La lucha interna de Jisung había llegado a un punto crítico. Cada vez que Minho se acercaba, cada vez que sus bromas se volvían más atrevidas, Jisung sentía cómo el control sobre su cuerpo se desvanecía. Algo dentro de él lo estaba arrastrando a esa atracción peligrosa, y aunque se decía a sí mismo que no debía ceder, no podía evitarlo.
Una tarde, después de clases, Minho se acercó a Jisung mientras este estaba en la cocina preparando algo para cenar. La manera en que Minho se movió hacia él, casi sigiloso, le dio la sensación de que algo estaba a punto de suceder. Jisung no pudo evitar mirarlo de reojo mientras trataba de mantenerse concentrado en lo que estaba haciendo.
—¿Sigues intentando resistir? —preguntó Minho con una sonrisa burlona. —Ya sabes que eso solo te va a cansar más.
Jisung le lanzó una mirada feroz. —No me interesa jugar tus juegos.
Minho dio un paso adelante, dejando que su cuerpo casi tocara el de Jisung. El calor entre ellos era palpable, y Jisung podía sentir cómo su pulso se aceleraba. Minho le levantó la barbilla con una mano, acercándose a su oído
—¿De verdad no te interesa? —susurró Minho, haciendo que Jisung sintiera el aliento de él sobre su piel.
Sin que Jisung pudiera decir nada más, Minho lo besó de repente. Fue un beso profundo, casi urgente, que hizo que Jisung cerrara los ojos, rindiéndose a la fuerza que lo atraía hacia él. No pudo resistirse más, y en ese momento, se dio cuenta de que, aunque intentara huir, su cuerpo ya había tomado la decisión por él.
Minho separó sus labios solo para murmurar: —Te he estado esperando, Jisung.
La voz de Minho estaba cargada de deseo, y aunque Jisung intentó hablar, las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. La electricidad entre ellos era demasiado fuerte para ignorarla, y el deseo que sentían por fin estalló en una mezcla de pasión y necesidad.
Jisung lo empujó contra la mesa, besándolo con una intensidad que lo sorprendió a él mismo. Minho respondió de inmediato, quitándole la camiseta y explorando su piel con manos expertas. Jisung sintió cómo la ropa le sobraba, cómo su cuerpo ya no quería más que estar cerca de Minho.
Con un suave toque, Minho le dio otra nalgada a Jisung, esta vez más profunda, más cargada de deseo. Jisung respiró rápidamente, un jadeo escapando de sus labios, y Minho sonrió de satisfacción.
—Esto... esto no tiene vuelta atrás, ¿verdad? —dijo Jisung, sin poder creer lo que estaba sucediendo.
Minho lo miró, sus ojos oscuros y llenos de deseo. —No, Jisung. No tiene vuelta atrás.
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Instintos universitarios (^///^)
Randomhan jiSung un omega testarudo y lleno de energía, esta decidido a vivir su vida universitaria sin preocuparse demasiado por los alfas, a pesar de que su mejor amigo, Félix ,insiste en que debería cuidarse mas pero todo su plan se desmorona cuando po...
