^^Inocente x Desconocido ^^ [ Sonadow ] T2

• Desconocido •

-Por cierto, quería decirte que la casa ya casi está lista. Solo faltan unos detalles.

Sonic tomó la llave con asombro.

-¿En serio? ¿Hablas de la casa que vimos hace meses?

Shadow asintió.

-Sí. Quería que tuvieras un lugar que pudieras llamar hogar, no solo un espacio temporal.

Sonic se lanzó a sus brazos, abrazándolo con fuerza.

-¡Gracias, Shadow! Esto significa mucho para mí.

-No tienes que agradecerme. Tú haces que todo valga la pena.

Sonic caminó con paso decidido hacia el aula, pero al entrar sintió cómo todas las miradas se posaban en él. Los susurros no tardaron en llegar.

-¿Ese es el nuevo profesor? -preguntó alguien desde el fondo.
-No, creo que es un alumno. Pero se ve mayor, ¿no? -respondió otro.

Sonic apretó los labios, tratando de ignorar los comentarios. Aunque los rumores lo hacían sentir incómodo, recordó por qué estaba ahí: estaba cumpliendo un sueño.

Se sentó en una de las últimas filas, ajustándose en el asiento mientras observaba el aula. Momentos después, la puerta se abrió y la profesora entró. Era una mujer seria y profesional, que solo le dedicó una breve mirada antes de comenzar la clase.

-Bienvenidos. Soy la profesora Maribel. Espero que estén listos para trabajar, porque en esta clase no hay espacio para la pereza. -dijo, con tono firme.

Sonic sonrió internamente. Esto no será fácil, pero tampoco imposible, pensó.

Compartiendo su Felicidad

Durante el receso, Sonic no pudo evitar sacar su teléfono y tomar unas cuantas fotos del campus. Las envió rápidamente a Shadow con un mensaje:

"¡Primer día y todo está genial! Mira qué bonito es este lugar."

Shadow respondió casi al instante.

"Sabía que te iba a gustar. Concéntrate y no distraigas a los demás con tu encanto."

Sonic soltó una risa. A pesar de la distancia, sentía el apoyo de Shadow.

Un Nuevo Comienzo de Amistad

Mientras buscaba un lugar para almorzar, Sonic tropezó accidentalmente con una coneja que llevaba varios libros en las manos.

-¡Oh, lo siento mucho! -exclamó Sonic, ayudándola a recogerlos.

La coneja, de orejas largas y ojos brillantes, le dedicó una sonrisa amable.

-No te preocupes, fue un accidente. Gracias por ayudarme.

Sonic sonrió de vuelta.

-Soy Sonic, por cierto. ¿Tú cómo te llamas?

-Raquel. -respondió ella, acomodando sus libros.

La conversación fluyó con naturalidad, y para cuando terminaron de almorzar juntos, ya parecían amigos de toda la vida.

-¿Qué estudias, Sonic? -preguntó Raquel mientras bebía un jugo.

-Contabilidad. Es algo que siempre quise hacer, pero... las cosas se complicaron. Estuve en coma por un tiempo.

Raquel lo miró con sorpresa.

-¿En coma? ¿Qué pasó?

Sonic suspiró, pero no dudó en abrirse.

-Es una historia larga, pero digamos que mi pareja, Shadow, estuvo ahí para mí todo el tiempo. Es gracias a él que estoy aquí ahora.