^^Inocente x Desconocido ^^ [ Sonadow ] T2

° Inocente °

Sonic parpadeó, intentando imaginarse en ese papel.

—¿Yo, presidente? —preguntó, incrédulo.

—Sí. Siempre defendías a los demás, incluso si eso significaba enfrentarte a alguien como yo. Recuerdo que nos cruzamos por primera vez cuando estaba peleando con un estudiante. Era uno de esos días en los que mi temperamento me dominaba, y las cosas se salieron de control.

—¿Y qué hice yo?

Shadow sonrió débilmente, sus ojos llenos de nostalgia.

—Te interpusiste entre nosotros. No te importó que yo fuera más fuerte o más intimidante. Dijiste algo como: "En esta escuela no toleramos la violencia, y menos si se trata de imponer miedo". Esa fue la primera vez que alguien se atrevió a enfrentarse a mí de esa forma.

Sonic desvió la mirada, tratando de imaginarse esa escena.

—¿Y tú cómo reaccionaste?

Shadow dejó escapar una risa amarga.

—Al principio pensé que eras un fastidio. Incluso te molesté varias veces después de eso. Te mordí el cuello una vez, solo para asustarte. Siempre buscaba excusas para hacerte enojar, pero la verdad es que… tú eras diferente.

Sonic lo miró, con una mezcla de sorpresa y confusión.

—¿Diferente?

—Sí. Había algo en ti, Sonic. Esa energía tuya, esa forma de enfrentarte a todo con una sonrisa. Me hiciste cuestionarme muchas cosas. Poco a poco, empecé a verte como alguien más que mi rival. Nos acercamos, y antes de darme cuenta... ya me importabas demasiado.

Sonic sintió un extraño calor en el pecho. Aunque no recordaba nada, las palabras de Shadow resonaban en lo más profundo de él.

—¿Y qué pasó después?

Shadow inclinó la cabeza, su rostro oscureciéndose con el peso de los recuerdos.

—Nos hicimos amigos. Y luego, algo más. Pero no fue fácil. Scourge, que estaba en otra escuela, era como mi némesis. Siempre buscaba formas de provocar problemas, especialmente cuando supo que había cambiado por ti.

Sonic frunció el ceño.

—¿Y qué tiene que ver Scourge con esto?

La voz de Shadow tembló al responder.

—Todo. El día del baile escolar... él apareció. Quería venganza, y no estaba dispuesto a dejarme en paz.

Sonic sintió que el aire se volvía pesado.

—¿Qué hizo?

Shadow cerró los ojos, como si la escena se reprodujera vívidamente en su mente.

—Scourge trajo un arma al baile. Quería matarme frente a todos. Intenté detenerlo, pero entonces... tú te interpusiste.

Sonic retrocedió un paso, incrédulo.

—¿Qué?

—Me protegiste, Sonic. Saltaste frente a mí antes de que él disparara. —La voz de Shadow se quebró, y las lágrimas comenzaron a correr por su rostro—. Te vi caer. Todo mi mundo se derrumbó en ese momento. Silver, Blaze y yo corrimos contigo al hospital. Te tenía en mis brazos mientras sangrabas.

Sonic sintió que un nudo se formaba en su garganta.

—¿Y qué pasó después?

—Te operaron, pero dijeron que el daño era grave. La bala había afectado áreas cruciales, y no te llegó suficiente sangre al cerebro. Eso te dejó en coma. —Shadow se llevó una mano a los ojos, intentando contener las lágrimas—. Dejé la escuela, dejé todo. Me dedicaba a visitarte en el hospital todos los días.

El silencio llenó la habitación mientras Sonic intentaba asimilar todo.

—¿Y estuviste conmigo todo el tiempo?

Shadow asintió, levantando la mirada para encontrarse con la de Sonic.

—Sí. Hasta el último día. Nunca me rendí contigo, y ahora que estás aquí, no pienso volver a perderte.

Sonic dio un paso hacia él, sintiendo una mezcla de emociones.

—No sé si puedo recordar todo eso, Shadow... pero gracias por no dejarme.

Shadow sonrió débilmente, limpiándose las lágrimas.

—No importa si recuerdas o no, Sonic. Lo único que quiero es que estés bien.

El aire entre ellos se volvía cada vez más denso, como si las palabras ya no fueran suficientes para expresar todo lo que ambos sentían. Sonic miraba a Shadow, sus ojos brillando con una mezcla de incredulidad y gratitud.

Después de todo lo que había pasado, después de tanto dolor y angustia, ahí estaba Shadow, frente a él, con los ojos llenos de lágrimas y el corazón roto, pero decidido a no rendirse.

Sonic dio un paso más cerca, sin poder evitarlo, guiado por una fuerza interna que ni él mismo comprendía. Fue un movimiento tan natural, tan instintivo, que casi no tuvo tiempo de pensarlo. Cuando sus rostros quedaron a unos centímetros, pudo escuchar el suave suspiro de Shadow, y la vulnerabilidad en sus ojos hizo que su pecho se apretara.

—No puedo olvidar lo que hiciste por mí... —murmuró Sonic, su voz apenas un susurro, mientras sus ojos recorrían el rostro de Shadow.

Shadow, aunque aún lleno de dolor, no apartó la mirada. Sentía que el tiempo se detenía, y todo lo que había querido, todo lo que había temido perder, estaba allí, al alcance de su mano.

—No tienes que recordar todo, Sonic. Solo... quédate conmigo —respondió Shadow, su voz temblorosa, pero llena de una determinación que Sonic reconoció perfectamente.

Sin pensarlo más, Sonic cerró la distancia entre ellos, tomando el rostro de Shadow entre sus manos con delicadeza.

El beso fue suave al principio, casi como si ambos temieran que algo tan frágil pudiera romperse. Pero pronto, el contacto se hizo más firme, más urgente, como si las emociones reprimidas de años de sufrimiento finalmente encontraran una salida. Sonic sentía el calor de Shadow, el latido de su corazón, como si sus almas se entrelazaran de nuevo, después de tanto tiempo separados.

Cuando finalmente se separaron, ambos respiraban con dificultad, pero con una sensación de paz que ninguno de los dos había experimentado en mucho tiempo. Sonic miró a Shadow, sus ojos llenos de complicidad, y en sus rostros, una sonrisa se empezó a formar, como una promesa de que, a pesar de todo lo que habían pasado, siempre estarían juntos.

—Te encontré, Shadow —dijo Sonic, su voz llena de una ternura que nunca había sentido antes.

Shadow lo miró, su expresión suavizándose, y respondió con un susurro:

—Y yo nunca te dejaré ir de nuevo.

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