no aparecía.
Monika me miró apenas crucé la puerta. Tenía el ceño fruncido, pero no era enojo. Era preocupación. Tal vez ambas.
—___ —dijo en voz baja—. ¿Cómo está Sayori?
—Estable... sigue inconsciente, pero... los doctores dijeron que no está en peligro. —respondí, sin entrar en detalles.
Yuri, que hojeaba un libro sentada en su lugar habitual, bajó un poco la mirada.
—Espero que Sayori se recupere pronto... —murmuró, sin levantar la vista del todo.
—Gracias —fue lo único que pude decir. Me sentía raro estando ahí. Como si estuviera ocupando un lugar que no me correspondía.
Monika dio un paso más cerca.
—¿Y Natsuki? ¿Tienes idea de por qué faltó también?
—No lo sé —respondí, sincero. No quería decir nada más.
Monika pareció analizar mis palabras por un segundo, pero luego simplemente suspiró.
—Bien. Supongo que hoy no tiene mucho sentido continuar. Somos muy pocos además creo que es mejor que puedas descansar un poco. Cancelaré la reunión por hoy..
Asentí. No sabía si agradecer el descanso... o sentirme culpable.
Mi mirada se desvió hacia el rincón junto a la ventana, justo al lado del armario donde se guardaban útiles escolares y una pila de mangas. El lugar donde Natsuki y yo siempre nos sentábamos en el suelo a leer. Ese pequeño espacio que había hecho suyo, aunque siempre renegaba del polvo o de lo incómodo que era. Aun así, volvía ahí cada tarde. Ese rincón ahora se sentía más vacío que nunca
Como si incluso el salón supiera que faltaba algo.
Sentí un nudo en la garganta.
¿Dónde estás, Natsuki...?
Me giré para salir del aula, pero entonces, algo me hizo detenerme.
Era Natsuki.
Se detuvo un segundo, miró hacia la puerta del club, y luego siguió caminando. No dijo nada. No entró.
Se quedó ahí, solo un segundo. Miró la puerta como si doliera. Luego bajó la mirada y se alejó sin decir palabra.
Me quedé helado. Mi corazón se aceleró de golpe. ¿Era ella? ¿Estaba bien? ¿Por qué no entró?
¿Era ella? Por un segundo pensé que mi mente me estaba jugando una mala pasada. Pero no... era Natsuki. Estaba aquí. ¿Por qué no había dicho nada?
No dije nada. Solo me quedé mirando. Pero ya sabía lo que tenía que hacer.
Primero Sayori... Ahora Natsuki tampoco aparece. ¿Qué estoy haciendo mal?
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Doki doki our music (exit music)
FanfictionLe tengo un cariño especial a este mod y quería hacerle o según yo intentar mejorar el guion original o darle mas sentido espero sea de su agrado esta es mi primera historia y pues haber que sale
