"Él era la obscuridad que ella tanto anhelaba y ella era esa calma que él siempre buscó."
Lilith llevababa una vida normal, incluso se podría decir que algo aburrida como estudiante de preparatoria. Tenía amigas y un padre al que amaba. Ella creía q...
-Que haría sin ustedes.-Shuhua lloro contra su hombro recibiendo algunas caricias en su cabello de la más alta.
-Lo logré.-Rei salió del salón de música con una gran sonrisa por haber conseguido su objetivo, pero su rostro cambio por completo al ver como sus amigas se separaban de golpe.
Rei sintió una opresión en su pecho al ver las lágrimas en los ojos de su amiga y solo corrió a abrazarla sin aun saber que le sucedía. Solo no le gustaba ver llorar a las personas cercanas a ella.
-Todo estará bien.-Murmuro Rei dándole algunas palmaditas en su espalda.-Ahora, vamos a comer algo tengo hambre.-Comento Rei con algo de pena cuando su estómago rugió sacándole una risa a las tres.
Sin dudas Shuhua se sentía feliz de tener a dos amigas tan fieles como ese par.
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Liltih suspiro con algo de cansancio y entró a la farmacia a pesar de que Shuhua y Rei habían insistido en acompañarla la chica se negó rotundamente. Prefería mil veces que crearan rumores de ella que de su amiga Shuhua.
Como era de esperarse la mujer que atendía la caja la miro con una cara de horror cuando Lilith llevo la prueba de embarazo al mostrador. Aun así no dijo nada y solo le entrego lo comprado una vez de terminar de registrarlo.
Lilith salió de la pequeña farmacia sosteniendo la bolsa que la habían dado con la prueba dentro. La sostenía firmemente en su mano libre mientras que en la otra tanteaba en su teléfono buscando el contacto de su padre. Pero antes de que pudiera marcar el número choco con la espalda de alguien más haciendo que su teléfono callera al suelo junto a ella y la bolsa que llevaba.
-Perdón.-Se disculpó el causante de la caída de Lilith girándose rápidamente y ayudándola a levantarse del suelo.
La chica estaba algo enojada, ya que la mica de su celular se había roto en una esquina por el impacto. Estaba dispuesta a maldecir a aquella persona cuando se fijó en su rostro.
Conocía a este chico era el presidente del concejo estudiantil, no recordaba su nombre, pero sabía que estaba en tercer año y recordaba que cuando ella estaba recién ingresando en Decelis había tenido un ligero crush con el chico.
Pero quien no lo tendría, su cabello era negro como el azabache, sus ojos eran grandes con unos orbes del mismo color de su sedoso cabello, nariz fina, labios pomposos y una piel ligeramente morena. Lilith no pudo evitar quedarse viéndolo durante un poco más de tiempo hasta que el chico volvió a hablar.
-¿Estás bien? ¿Te lastimaste?-Pregunto él al ver que no respondía.
Lilith sintió su rostro calentarse y solo asintió en respuesta.
-S-sí, estoy bien. Adiós.-Sin decir más Lilith dejo atrás a aquel chico que la siguió con la mirada hasta que se perdió de su campo visual.
La había encontrado, eso era lo que pensaba aquel chico que luego de un rato sonrió con diversión.
