—Suele pasar —dice al fin.
—Y ha habido mucho sexo.
Beomgyu sonríe y baja la cabeza. Juraría que se ha sonrojado, pero no estoy seguro.
—Eso prefiero que no me lo cuentes.
—¿Te da pudor?
Al fin vuelve a mirarme, ahora son soñadores y algo más que no consigo identificar.
—No me apetece en este momento imaginarte follándote a otro.
Reconozco que me sorprende.
—Eso casi suena romántico —atino a decir.
Él se recuesta en la silla. Creo que es muy consciente de cuánto me gusta, pero me está dejando ver cuánto le gusto yo a él. Este lenguaje es el que quiero, con el que me siento cómodo, y forma parte de mí.
Juguetea con la lengua en la comisura de su boca, sin dejar de indagar en mis ojos, antes de hablar.
—Estás demasiado bueno y demasiado guapo como para imaginarte dentro de otro cuerpo que no sea el mío.
Sé que mi rostro refleja el asombro que siento. Esperaba algunas cosas de esta cena, pero estaba convencido de que tendría que lucharlas, que conquistar terreno pulgada a pulgada, de intentar convencerlo de que soy un buen chico, un buen partido, alguien que puede hacerlo feliz.
Sin embargo, el Beomgyu que tengo delante parece mucho más propicio a que nos veamos a menudo que el que dejé aquí ayer por la mañana.
—¿Qué ha pasado este fin de semana? —le pregunto.
Tarda en contestar, y se sonroja antes de hacerlo.
—Que he pensado en ti.
—¿Cómo en mí?
Traga saliva.
—No sé. Supongo que me gustas. Me gustas mucho —se acerca, y nuestras manos se rozan sobre la mesa—. Supongo que mi cabeza le ha estado dando vueltas a la idea de que nos veamos de vez en cuando...
Le corrijo.
—Salir. Te pedí que salieras conmigo.
De nuevo se aparta, pero con una sonrisa deliciosa en la cara que hace que un escalofrío de felicidad me atraviese la espalda.
—No me lo pongas difícil —me dice.
—Creía que te estaba ayudando.
—Y ahora —continúa—, cuando he llegado y te he visto tan guapo, he pensado «Se me ha quitado el hambre, porque solo tengo hambre de Yeonjun.»
No quiero añadir nada más. Levanto la mano y llamo al camarero, que ya se acerca con los platos en la bandeja.
—Póngalos para llevar —le indico—. Nos vamos.
El hombre ni se inmuta. No sé si ha estado viendo cómo hemos tonteado o que es algo habitual entre su clientela, porque sin decir nada se retira para prepararlos.
—¿Cambio de planes? —Beomgyu parece sorprendido.
—Se me ha quitado el hambre, pero necesito comerte y follarte ahora mismo.
Se pasa la mano por la cara. ¿Te he dicho que tiene una dentadura preciosa y unos hoyuelos que entran ganas de besarlos?
—Que seas tan cafre creo que me vuelve loco —me dice.
—Que tengas ese culo sí que me vuelve loco a mí.
No podemos de pie. El camarero nos trae la comida en una bolsa. Beomgyu se empeña en pagar, pero yo le quito la idea.
Cuando salimos a la calle, le paso un brazo por los hombros y lo atraigo hacia mí. Me encanta cómo huele, una mezcla de sándalo y pachuli, con un fondo de almizcle.
Siento su mano en mi cintura, mientras paseamos camino de mi casa sin más prisa que de ahora en adelante.
—Sabes que no va a ser fácil, ¿verdad? —me dice, como si tuviera la necesidad de advertirme—. Que salgamos tú y yo.
—No me dan miedo los retos.
—¿Y si no sale bien?
Suspiro.
—No tengo ni idea, pero si algo he aprendido estos días es a que las cosas suceden, y si dejas que pasen, es posible que eso fuera lo que tocaba.
—Y ahora toco yo —dice en broma.
—Ahora te voy a tocar yo, sí —la secundo y le beso los labios un instante—. Vámonos. Quiero abrazarte y besarte. Mucho y durante horas. Y después, quizá, hagamos el amor.
—Me gusta el plan.
—Me gustas tú.
Y continuamos paseando, sin prisa, porque una vez que llegas a la meta, hay que disfrutarlo.
YOU ARE READING
Experimental (Yeongyu)
Random*Obra Adaptada *Todos los derechos y créditos a: *Fanfic Yeongyu *Yeonjun Top, Beomgyu Bottom *Historia con contenido +18, sino es de tu agrado este tipo de contenido, solo retírate y si hay algún problema, con toda la educación dirígete hacia mi y...
