Don't tell nonna - yeongyu

XX

Cuando encontró unas pocas selcas de Yeonjun que el mayor no le había mandado, decidió que si ya había llegado tan lejos como para revisarle el teléfono al chico, bien podía mandarse esas fotografías para guardarlas en su propio celular siempre y cuando luego borrase la evidencia. Abrió el Katalk dispuesto a buscarse a sí mismo, ya sabía que Yeonjun lo tenía guardado como Gyu, pero entonces se topó con un contacto guardado como Soobin, y supo que se trataba del barman. El último mensaje que Soobin le había mandado a Yeonjun eran unos corazones, y Beomgyu no iba a sentirse celoso de Soobin luego de todas las cosas que el castaño le había revelado sobre Yeonjun, sin embargo no podía negar que se sentía bastante intrigado sobre qué clase de conversación podrían haber tenido si consideraba que Soobin había dicho claramente que Yeonjun "se quejó todo el día y dijo que mataría a Taehyun" cuando hablaron la noche anterior en el bar. Y ese fue el motivo que lo impulsó a abrir la conversación con Soobin y leer los últimos -y únicos, pues tal parecía que Yeonjun o nunca hablaba con Soobin o tenía la costumbre de borrar las conversaciones periódicamente- mensajes. Beomgyu no esperaba nada en particular más que amenazas de muerte para Taehyun, y probablemente esa fue la razón por la que se sorprendió tanto al leer lo que leyó. Yeonjun celoso, Yeonjun inseguro, Yeonjun diciendo cosas realmente tiernas sobre él que lo hicieron sonreír más de una vez... y sobretodo, Yeonjun diciendo que estaba jodidamente enamorado de él. Y las ganas de abrazar y besar a Yeonjun que había sentido escaleras abajo, regresaron con más fuerza.

Dejó el celular de Yeonjun sobre el escritorio porque ya había visto más que suficiente y no le importaba ni un poco que apenas fueran las 8 am, y se encaminó hasta la cama, donde el rubio aún dormía, con una enorme sonrisa en los labios. Ni siquiera tuvo que pensárselo dos veces antes de saltarle encima a Yeonjun para comenzar a besarlo por todas partes, soltando chillidos y grititos y todos esos ruidos raros de los que el mayor usualmente se reía, mientras pensaba en todos los mensajes que Yeonjun le había enviado a Soobin y sentía que estaba un poquito muy, muuy enamorado de Choi Yeonjun. Por supuesto que con tanto alboroto el rubio se despertó, abriendo los ojos de golpe, y miró a Beomgyu en blanco por unos segundos antes de soltar una maldición y fruncir el ceño. Beomgyu estalló en carcajadas al mismo tiempo que le apretaba las mejillas a Yeonjun, estirándole luego la piel tratando de formarle una sonrisa, aprovechando que el chico estuviera demasiado dormido como para defenderse. Recibió algún que otro manotazo por parte del rubio que intentaba en vano pararlo, pero eso no detuvo a Beomgyu en absoluto y a los pocos segundos ya estaba haciéndole cosquillas a Yeonjun mientras que este se retorcía y seguía maldiciendo como un poseso. En algún punto Yeonjun simplemente se rindió y dejó de luchar, permitiendo que el pelinaranja siguiera con su tonto juego, pero en cuestión de segundos Beomgyu se cansó y se dejó caer sobre el mayor, riéndose todavía. Se reía porque los mensajes que había leído lo tenían contento, se reía porque recordaba la canción y las palabras de Yeonjun de la noche anterior y un calor invadía todo su cuerpo, se reía porque sabía cuánto odiaba Yeonjun que lo despertaran pero aún así lo había dejado jugar y gritar y molestarlo sin oponerse y eso para Beomgyu significaba que el mayor le permitía hacer cosas que a cualquier otra persona no, y se reía porque era imposible no sentirse alegre con todo eso.

—¿Qué carajo te picó ahora? —gruñó Yeonjun en cuanto Beomgyu se calmó—. Estás loco.

—Qué raro que hyung se despierte gruñón —bromeó, sentándose a horcajadas sobre el rubio—. No me picó nada ni estoy loco, sólo quería que te levantes.

—Sí que estás loco, ¿es esa manera de despertar a alguien? —se quejó el mayor con el ceño fruncido—. Estaba muy tranquilo durmiendo hasta que empezaste a gritar y a brincarme encima.

—Blablabá, sólo escucho gruñidos —se mofó, haciendo una mueca burlona mientras tomaba las muñecas de Yeonjun para hacer al mayor mover los brazos—. Dormirás cuando me vaya, ahora tienes que estar conmigo.