Capítulo 18

1.2K 98 8
                                    

― ¡Maldito infeliz! ―Grité.

Me lancé sobre él golpeándolo, él detuvo con magistral pericia todos mis golpes, la molestia en mi vientre me impidió seguir, cuando iba cayendo al suelo de dolor, Benjamín me afirmó con fuerza, me levantó en sus brazos y me llevó hasta el cuarto.

― Tienes que estar tranquila ―me ordenó―, nuestro hijo debe estar bien.

― ¿Nuestro? ¡Yo no pedí un hijo!

― Pero lo tienes y esta vez vas a cuidarlo, no permitiré que le hagas daño de nuevo.

― ¡Él me hace daño a mí! ¡Me mata!

― ¡Mientes!

― ¡Me destroza por dentro, idiota! Ninguno de los dos seremos capaces de sobrevivir.

― No me trates así, Carolina.

No pude enojarme con él, quería, de hecho lo estaba, pero no podía sacarlo afuera.

― ¿Cuándo fue? ―pregunté en voz baja.

― Digamos que no fue mi hermano el que te drogó.

― ¡¿Fuiste tú?!

― No yo exactamente, pero sí, yo sabía que no iba a lograr estar contigo antes que todo estallara.

― Y le echaste la culpa a él.

― Por supuesto, debía apartarlo de ti. Claro, él no podía acercarse a ti sin tu autorización… y sin la mía.

― ¿Por qué?

― Está bajo un embrujo.

― ¿Y para qué quieres un hijo mío?

― Necesito un sacrificio especial para obtener todo el poder que deseo.

― ¿Esto es por poder?

― No es un poder cualquiera, es el poder de dominar al mundo, como debió ser, Egipto volverá a su época de gloria en mis manos, dominando todo lo conocido.

― ¿Y sacrificarás a tu propio hijo?

― Es un pequeño sacrificio en beneficio de muchos pueblos, aunque no es lo que imaginas.

Yo me mareé, no debía ser así, jamás sintió nada más por mí, sólo fui el pasaje para lograr sus propósitos. Pero yo me enamoré de él, ¿o no? ¿O no fue más que una ilusión…una manipulación de mis emociones?

― Tú hiciste que me sintiera enamorada de ti ―lo dije lo más irónica que pude.

Él sonrió.

― Sí, se puede decir que manipulé un poco tus emociones, sólo un poco, para que no fuera tan obvio, no fue nada fácil, debo decir, estabas bastante predispuesta en contra mía.

― Eres un miserable.

― Cuando todo esto termine y nazca mi hijo y obtenga todo el poder que merezco, podrás reinar conmigo, a mi lado, ¿no te parece atractiva esa idea?

― No saldré viva de esto, lo sabes ¿o realmente no tienes idea de lo que ocurre?

― Lo único que sé, es que Jorge no te arrebatará de mi lado esta vez, no podrá destruirlos, yo los protegeré.

― ¡Este bebé me destrozará por dentro! ¡¿No lo entiendes?!

― ¡Esa es la mentira que te ha dicho Jorge! ―Bajó la voz― Pero no es así, te lo aseguro.

― Lo soñé, soñé con ese momento… rasgaba mi vientre para salir ―lloré.

Él me miró sorprendido, creo que sí pensaba que Jorge mentía al decir aquello.

Extraño DestinoWhere stories live. Discover now