Difícil pero Real ©

Dragones

*2 meses después*
P.O.V.Hermione
Draco y yo estábamos tumbados en la cama, durmiendo como siempre, cuando de repente escuchamos algo chocarse contra la ventana de la sala, temimos que fuera un dementor (que por ahora están completamente descontrolados).
Corrimos rápidamente con nuestras varitas , las apuntamos pero no era un dementor, era una lechuza gris idéntica a la de Ron, creí que luego de tanto tiempo estaría entrenada. Fui rápidamente a ayudarla y cogí el sobre.
-¿Que dice?- preguntó Draco.
-"Estimados señorita Granger y señorito Malfoy..."- solté una risita y él un bufido - "Les enviamos un cordial saludo a ambos y también comunicarles que la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería ya está reconstruída , por lo tanto son invitados a volver para lo que resta de éste año.
Mis saludos cordiales, Minerva McGonagall."
-¿Irás?- me preguntó.
-Claro, ¿Crees que me perderé mi graduación después de tantos años?
-No lo sé - dudó - Con tantos dementores fuera...
-Vamos, no pasará nada en Hogwarts. Para eso existe el Patro...
Había olvidado que Draco no tenía patronus aún, lo que hizo que bajara la vista.
-Lo siento ,podrás hacerlo algún día - le abracé ,lo miré a los ojos y le dí un beso - Ya es hora de empacar.
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P.O.V.Draco
Al llegar a King's Cross encontramos a Harry y a Ron, que al ver a Hermione le dieron un gran abrazo mientras yo llevaba el equipaje al almacén.
Al subir al tren, ella y yo nos sentamos algo por el medio de todo, siempre nos sentábamos al final pero después del incidente con el dementor ya no quiere estar ahí, últimamente el ministerio parece que se ha olvidado de ellos y les importa muy poco dónde están.
-¿Crees que ellos volverán? - dudé.
-No lo sé, no me digas que sigues asustado de ellos.
Bajé la mirada. Se sentó a mi lado y me cogió de un brazo.
-No te preocupes, mientras yo esté contigo no pasará nada - se volvió a su libro.
Me sentía algo incómodo, se suponía que eso le debería decir YO a ELLA, y NO ELLA a MÍ. <<Das vergüenza, Draco Malfoy>> me dije a mí mismo. Pero estaba seguro que lo haría algún día.

-Sean bienvenidos otra vez a Hogwarts, han pasado dos meses ya de la Segunda Guerra mágica y sé que muchos han perdido a seres queridos, y quería contarles que uno de ellos es nuestro profesor... Severus Snape, quien fue atacado por Nagini, la víbora de Lord Voldemort...- contó McGonagall.
Al terminar el "discurso" fuimos a nuestras habitaciones y como antes, me infiltré en la habitación de Griffindor, exactamente a la de Hermione, no podría ir a Slytherin, ya me habrían botado de ahí.
Las habitaciones eran circulares y pequeñas pero de todas maneras yo tenía media parte de la habitación y ella la otra, colocamos todas nuestras cosas rápidamente para poder ir al Gran Salón a desayunar.

Lo primero que nos tocó fue pociones , debíamos hacer una que des-petrificara, como la que hicieron en 2do año, cuando alguien abrió la cámara de los secretos.
-Muy bien, alumnos, hoy haremos una poción para des-petrificar, asumo que se acordarán en 2do año en Herbología, donde vieron por primera vez a una mandrágora joven, pero esta vez se enfrentarán a una adulta, sus gritos son extremadamente agudos , la diferencia es que éstos son mortales, por eso tienen a su lado unos protectores de oídos, pónganselos y saquen a sus mandrágoras rápidamente - el profesor jaló el tallo de la planta y empezó a chillar, era mucho más agudo y fuerte de lo que recordaba - ahora van a cortar sus hojas y volver a enterrar a la mandrágora , ¿lo ven? Es muy simple. Ahora inténtenlo ustedes.
Luego de escuchar a esas malditas mandrágoras, nos indicaron los materiales. Al terminar pudimos llevarnos un poco de nuestra poción en un recipiente diminuto.

Al terminar el día, me escabullí al cuarto de Hermione, la encontré en la cama dormida con un libro abierto sobre la sábana, fui al baño y me cambié el uniforme a pijama, apagué la luz y me acomodé en mi cama. Unos segundos después, cuando estaba a punto de dormirme, la ventana del lado de Hermione se abrió bruscamente, que hizo despertarla. Era otro dementor, que la localizó y empezó a absorberla. Entré en pánico, ¿Qué podía hacer? Me paré rápido frente a éste.
<<¿Qué recuerdo bonito hay...?>> pensé <<¡Rápido Draco, un recuerdo bonito!>> Me di cuenta que ese recuerdo bonito estaba en mis narices, era ella, todas las veces que nos encontramos, esa vez que la besé en la entrada de Hogwarts, cuando fui con ella a Londres, todos esos eran recuerdos bonitos:
-¡Especto Patronum!
De mi varita salió un pequeño Dragón blanco, como la de mi padre, que radió luz haciendo que el espectro se alejara de ella.
-¡Hermione!, ¿estás bien?
-Si, vi tu patronus - me dijo sonriendo pero débil- sabía que lo lograrías alguno de estos días.
Me senté en la cama, levanté su cabeza y la puse sobre mi regazo.
-Me dijiste que no tenías ningún recuerdo bonito.
-Si- empecé a peinar sus rizos con mis dedos- pero estaba equivocado.
-¿Y en que pensaste?
-En ti.