Capitulo 2

38.2K 1.5K 92
                                    

Estaba casada.
Esas palabras rondaban por mi mente sin sentido alguno, se supone que las parejas recién casadas iban a una luna de miel y eso era lo que Edward quería. Al parecer le gustaba mucho viajar, aún no lo conozco y me siento un tanto incomoda, pero tendré que acostumbrarme.

Los productores de SMS nos pidieron una entrevista mañana y si soy sincera, aveces me cuesta creer que estoy en un programa de televisión. ¿Cómo es que habiendo tantas personas en el país, yo haya sido una de las afortunadas en recibir la invitación?
Me habían informado que mi paga sería en un mes y no podía evitar estar un tanto emocionada por ello.

Giré mi cabeza y pude ver que el departamento en donde estábamos era realmente lujoso. No puedo esperar para ir a la luna de miel, nunca he viajado antes y realmente sería algo nuevo para mi.

Edward se encontraba en el baño dándose una ducha, mientras yo lo esperaba ahí en cama con mi vestido de novia. No hablábamos mucho, pero las veces que lo hacíamos de una manera u otra lograba hacerme reír. Era un tanto encantador si puedo admitirlo.

~FlashBack~

—No te preocupes linda, te prometo que no estoy molesto—Me dijo Luke mientras acariciaba mi mejilla—Estoy consciente de que tu familia necesita dinero, lo entiendo y me duele no poder dártelo.

—No es tu culpa.

—Sólo prométeme una cosa. ¿Está bien?

—Dime.

—No te enamores.

—No lo haré. ¿Sabes que te amo, no es así?

—Yo también te amo.—Lo vi sonreír, pero sabía que su sonrisa era forzada.

—Cuando todo esto acabe...—Me separé un poco de el para seguir hablando—bueno, como tengo entendido... el compromiso dura un año, te prometo que cuando eso acabe volveremos a estar juntos.

Luke tomó un mechón de mi cabello y lo puso detrás de mí oreja mientras miraba cada parte de mi rostro.

—Te creo.
...

—Un día y ya te extraño Luke—Me susurré a mi misma recordando esa noche.

Yo sé que era una decisión desesperada, que quizá cualquiera hubiera creído que era algo inmaduro y una manera estúpida de salir de los problemas económicos. Pero ellos no saben lo que es ver a tu madre lavando ropa ajena por una miseria de dinero.
Luke siempre había sido tan comprensivo conmigo, siempre había sido mi mejor amigo y compañero, él se merecía más que esto. No entiendo del todo por qué aún sigue conmigo.

Todavía tengo muchas preguntas sobre Edward, ¿por qué acepto este compromiso si es millonario?
Quizá solo lo hizo por placer o por salir en la televisión, pero me gustaría conocerlo.

De todas formas tendré que hacerlo, ¿no?

—Hola, Nicole—Sonrió con una toalla enredada en su cabeza, ya que se acaba de duchar.

Me causaba cierto tipo de gracia el ver a un hombre con una toalla en el cabello, yo estaba segura de que eran las mujeres quienes solían hacer eso.

—Hola—Me acerqué a él y me quedé ahí parada, viéndole inconscientemente.

La verdad era que quería empezar una platica con él, pero bueno, nunca se me había dando esto de hablar con otros chicos.

—Puedes hacerme todas las preguntas que quieras—Dijo como si me hubiese leído la mente y cuando notó mi mirada  un poco confusa, me dedicó una sonrisa, una sonrisa que me fue  muy fácil devolver.

Entonces Edward le dió dos palmaditas a la cama para que me sentase a su lado.

—¿Es cierto que tienes veinte años?

—¿Tan viejo me veo?—Dijo con una mueca divertida.

—No, sólo quería asegurarme.—Reí.
¿Hay quieras saber de mi?—Pregunté y este dudó por un segundo, pero entonces sus labios se abrieron para comenzar a hablar.

—¿Por qué te casaste?—Exactamente la misma pregunta que yo quisiera preguntarle a el, ¿por que se caso?

