Finge ser mi novio

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-Me mentiste, sólo tienes un perro- Lucas rió

-¿Realmente te creíste lo que te dije?

-Por suerte no, idiota- vaciló Lola- tus padres son muy amables, y me encanta tu hermano pequeño! Es muy adorable- cambió de tema

-Será contigo porque de normal es un trasto, le caíste bien

-Y la comida de tu madre... Oh Dios santo, es la mejor lasaña que he probado en mi vida!- comentó impresionada cosa que a Lucas le hizo gracia

-Si ¿verdad? Mi madre es una gran cocinera- dijo él orgulloso de su madre- ya sabes... Cuando quieras puedes venir, siempre serás bienvenida, ya que al parecer le caíste tan bien a mis padres que ahora te quieren más a ti que a mí- bromeó.

Lucas notó a Lola tensarse, frunció el ceño, no entendía porque ese cambio de actitud ya que hace unos segundos estaba de lo más alegre.

-Sabes... Es genial tener unos padres como los tuyos...- opinó dando una sonrisa triste

-Si supongo... Lola... ¿Estás bien?

-¡Claro! Mira ya hemos llegado, aquí vivo yo- ella señaló la casa que tenía enfrente mientras cambió de actitud radicalmente

-Wow... Menuda casa tienes... Nunca me dijiste que fueras rica

-Ojalá fuera mía...

-Bueno pues de tus padres, ¿no es lo mismo?- preguntó Lucas

Lola se movió incómoda, con gesto nerviosos

-Lucas... Estoy confiando en ti... Todo lo que hablamos se queda entre nosotros, ¿cierto?

-Claro... A que viene...

-No tengo padres Lucas, soy huérfana