Sigues doliéndome: en las chicas bonitas,
en las cenas románticas en las películas
en las rondas de whiskey en las cantinas
en las parejas felices,
en las ventanas del tren
Sigues doliéndome a muchos kilómetros de casa,
como un misil de largo alcance
o una sombra interplanetaria
365 veces al día
Todas las canciones tristes me recuerdan a mí,
y yo no hago más que odiarte con todos mis recuerdos
y en el fondo te odio más
y más
y me pregunto
¿Qué clase de enfermo diabólico soy?
Qué clase de lunático
para detestar a la mujer que me dejó
por alguien como yo
pero mejor
Me mudo a Tokio ahora
Quiero besar estudiantes japonesas
que se parezcan a ti
O tal vez a Francia
para hablar idiomas que no entiendas,
que te mueras por descifrar
Quiero vivir
Aprender a tocar el piano
para seducir a la tú de mis recuerdos
para luego hacerla a un lado
por la primera mujer impresionada del salón
que me mire a los ojos
y me sonría
insinuando ya sabes qué
Hasta que ella, como las otras
también encuentre a alguien como yo
pero mejor.
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Poesía en el piano
PoetryDonde hubo risas, hay sólo trizas. Y el resto de los días en silencio porque un día los restos de ti enterré.