Mi mejor decisión.

10

10— Desconocido.

𖹭 𔘓 𖹭
Sienna
𖹭 𔘓 𖹭

Después de pensarlo mucho, decidí aceptar la oferta de Alessandro. Ver nuevamente a Aaron tendido en esa camilla, y recordar como se puso Matthew al verlo me hizo sentir culpable de toda esta situación.

Es como si el destino me estuviera dando una segunda oportunidad para tener una buena familia.

Salí del hospital, pues ya se había acabado el horario de visitas, y necesitaba charlar más con Alessandro.

Quedamos en que mañana nos reuniríamos, pero cuando me subí al coche y lo quise prender este no cedió.

Que suerte.

Me hicieron el favor de revisar de que se trataba, pero al parecer es un daño más complejo, mañana me ayudarían a repararlo.

Ya entendí porque Madelynne se quejaba tanto de este auto, y porque se apresuró a comprar otro.

—Bueno... ¿te damos un aventón? —dijo Riccardo.

—No es necesario, puedo llamar a...

—Sube, será más rápido. —dijo Alessandro, abriendo la puerta del copiloto de su auto.

No tuve otro remedio que aceptar, y subir al coche una vez que tomé las cosas de valor del auto.

Alessandro se subió en el piloto, y Riccardo a regañadientes en la parte trasera.

—Este es uno de mis momentos más humildes. —dijo Riccardo.

—Te hacen falta más. —dijo Alessandro, y el otro se quejó.

—¿Son hermanos...? —pregunté, ante su comportamiento.

—¡Ja! Ya quisiera él ser de mi familia. —dijo Riccardo.

—No, no quisiera, la mía es mejor. —contestó Alessandro. —Somos mejores amigos desde niños, por desgracia.

—Imagina tu vida sin mí, Amore mio.

—Dio, che male sto pagando? —susurró Alessandro.

—¿Son italianos? —miré a Alessandro. ¿Cómo no me había dado cuenta antes?

—Ovviamente, dolcezza. —Riccardo se acercó a la parte delantera del auto, entre Alessandro y yo. Me sonrió y me aparté un poco por su cercanía.

—Bueno... —dije, un tanto nerviosa. De pronto Alessandro aceleró haciendo que Riccardo cayera en los asientos traseros.

—Cinturón, querido amigo.

Riccardo empezó a reír, y Alessandro mantenía la mirada en el camino.

—¿Tu siempre has sido de aquí? —preguntó, sin despegar la mirada del camino.

—No, nací y crecí en San francisco, pero me mudé a Napa hace casi cuatro años. —contesté mirando el camino, recordando cuando llegué por primera vez,

—¿Qué edad tienes, Sienna? —preguntó Riccardo desde atrás.

—Cumpliré 25 en julio. ¿y ustedes?

Alessandro miro a Riccardo desde el retrovisor, y este soltó una suave risa.

—Cumplí los 28 en febrero —contestó, pateando el asiento delantero para que Alessandro contestará.

—¿No es obvio? La misma edad que Aaron. —dijo, pero suspiró cuando sintió otra patada — Tengo 27. A mí me festejan el 24 de septiembre, pero nací el 8.