- ¡Serás sinvergüenza!... No tengas cara, que vas a ver al camarero guapo, o ¿te recuerdo la turra que me das siempre para que averigüe si está de turno el día que canto?. Te creerás que no te veo desde el escenario babeando, que luego Luisa la de limpieza tiene que pasar el mocho dos veces.
- Jajjsjsa, no voy a negar que el camarero es un plus, y además me da muchos puntos decir que soy amigo del cantante
- Si, no lo jures, que aún recuerdo el día que me volví loco buscándote después del concierto y tu en el baño comiéndole la boca y quién sabe qué mas al tipo aquel. El día que deje de cantar allí vas a tener que ir a buscarte los ligues con Alvaro.
-Ay, que te has picado!! Si me encanta cómo cantas Juanji, sabes que soy tu fan número uno, ¿o no te he visto mas veces que Alex, Denna, Bea y Alvaro juntos? No te enfurruñes, anda. ¿Aprovechamos que se ha acabado este bloque y cenamos algo?
Tendiéndole una mano ayudó a Juanjo a levantarse y así de la mano se dirigieron a la cocina a hacerse la cena, ambos plenamente conscientes del tacto suave de la mano de otro.
- Aún no has dicho cuál sería tu habilidad o cualidad.
- Creo que me gustaría parecerme un poco mas a ti.
- ¿Ser alto y atractivo, dices?
- Exacto - Martin puso los ojos en blanco - me refiero a disfrutar un poco mas de la vida, ser mas espontáneo.
- Nah, eres perfecto así, no necesitas cambiar nada en tu forma de ser. Venga, vamos a cenar ¡que me muero de hambre!
-Cocinas tu o pedimos algo, esas son nuestras opciones.
- Eres un vago, Martin, algún día tengo que enseñarte a cocinar, que cuando no están tus padres no comes mas que latas.
- El año que viene, cuando empiece la uni y compartamos piso juntos.
Juanjo dejó de golpe lo que estaba haciendo. - Espera, ¿has dicho cuando compartamos piso? ¿y eso?.
Decidir qué iban a hacer cuando Martin empezara la universidad era un punto de fricción entre ellos, uno de los pocos temas por los que discutían normalmente. Juanjo que había pasado dos años en un colegio mayor estaba listo para mudarse a un piso en su tercer año de carrera. Con Martin empezando la universidad siempre había asumido que compartirían piso pero para su sorpresa, Martin se mostraba poco convencido y le daba largas cuando sacaba el tema. Aunque no había sabido darle una razón coherente, se resistía a comprometerse en algo y Juanjo se había enfadado mas de una vez frustrado por no entender el motivo. Martin se sentía cada vez mas presionado al ver lo decepcionado que Juanjo estaba, y en realidad era incapaz de justificarse, simplemente le daba miedo dar el paso, compartir piso con Juanjo implicaba pasar muchas horas del día juntos, y aunque ya lo hacían, en el fondo tenía miedo de que su relación fuera a cambiar, que los roces y piques de la convivencia acabaran por hartarlos y acabaran discutiendo y cada uno por su lado.
- No sé... no me preguntes mucho, igual es que voy haciéndome a la idea
- Vale, no insisto para que no te arrepientas, pero ya verás, ¡va a ser increíble! - exclamó Juanjo dando saltitos por la cocina mientras Martin le miraba sonriente. No, realmente no había muchas cosas que Martin no haría por Juanjo.
Cenaron en un cómodo silencio, cada uno enfrascado en sus pensamientos. Martin alzó la cabeza cuando se dio cuenta de que Juanjo le miraba con atención.
-¿Qué?
- Este experimento - Juanjo se ruborizó y sus mejillas adquirieron el tono de un melocotón - no sé si el resultado final va a ser el esperado pero sí que creo que me está haciendo algo.
El corazón de Martin empezó a latir furiosamente
- ¿A qué te refieres?
- Estar aquí contigo hablando así, de tantas cosas... me hace sentir mas cercano aún a ti. Y me doy cuenta de que eres mi persona favorita en el mundo. Bueno, no es que no lo supiera, es que creo que nunca lo había formado en mi mente como un pensamiento coherente ni lo había puesto en palabras.
El corazón de Martin estaba a punto de salírsele por la boca. Entre Juanjo y él las muestras de afecto no eran nada extraordinario, pero Juanjo, pese a lo extrovertido que era, no era una persona a la que le gustara hablar de sentimientos. Que le hubiera dicho eso era tan inusual que no sabía ni cómo reaccionar.
- Gracias - musitó - ¿Recogemos esto? - dijo cambiando rápidamente de tema. Y empezó a recoger platos y vasos evitando ostensiblemente mirar a Juanjo a la cara.
Juanjo le miró fijamente y asintió con la cabeza. No tenía muy claro qué acababa de pasar, pero la forma en que Martin había desviado el tema le hizo sentir qué a lo mejor su comentario no había sido bien recibido y se arrepintió de haberse dejado llevar por el momento. De repente algo se le pasó por la cabeza que no se habían planteado en ningún momento ¿y si todo eso funcionaba para uno de ellos pero no para el otro? ¿Y si uno se enamoraba y el otro no sentía lo mismo? Seguramente, eso no podía pasar... ¿no?
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36 Preguntas
FanfictionJuanjo y Martin, amigos desde hace años, deciden comprobar la veracidad de un test que promete que se enamorarán después de hacerse 36 preguntas
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