Beomgyu frunció el ceño, su estómago apretado en algo incómodo.

—Él no lo es, no es mi novio. No soy gay.

—Ah.

Beomgyu la miró con suspicacia.

—¿Que se supone que significa eso?

La chica se encogió de hombros.

—Lo que sea. De todos modos, mi consejo es el mismo: ve a dormir. Las cosas se verán mejor por la mañana.

—No funciona.

—¿Qué no lo hace?

—Dormir hasta que pase —dijo Beomgyu —. Sigo esperando, y esperando, pero nop. Todavía sigo siendo yo, y sigo siendo el mismo perdedor de quien se hartó.

La chica dejó escapar un suspiro. Sus ojos eran casi una sombra exacta como los de Yeonjun.

—Por el amor de Cristo. ¿Estás seguro de que no era tu novio? Definitivamente no lamenté tanto cuando mi verdadero novio me dejó hace un tiempo.

Beomgyu negó con la cabeza con una débil risa.

—Te dije que no soy gay. No estoy deprimido. Sólo soy...

—Solo flipando —dijo la chica, muy secamente—. Seguro que parece que no estás deprimido.

Beomgyu la fulminó con la mirada, pero en el mejor de los casos estaba descorazonado. No se sentía muy bien, tanto física como emocionalmente. Estaba solo... tan malditamente cansado. Cansado de no saber qué demonios quería de su vida, cansado de su incapacidad para ser alguien con quien la gente quisiera quedarse.

Tal vez si fuera una mejor persona, alguien más armado, alguien más desinteresado y menos agresivo, Yeonjun no se habría cansado de él. Tal vez si no hubiera presionado a Yeonjun para que lo follara, Yeonjun todavía habría sido su amigo.

¿Un amigo? Dijo una voz en el fondo de su mente.

Sí, un amigo, se dijo Beomgyu obstinadamente. Yeonjun era más importante para él que unos orgasmos grandiosos.

Podía sobrevivir sin la polla de Yeonjun, pero definitivamente no quería perder al mejor amigo que siempre había estado para él. Tal vez Yeonjun había tenido razón y era un error el mezclar la amistad con el sexo, pero no era como si pudiera decirle a Yeonjun eso cuando no estaba respondiendo a sus llamadas.

—Dame otra botella — Beomgyu le dijo a la camarera.

—No —dijo ella—. Definitivamente has tenido suficiente. Mira, vete a casa. O llama a tu novio y dile que te lleve a casa.

—Él no es mi novio —dijo Beomgyu, con las cejas fruncidas por la confusión. Creyó que ya le había dicho eso. ¿O no lo había hecho?— Ni siquiera soy su tipo —murmuró—. Él no me quiere, no así. Incluso si yo fuera gay, y no lo soy, él no elegiría a alguien como yo —Los labios de Beomgyu se retorcieron—. Nunca elegiría a alguien como yo. Yo soy... yo soy, yo. Él siempre va tras chicos interesantes y exitosos, no perdedores como yo.

—Creo que estás siendo demasiado duro contigo mismo, amigo. Como, no te conozco, pero ¿no dijiste que administras un pub?

Beomgyu negó con la cabeza.

—Es de mi abuelo. Y no es mucho. Apenas hago lo suficiente como para cubrir mis cuentas. Alguien más inteligente tal vez podría hacerlo rentable. Mis padres no creen que sea un trabajo de verdad de todos modos... creo que soy demasiado estúpido para conseguir uno real. Probablemente Yeonjun también lo cree. Él es... es inteligente. No como yo. No sé por qué estuvo atrapado conmigo por tanto tiempo... Nadie lo hace —sonrió torcidamente—. Incluso mis padres se dieron por vencidos cuando les dije que lo estaba fingiendo. Creen que me voy a ir al infierno por no creer realmente en su Dios. Como que, a veces creo en él, tal vez, pero no como sí, creyera verdaderamente, y ellos lo toman como un insulto personal —resopló una carcajada—. Aunque todavía piensan que "es solo una fase", como si lo estuviera haciendo solo para molestarlos. No me toman en serio. Nadie jodidamente lo hace.

La camarera ahora fruncía el ceño.

—Está bien, tienes más problemas de los que pensaba. ¿Quizás intentar lidiar con ellos uno a la vez? Eres una especie de desastre. Sin ofender.

Beomgyu no se ofendía. Era un desastre. Uno que no se ofendía por la verdad.

—No sé cómo —le dijo, mirándola con los ojos abiertos y sin parpadear.

Ella suspiró.

—Por favor no hagas eso. Tus ojitos de bebé triste son estúpidamente efectivos.

Beomgyu asintió.

—Siempre funcionan. Incluso en Yeonjun, a pesar de que él lo niega —O al menos habían funcionado con Yeonjun.

Los hombros de Beomgyu se desplomaron.

—¿Por qué está ignorando mis llamadas?

La chica suspiró y se volvió hacia otro cliente.

Beomgyu se inclinó sobre la barra, sintiéndose muy mal por sí mismo.

Just a Pervert Gyu (Yeongyu)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