37

468 57 10
                                        

Cuando Danielle reveló la identidad de quien estaba detrás de las cartas, Hyein y Kazuha quisieron prácticamente matarse, deseando nunca haber echo aquella apuesta, ya que ahora se veían obligadas a satisfacer cualquier capricho que alguna de sus amigas decidiera imponer.

Mientras tanto, Eunchae e Yizhuo no podían contener su entusiasmo. La china, como de costumbre, demostraba que sus intuiciones eran casi infalibles, pues sus corazonadas solían resultar acertadas en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, Eunchae, que rara vez conseguía ganar en las apuestas, se sintió aún más animada al haberle ganado a Hyein, quien no perdía oportunidad para burlarse y contradecirla constantemente.

A pesar de las quejas y los berrinches, ambas chicas se vieron obligadas a cumplir, ya que su palabra era inquebrantable y sus amigas podrían ser realmente intensas cuando se lo proponían. Así, Hyein y Kazuha, cargadas de tristeza y frustración, se dirigieron juntas al centro comercial para adquirir lo que habían apostado a sus amigas.

Al entrar en la tienda, la japonesa fue la primera en encontrar el producto y casi se desmaya al ver el precio de aquel gloss de Dior. Mientras tanto, Hyein guardaba en su mente una serie de maldiciones contra sus amigas. Posteriormente, el siguiente reto fue conseguir la raqueta que Eunchae tanto anhelaba, a pesar de que también tenía un precio elevado. Conscientes de lo mucho que su amiga había deseado ese artículo durante meses, no dudaron en comprarla. Esta vez, para mitigar el golpe, Kazuha decidió no mirar el costo y simplemente entregó la tarjeta a Hyein.

Una vez que finalizaron sus compras, las chicas se repartieron sus "regalos" en la escuela. Eunchae, emocionada, no dudó en lanzarse a abrazar a Danielle y Hanni, agradecida por la nueva raqueta con la que ahora podía entrenar. Mientras la australiana soltaba una risa ante la escena, la vietnamita se mostraba desconcertada hasta que Yizhuo, de manera amable, le explicó que todo formaba parte de una inocente apuesta entre el grupo. En un principio, la bajita se sonrojó al darse cuenta de que había sido tan evidente que las amigas de su casi novia descubrieron que ella estaba detrás de las cartas. Por su parte, Danielle encontró el gesto tierno y, sin poder resistirse, le robó un beso cariñoso a la tímida y ahora sonrojada Hanni frente a todas sus amigas, y es que no podía resistirse en abrazar y mimar a la vietnamita cuando se ponía así.

Después de aquel memorable lunes, esta dinámica entra ambas se había vuelto costumbre. Ya habían transcurrido tres semanas desde la confesión, y los dos grupos distintos finalmente se habían fusionado en uno solo. Al principio, Minji era la única que compartía sus recesos con las demás, ya que anhelaba aprovechar cada momento junto a su ahora novia, Haerin, tal como le había pedido hace unas semanas atrás.

La sorpresa de Minji fue sencilla, pero rebosaba romanticismo. Con esmero, decoró el cuarto de Haerin con globos, le entregó un enorme peluche en forma de oso, llenó su cama de chocolates y hasta encargó una pizza con forma de corazón. Cuando Haerin entró a su habitación y se encontró con Minji, el osito gigante y un cartel que preguntaba "¿Quieres ser mi novia?", no pudo evitar aceptar de inmediato.

No obstante, llevar a cabo tal propuesta no había sido tarea fácil. Al principio, Jungwoo, el hermano mayor de Haerin, no se mostraba muy receptivo. Sin embargo, con el tiempo empezó a notar que Minji cuidaba y amaba sinceramente a su hermanita. Por otro lado, la naturaleza desconfiada y protectora del mayor no era para menos, pues Minji entendía que los hermanos mayores a veces se sienten celosos cuando ven a sus hermanas recibir tanta atención.

Hanni y Danielle, a pesar de no haber compartido mucho tiempo juntas, ya se comportaban como una pareja casi establecida dentro del grupo. La vietnamita aún se encontraba en pleno proceso de superar su timidez; sin embargo, en las primeras ocasiones en las que estuvieron todas reunidas, Yunjin y Minji no perdieron la oportunidad de hacerla sentir incómoda al mostrarle a la de rizos uno de los numerosos tweets que le había dedicado antes de declararse. Danielle, por su parte, encontró el gesto encantador—como solía ser con casi todo lo que hacía la bajita—y no le dio demasiada importancia, aunque de vez en cuando se divertía molestando a Hanni, con lo que había leído de sus tweets, Danielle aprovechaba que, gracias a amigas como Jimin y Minjeong, podía seguir accediendo a la cuenta privada de la bajita para leer algunos de sus mensajes y publicaciones pasadas, pues Hanni se negaba rotundamente a darle acceso a la australiana.

Beautiful mistakes [catnipz/niniz] ¡au!Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang