^^Inocente x Desconocido ^^ [ Sonadow ] T2

° Inocente °

Sonic respiró hondo, su corazón dividido entre la verdad y el dolor.

—No sé si puedo confiar en ti, Shadow. Ni en Scourge. Ya no sé en quién creer.

Shadow lo miró con tristeza. —No te pido que tomes una decisión ahora. Solo te pido que no te alejes por completo.

Sonic bajó la mirada, sus manos temblando ligeramente. Después de un largo silencio, asintió.

—Necesito tiempo, Shadow. Necesito espacio para pensar.

Shadow lo dejó ir, sabiendo que era lo único que podía hacer.

Cuando Sonic salió a la fría noche, sintió que su pecho estaba más pesado que nunca. Su corazón estaba dividido entre el amor que una vez conoció y el miedo a lo que aún no entendía. Sabía que la batalla por la verdad apenas comenzaba, y que su vida nunca volvería a ser la misma.

Sonic caminó por las calles bajo la tenue luz de las farolas. La noche era fría, pero no tanto como el vacío que sentía en su pecho. Su mente estaba atrapada en un torbellino de emociones: rabia, confusión, tristeza... y algo más que no podía descifrar.

Llegó a su casa y cerró la puerta tras de sí con un suspiro pesado. Dejó caer su chaqueta al suelo y se desplomó en la cama, incapaz de controlar el temblor en sus manos. Miró al techo, sintiendo cómo las lágrimas quemaban sus ojos antes de deslizarse por sus mejillas.

Quiso distraerse, hacer cualquier cosa para silenciar los gritos en su cabeza. Agarró su celular de la mesita de noche y comenzó a deslizarse entre las fotos, buscando algo, lo que fuera, para calmarse. Pero lo que encontró lo dejó sin aliento.

Había una carpeta olvidada, enterrada entre los archivos. La abrió, y ahí estaban: imágenes de hace 12 años. Sonic y Shadow sonriendo, abrazados, con la chaqueta negra y roja de "Los Diablos". Había risas en esas fotos, juventud, momentos felices que ahora parecían tan lejanos, tan irreales.

En una de las imágenes, Sonic estaba sentado en una motocicleta, con Shadow a su lado. Ambos parecían invencibles, como si el mundo entero fuera suyo. Pero lo que más llamó su atención fue una foto específica: él, usando una chaqueta de cuero con el emblema de "Los Diablos" en la espalda, rodeado de gente que apenas reconocía.

El aire pareció desaparecer de la habitación. Sonic dejó caer el celular sobre la cama, sus manos cubriéndose el rostro mientras un sollozo desgarrador escapaba de su garganta.

—¿Por qué…? —susurró entre lágrimas, su voz quebrada—. ¿Por qué me hicieron esto?

El dolor en su pecho era insoportable, como si un peso invisible lo estuviera aplastando. La realidad lo golpeaba con fuerza: él había sido parte de todo aquello, de un mundo que ahora no reconocía. Había confiado en Shadow, había creído en él, y sin embargo, todo estaba teñido de mentiras y secretos.

Los recuerdos vagos comenzaron a regresar: risas bajo las estrellas, la emoción de correr por las calles con Shadow a su lado, el calor de sus besos… y luego, el sonido de un disparo.

Sonic se llevó las manos al estómago, como si pudiera sentir la bala atravesándolo una vez más. Cerró los ojos con fuerza, pero eso solo intensificó las imágenes: él, sangrando en el asiento trasero de un auto; Silver conduciendo desesperado; Blaze gritando algo que no podía entender; y una figura a su lado… una figura borrosa que, a pesar de todo, le transmitía calma.

Abrió los ojos de golpe, jadeando, su respiración entrecortada. Se miró las manos temblorosas y sintió cómo el dolor lo consumía.

—Ya no sé quién soy… ni quién era… —susurró, apretando los puños contra las sábanas.

El mundo que había construido en su mente, su vida actual, todo parecía una ilusión frágil que se desmoronaba a su alrededor. Quería odiar a Shadow por no decirle todo, por ocultarle tantas cosas, pero también lo odiaba a sí mismo por no poder recordar, por no tener respuestas.

Las lágrimas seguían cayendo, empapando las sábanas mientras Sonic se acurrucaba en posición fetal. Quería desaparecer, escapar de ese dolor que parecía interminable.

Por primera vez en años, Sonic se sintió completamente solo. Su corazón, dividido entre el amor y la traición, era un campo de batalla. Y mientras la noche avanzaba, el eco de su llanto llenaba la habitación vacía, marcando el inicio de una nueva tormenta interna.

Aqui el capitulo de hoy
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