Se estaba haciendo de noche y Martin se levantó a encender una lamparita que emitía una luz anaranjada y tenue sobre la habitación, creando una atmósfera mucho mas íntima que cuando empezaron el experimento. De paso aprovechó para ir a la cocina y coger una cerveza para Juanjo y un refresco para él. A la vuelta le entregó la cerveza mientras aprovechaba para dejar una suave caricia en el pelo de su amigo. Volvió a sentarse enfrente de éste
- ¿Seguimos?
- Seguimos
-Si pudieras vivir hasta los 90 años y tener el cuerpo o la mente de alguien de 30 durante los últimos 60 años de tu vida, ¿cuál de las dos opciones elegirías?
-Pfff la pregunta, yo creo que preferiría tener la mente de alguien de 30, para qué querría tener cuerpazo si estoy chocho de la cabeza - contestó Juanjo
- De acuerdo contigo, siguiente pregunta
- ¿Tienes una corazonada secreta acerca de cómo vas a morir?
- Qué mal rollo, Martin, yo espero que durmiendo en la cama pero no me lo planteo nunca. Sólo una vez... - calló
- ¿Una vez qué? - Martin se dio cuenta de que la cara de Juanjo había mudado y su semblante estaba ahora serio - ¿una vez qué, Juanjo? - volvió a repetir suavemente.
- Cuando falleció mi abuelo, ¿recuerdas? Pensábamos que era una gripe y se acostó y ya no volvió a levantarse. Coincidió que ese fin de semana estábamos allí todos, mis padres y hermano, los tíos y primos porque era el cumpleaños de la abuela y habíamos estado sentados en su cama con él contándole nuestros planes del día... no sé, fue muy duro perderle de forma tan repentina pero recuerdo haber pensado que cuando me toque a mi quiero irme así también, rodeado de familia que me quiera y me acompañe. Le echo mucho de menos ¿sabes?
Una lágrima rodó por su cara. Martin se levantó para sentarse a su lado, pasándole un brazo por la espalda y apoyando la cabeza en su hombro sin decir nada, y así, en silencio, permanecieron unos minutos mientras Juanjo se recomponía.
-¿Quieres que lo dejemos, Juanji?
- No, no venga, lee la siguiente pregunta - Sonrió levemente dándole un apretón en el brazo.
- Vale, a ver, di tres cosas que creas tener en común con tu interlocutor. ¿Esto es donde descubrimos que somos muy compatibles y nos enamoramos? - bromeó Martin
- Claro que si, tontaina, de repente se te enciende la neurona esa única que tienes y te das cuenta de que soy el hombre de tu vida. Anda, vuelve a tu sitio - sonrió Juanjo. - Venga, yo contesto primero; nos gusta la música, tenemos un sentido del humor parecido y creo que los dos somos buenas personas, aunque tu mas que yo.
-Tu eres una buenísima persona, Juanjo, no menos que yo - Había un cierto reproche en la mirada de Martin y Juanjo notó que se ruborizaba, no era una persona proclive a la autocompasión simplemente creía en serio que Martin era una persona mucho mas buena que él.
-Vale, vale, venga que te toca
- Creo que los dos tenemos tendencia a picarnos enseguida
- Ahem - Juanjo hizo como que tosía
- Valeee yo igual un poco poquísimo mas ¿contento?
- Si - contesto Juanjo con una sonrisa de oreja mientras una servilleta de papel arrugada le daba de pleno en la nariz
- Calla, que sigo. Tenemos un gusto parecido en ropa y los dos amamos la naturaleza
- Correcto. ¿Qué tal esa neurona?
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36 Preguntas
FanfictionJuanjo y Martin, amigos desde hace años, deciden comprobar la veracidad de un test que promete que se enamorarán después de hacerse 36 preguntas
