ii. "설강"

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El aire frío de la tarde noche se sentía como un peso invisible sobre los hombros de Jihye mientras salía de la universidad. El reloj marcaba poco después de las seis, pero el cielo ya estaba completamente oscuro. Era otro viernes agotador, una semana más en la que cada día había transcurrido como un ciclo interminable, con su cuerpo funcionando en automático mientras su mente vagaba en silencio.

El edificio gris tras ella parecía devorar los últimos rayos de luz de la ciudad, un espacio que le exigía horas de su tiempo pero que no le ofrecía nada a cambio. No lo odiaba, pero tampoco encontraba en él ninguna razón para quedarse..  Pensaba en eso mientras caminaba por las calles cubiertas de nieve, sus pasos dejando pequeñas marcas en el poco manto blanco que aún no terminaba de derretirse. En su interior, Jihye sentía un vacío que la universidad no podía llenar, una desconexión con todo aquello que alguna vez creyó desear al encontrarse en esa etapa.

Sin un plan claro, sus pasos comenzaron a desviarse hacia el río Han. No era la primera vez que buscaba refugio allí después de un día largo. Sin embargo, esa noche el lugar parecía distinto, como si el frío hubiera tallado una barrera entre ella y el mundo. Las pocas personas que aún transitaban las calles estaban apuradas por el frío, y los sonidos de la ciudad se sentían lejanos.

Los árboles desnudos que bordeaban el camino ofrecían una extraña sensación de vulnerabilidad, sus ramas extendiéndose hacia el cielo como manos suplicantes. La nieve crujía bajo sus botas, dejando huellas que parecían conducirla hacia un destino incierto.

La soledad del lugar le resultaba reconfortante, aunque también tenía un filo cortante que no podía ignorar. Siempre había estado acostumbrada a estar sola, a convivir con su propia compañía. No era algo que temiera, pero había momentos en que se sentía como una nota discordante en una sinfonía que los demás parecían tocar al unísono. Desde la distancia, todo parecía tan sencillo para ellos: caminar, reír, pertenecer. Pero, ¿cómo era posible que algo tan natural pudiera sentirse tan inalcanzable?

Encontró una banca solitaria junto al río y se sentó, dejando escapar un suspiro que se transformó en una nube de vapor. La vio disiparse rápidamente en el aire, recordándole su propia fragilidad. Cerró los ojos por un momento, intentando desconectarse de todo, pero el murmullo del agua rompía el silencio de forma suave, como si el río estuviera contándole sus secretos, y el viento que rozaba su rostro parecía alentarla a escuchar.

El río fluía con una calma casi hipnótica, y su superficie reflejaba las luces de los edificios cercanos, que oscilaban ligeramente con el movimiento constante del agua. Permanencia y cambio, pensó, dos conceptos aparentemente opuestos pero que el río encarnaba con naturalidad.

Allí, de pie a unos metros, estaba él: el chico con el que había chocado hacía apenas unas cuantas horas . Reconocerlo le provocó un extraño temblor en el pecho, una mezcla de curiosidad y algo más que no lograba nombrar.

El tiempo pareció detenerse mientras lo observaba. Estaba de pie, inmóvil, con las manos en los bolsillos y la mirada fija en el agua, como si también buscara respuestas en el flujo interminable del río. Había algo en su postura, en la forma en que sus hombros parecían relajados pero contenidos al mismo tiempo, que capturaba toda su atención. No sabía por qué, pero se encontró incapaz de apartar la vista.

Jihye sintió un latido en el pecho, algo que no podía describir como miedo ni emoción, pero que la dejó petrificada. Desde esa distancia, solo podía verlo de perfil, pero incluso esa visión parcial transmitía una intensidad que parecía envolverlo.

Pensó en acercarse, en decir algo, aunque no sabía qué. Pero antes de que pudiera decidirse, él ya no estaba. Confundida, miró alrededor, esperando encontrar algún rastro de su presencia, pero el lugar estaba vacío. Solo quedaba el sonido del agua y el aroma del invierno, frío y ligeramente especiado, que parecía envolverla.

ditto › christian yu.Where stories live. Discover now