El dolor en mi espalda baja era infernal y detestable, una mueca inconciente se formó en mi boca cuando pude sentir el olor repugnante de un contenedor de basura que estaba justo frente a mi, este universo no parecía ser una caricatura o algo raro como ese en el que había un cerdo araña, Strange solía decir que era raro, pero era gracioso y genial para América y para mi. Todo se veía casi igual, real y sin ninguna modificación notable a la vista.
Mi capa también se retorcio pegada en el suelo, mis ojos se apartaron a mi alrededor para inspeccionar a mi alrededor, las bocinas resonaban a lo lejos y todo parecía señalar que había caído en la ciudad de New York.
── Levantate, alfombra mágica. ──murmuré haciendo señas con mi mano hacia mi espalda para que la tela vagamente se deslizara hacia mi cuello abrochandose sola.
Camine con cuidado hasta el final del callejón y mire hacia a los lados, pero algo andaba mal cuando una persona salió corriendo jurídicamente hacia el lado contrario de los coches, unos gritos como si estuvieran animando algo llamaron mi atención en cuanto otras cinco personas corrieron hacia el centro de la ciudad.
Con mi confusión que aumentaba aún más avance entre la multitud que me empujaba sin importar a que o a quien se llevaban por delante como si fuera un concierto de Taylor Swift, mire hacia todos lados con el ceño fruncido buscando la razón de tanto alboroto. Hasta que lo ví.
Oh, no... Tenía que ser una broma.
Un tipo que estaba literalmente prendido fuego volaba por el aire haciendo piruetas como un avión, toda la gente lo miraba como si nada ¡literalmente estaba ardiendo!, ¿aquí también existían los héroes salva vidas?, bueno, básicamente existían en todos los universos existentes.
── ¡Te amo, Johnny! ──gritó una chica al lado de mí, eufórica y emocionada mientras agitaba las manos.
Si, definitivamente era una especie de "Vengador" en llamas.
El rubio miró a la chica entre la multitud, hasta que sentí que su mirada se detuvo unos cuantos segundos en mí, o estaba mareada por el viaje que acababa de tener o me estaba mirando a mi. Se volvió a la pelinegra a mi lado y llevo su mano a su frente para guiñarle un ojo y salir volando hacia la dirección contraria.
No podía estar más confundida, decepcionada y asustada por lo que acababa de ver. ¿Un tipo prendido fuego y la gente lo alababa como si fuera un miembro de One Direction?, tampoco pase por alto como estaba vestido, un traje ajustado azul con guantes blancos y un 4 en el pecho.
¿Cuatro?.
Todas las personas empezaron a dispersarse mientras la chica que estaba a mi lado seguía gritando como una loca, me acerqué a una pareja que pasaba riendo ante la situación justo a mi izquierda.
── ¿Quien era ese?.──pregunté casi en murmuro.
── ¿Bromeas, verdad?. ──preguntó el chico que descansaba el brazo en los hombros de su novia.── Es Johnny Storm. ──dijo como si conocer ese nombre fuera lo más obvio del mundo.
Negué.
── ¿De los hermanos Storm?. ──soltó ahora la chica a su lado un poco divertida, yo la mire sin responder.── ¿Vives bajo una piedra o algo así?, Los cuatro fantásticos, los mas poderosos del mundo. ──explicó soltando una risa.
Solté un bufido y alce las cejas al escuchar el nombre, muy original. Era cuatro y eran fantásticos.
Iba a responder pero sentí unos cuantos tirones en la parte baja de mi capa, me di la vuelta para ver un niño y una niña mirándome desde abajo con los ojos puestos en mi capa.
── ¿¡Eres una super-heroína!?. ──preguntó la niña rubia con una sonrisa de felicidad.
── No seas boba, Cassie. Los super-héroes no usan capa. ──respondió el niño.── Reed Richards es genial y no usa capa. ──presumió orgulloso cruzandose de brazos.
Levante una ceja y aparte la capa de las manos de los niños, o ella sola se apartó de ellos.
── Entonces ese tal Reed Richards no es tan genial como parece. ──respondí cruzandome de brazos también, un grito llamó a los dos niños para que salgan corriendo hacia atrás con velocidad.
Solté un suspiro y negué volviendo a enderezarme, la calle ahora estaba vacía y lo único que me llamaba la atención era el cartel que Johnny Storm había incendiado, uno en donde el era el modelo en calzoncillos mientras un perro los jalaba a mordiscos.
── Genial... ──murmuré y empecé a caminar a cualquier lugar donde podría no ver ese repugnante anuncio.
Ni bien hice dos pasos hacia adelante, una cartelera, un retrato e incluso tiendas repletas de figuras de acción y libros sobre los cuatro fantásticos eran lo único que podía ver cada vez que caminaba hacia cualquier calle, los amaban mucho y al parecer eran muy buenos cuidando la ciudad.
Ahora, tenia que concentrarme en buscar cualquier señal de peligro que se apareciera. Estaba segura de que Strange no iba a quedarse con los brazos cruzados esperando a que volviera de la nada, pero tampoco iba a jugar con el multiverso. Tampoco estaba segura de si podría desintegrarme en este universo, que significaría básicamente morir.
Pero no podía evitar sentir lo que este planeta me provocaba, la ciudad era... diferente. Una especie de retrofuturistica que hasta habían autos voladores vigilando las calles del Time Square, las personas felices y la ciudad estaba viva, muy diferente a el New York que yo conocía. Porque claro, aquí no existió un blip, un Thanos ni unos Vengadores.
Me detuve en una tienda de televisores antiguos, no eran como los Smart tv o las pantallas táctiles con las que América estaba obsesionada, eran como una caja, como los televisores que habían cuando el Doctor Strange nació, ósea hace muchísimo tiempo atrás. La hora parecía ser la misma, los programas transmitían a un hombre hablando sobre el accidente que los cuatro fantásticos habían evitado la semana anterior.
Lleve mi mano hasta el broche de mi collar que manejaba la visibilidad de mi capa, lo apreté y gracias a eso desapareció de la vista de las personas que me miraban raro. Al mirar a mi alrededor supe que no sabía dónde estaba, a donde iba o en donde iba a pasar la noche.
No tenía una casa, una familia, amigos o conocidos en ningún lugar. Y por más que una versión de mi existiera en este universo, dudo que me acepten como si nada, seguramente pensarían que estaba loca. Que una hechicera loca del multiverso se aparezca en la puerta de tu hogar no pasa todos los días.
Tenía muchos pasos que cumplir si quería seguir aquí, y por más que no quisiera. Tenía que buscar al Doctor Strange de este universo, tal vez el sabría que decirme o incluso podría ser más amigable que el de mi universo. Y antes de eso, debía buscar un departamento, luego trabajar para pagarlo, hacer como si fuera una ciudadana más, buscar información sobre mi familia, evitar a los super-héroes y inventarme una historia falsa para pasar desapercibida.
No iba a hacer fácil, pero no imposible. Tal vez este sea mi universo, mi hogar y está era mi oportunidad para saberlo.
HOLAAA
Daniela estás loca...
¡gracias por leer! pronto
nuevo cap y muchas cosas más, y
se que también necesitan
contexto de porque Daniela
es una loca que viaja de universo
a universo.
TORY 🕸
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Bittersuite ⠀ ಇ⠀ storm
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