Era un tanto vergonzoso ahora que sabía que el chico venía de una familia de dinero. Pero bueno, era mejor empezar con la verdad.

—Mi familia no esta muy bien de economía, necesitábamos dinero y cuando nos llego una invitación para el programa, no dude y me ofrecí como voluntaria.

—Que valiente.

—¿Y tú?

—No creo que sea la mejor razón de todas, pero si te soy sincero en mi vida no hay emoción. No hay quién me reconozca por otra cosa más que por el negocio de mi padre. No hay nada nuevo, ¿sabes de lo que hablo?
—asentí con la cabeza ante su estúpido argumento.

Sus ojos obscuros me miraron y después volvió a sonreír. Parecía divertirle todo, como si se tratase de un juego, como si a este chico sólo le importase eso, divertirse y ya.
Sabía que frente a las cámaras teníamos que actuar como pareja, era parte del show. Del show que no quería que Luke viera...

¿Era bueno contarle a Edward de una vez por todas lo que estaba ocurriendo? Quizá era una idea estúpida, quizá iba a ser la mejor. Quién sabe, nada iba a perder.

—Edward... —El chico volteó a verme en cuanto escuchó mi voz—Escucha, no quiero que te molestes o algo, pero antes de todo esto yo...

—Si no eres virgen lo entiendo, yo también he tenido mis aventuras pero no quiero meterme en tu vida privada, si no quieres contarme... —Rapidamente le interrumpí.

—No es eso—Dije algo avergonzada—Yo antes de casarme, le prometí a mi... —Hice una pausa por que ¿se supone que Luke era mi novio o mi ex-novio?—A mi novio, que tú y yo jamás tendríamos nada, ¿Tú tienes algún inconveniente con eso?

—De acuerdo—Dijo sin más. Sin ni siquiera haber respondido mi pregunta.

(...)

Desperté por la mañana y pude verlo a un lado mío, ¿en qué momento me había quedado dormida? No lo sé. Salí del apartamento donde estábamos y fui a casa, necesitaba algo de ropa, está pijama estaba muy cómoda pero era lo único que tenía. Pronto me iría de luna de miel y no puedo irme en vestido de novia.
Después de que regrese, ya bañada y vestida, fruncí el ceño al notar que había un olor en la cocina, era un olor bastante agradable.

—¿Qué haces?—Pregunté entrando a la cocina, el chico cocinaba algo y me apena que yo no supiera cocinar, mamá nunca me enseñó a hacerlo.

Mi trabajo en la casa era limpiar mientras ella cocinaba, en cambio mi hermana Gabriella sólo se dedicaba a estudiar. Papá también trabajaba pero su sueldo no alcanzaba para cubrir todos los gastos.

—El desayuno—Volteó a verme por un segundo para sonreirme.

—Genial—Si era sincera, me gustaba que el programa se encargará de pagar todos los gastos que pudiéramos hacer.

—Aquí está—Puso un plato de huevos con tocino enfrente de mi, acompañados con un pan tostado y algo de café.

—Muchas gracias—Sonreí y comencé a comer.

El chico se sentó a un lado mío y comenzó a comer su desayuno, era un tanto incomodo estar en silencio, así que decidí comenzar una conversación.

—¿Y te gusta cocinar?

—Claro, es por eso que no quiero ser empresario, me gustaría dedicarme a la cocina pero creo que a mis padres les importa un carajo lo que yo opine—Negó con la cabeza mientras soltaba un bufido—¿Y a ti qué te gusta hacer?

—En mis tiempos libres...—Que era raro que tuviera—Me compré un estuche de pinturas y algo de pinceles, me gustaba pintar y creo que me hubiese encantado ser pintora, pero esas escuelas están demasiado caras para lo que mis padres pueden pagar—Limpió su labio con una servilleta mientras tragaba un bocado.

—¿Que te parece si vamos juntos a una de esas clases?

—¿Bromeas?

—Hoy.

Casados por compromisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora