Cap4: Cinco cuadras

87 6 6
                                        

Viernes, 10:26 hs. - Taller ALIÉ, Nueva York.

El aroma a arcilla húmeda y café tostado llenaba el aire. Afuera lloviznaba suave. Dentro, en el taller de Giane, las plantas colgantes, los estantes con esmaltes color miel y terracota, y las tazas a medio hornear formaban un pequeño universo donde el tiempo parecía detenerse. El tocadiscos sonaba bajito con un vinilo de Shawn mendez, y Giane, con el pelo recogido de forma caótica, estaba sentada en una silla en la mesa grande principal, esculpiendo una pequeña figura de cerámica con forma de luna.

El celular vibró cerca, con un zumbido sutil. Ella estiró el brazo con los dedos manchados de barro y lo desbloqueó sin expectativas. Pero el nombre la hizo fruncir una sonrisa.

> Kevin Jonas:
Hola, artista multifacética 🙌
¿Tenés un rato hoy o mañana? Tengo una idea medio loca. Es para Dani.
La del trago de lavanda me dejó pensando 😅

Giane se limpió las manos en un trapo y se acomodó en el banco frente al ventanal antes de responder.

> Giane:
Jajaja, esa fue una noche inspirada. Hola, Kevin 🙋‍♀️
Sí, tengo tiempo. ¿Querés venir al taller? Estoy casi todo el día por acá.

> Kevin:
¿Tipo 3 pm te va? Te paso a buscar algo dulce de camino.

> Giane:
Te espero. El timbre está roto, golpeá la puerta como es todo un ventanal, te voy a ver. Si ves a una vecina con ruleros, saludala, es una genia.

A las 15:07, Kevin llegó con una bolsita de cookies de chips de chocolate y una sonrisa amable. Llevaba una campera beige, zapatillas blancas y un aire de conspiración. Giane lo recibió con una taza de café y lo llevó hasta una mesa de trabajo donde una vela encendida perfumaba a vainilla.

Kevin (mirando alrededor): -Este lugar parece sacado de Pinterest y un sueño al mismo tiempo.

Giane (riendo): -Gracias. Aunque a veces parece más un caos controlado.

Kevin: -Bueno, vengo con una misión. Dani esta loca con la cerámica queriendo decorar la casa. Quiero regalarle algo que tenga alma. Algo que venga del arte, no de un shopping. Y pensé en vos.

Giane: -¿Querés una pieza de cerámica?

Kevin: -Algo mejor. Quiero que hagamos una juntos. No tengo idea cómo, pero quiero que sepa que lo pensé, lo hice, lo sentí. Vos guiame, yo sigo.

Giane (entusiasmada): -¡Eso me encanta! Podemos hacer una bandeja o un jarrón, algo con textura. ¿Te animás a embarrarte?

Kevin: -Sí. Bueno. No prometo belleza, pero me la juego.

---

Mientras tanto, a unas cuadras del taller, Joe caminaba sin rumbo fijo. Había salido a despejar la cabeza, cámara colgada al hombro y auriculares puestos. Llevaba semanas componiendo ideas sueltas, bocetos de letras que no terminaban de cerrar. Esa mañana había intentado escribir en su departamento, pero las palabras no le salían. Así que optó por caminar.

Pasó por su café favorito, compró un latte con leche de avena y siguió por calles que no recorría hacía tiempo. Nueva York tenía ese efecto: siempre podías perderte y encontrarte a la vuelta de una esquina.

Le llamó la atención una esquina con un ventanal que nunca habia a prestado atención. El aroma a cerámica, pintura y algo parecido a vainilla lo detuvo. Iba a seguir de largo, hasta que escuchó una voz familiar. Se asomó con cautela. Kevin. Y Giane. Riendo. Hablando de algo que parecía más íntimo que una simple charla sobre arte.

Joe frunció levemente el ceño. No de molestia, sino de sorpresa. ¿Kevin? ¿En un taller? ¿Con Giane?

Empujó suavemente la puerta y entró.

---

Justo en ese instante, la puerta del costado se abrió. Joe apareció con un gorrito de lana y una campera negra, con los auriculares aún colgando de una oreja. Se quedó quieto al verlos.

Joe (levantando una ceja): -¿Qué onda? ¿Estoy en un universo paralelo o...?

Kevin (riéndose): -¡Ey! ¿Qué hacés acá?

Joe: -Vivo por acá. Cinco cuadras. No lo recuerdas? Paso por esta esquina siempre. ¿No sabía que ustedes se conocían tan bien?

Giane (limpiándose las manos): -Intercambiamos números en la exposición. Fue idea de tu hermano, no mía.

Joe (acercándose): -¿Y qué están haciendo? ¿Clase de cerámica secreta?

Kevin: -Proyecto artístico con fines románticos. Dani vivian jonas. Vine a fabricar amor con arcilla.

Joe (mirando a Giane): -¿Vos das clases privadas?

Giane: -Depende quién lo pida. Además todos los miércoles de 18:00 a 19:00 doy un taller a un grupo reducido de personas

Se rieron los tres. Joe se acercó a la mesa y se agachó a mirar algunas piezas sin cocer.

Joe: -Este lugar es hermoso. No sabía que tenías un taller así.

Giane: -Es mi segunda casa. Primera, en realidad. Vivo arriba.

Kevin (mirando a Joe): -¿Sabías que vivía a cinco cuadras tuyas?

Joe: -No. ¿Y vos cómo sabías?

Kevin: -Me lo dijo recién. Coincidencia mágica, ¿no?

Joe (mirando a Giane): -¿Y cuánto tiempo llevás viviendo acá?

Giane: -Casi dos años. Pero viajo mucho, así que nunca estoy tanto. ¿Y vos?

Joe: -Desde hace seis meses. Me mudé después de la gira. Buscaba algo más tranquilo. Y ahora resulta que mi fotógrafa favorita vive a la vuelta.

Giane (con una media sonrisa): -Qué pequeño es Nueva York, ¿eh?

Kevin: -Bueno... esto ya es una señal. Tenemos que hacer algo los tres. Una pieza conjunta. Como esos murales que pintan entre amigos.

Joe (mirando a Kevin): -¿Vos querés que yo toque arcilla?

Kevin: -Sí. Y además vas a descubrir que es terapéutico. Como yoga pero con tierra.

Giane (mirándolos): -Yo puedo guiarlos. Podemos hacer un trío creativo. Después vemos si se convierte en algo más.

Joe (jugando): -¿Creativo o emocional?

Giane (encogiéndose de hombros): -Las manos cuentan mucho.

Kevin (levantando una galleta): -¿Esto es parte del proceso?

Giane: -Sí. Comer cookies mientras la arcilla se seca. Parte fundamental.

Joe se quedó mirando un jarrón alto, con formas orgánicas y líneas doradas que se cruzaban como hilos. Luego miró a Giane de nuevo.

Joe: -Ese de ahí... tiene algo. Como "Corrientes Invisibles".

Giane: -Se llama "jarrón" jajaajaj. Lo hice después de una noche de insomnio.

Joe: -Parece que hacés arte cuando no podés dormir.

Giane: -Y vos hacés canciones, ¿no?

Joe: -Touché.

Se quedaron en silencio unos segundos. Cómodo, pausado. Kevin, mientras tanto, ya tenía las manos en la arcilla, intentando hacer una base sin destruirla.

Kevin: -¿Ven? Esto es terapéutico. Y divertido. Deberíamos repetirlo.

Giane: -Están invitados cuando quieran. Incluso podemos hacer una pequeña exposición. Se llama "Hombres intentando moldear sentimientos".

Joe (riendo): -Titulazo.

Giane: -Ya tengo vino, música y barro. Lo demás lo traen ustedes.

---

Fin del Capítulo 4

Heart by Heart Joe Jonas ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora