^^Inocente x Desconocido ^^ [ Sonadow ] T2

• inocente °

—Son para ti.
Sonic quedó sorprendido por un momento, mirando los girasoles antes de aceptar el ramo con cuidado.

—Son preciosos. Gracias, desconocido.

La escena fue breve, pero para Shadow, ese pequeño momento le devolvió una pizca de esperanza. Aunque Sonic era diferente, tal vez había algo de lo que solía ser que aún quedaba, algo que él podía alcanzar si tenía paciencia.
Por ahora, decidió dejar pasar sus celos, aunque no podía ignorar la extraña incomodidad que sentía al ver a Epiro tan cerca de Sonic. Sabía que habría más desafíos por delante, pero estaba decidido a enfrentarlos.

La tarde en el café transcurría tranquila. Sonic limpiaba la barra cuando Shadow, después de terminar su bebida, se levantó con su habitual elegancia.

—Tengo que irme. Es hora de trabajar —dijo Shadow, su voz firme, pero con un leve tono melancólico que Sonic no pasó por alto.

—¿A dónde trabajas? —preguntó Sonic, inclinándose ligeramente hacia él.

Shadow dudó un momento antes de responder.

—En la empresa de mi madre.

Sonic notó la tristeza en su mirada, pero decidió no presionarlo. Simplemente asintió, dándole una ligera sonrisa.

—Espero que te vaya bien.

Antes de irse, Shadow hizo una pausa en la puerta y miró a Sonic una vez más.

—Oye… mañana quiero enseñarte algo.

Sonic arqueó una ceja, intrigado.

—¿De verdad? Estaré esperando.

Shadow asintió y salió del local. Sonic lo siguió con la mirada hasta que desapareció por la calle, una sensación extraña llenándole el pecho. Había algo en Shadow, algo que parecía estar relacionado con todas las piezas que aún no lograba juntar en su mente.

La tarde continuó con calma hasta que la puerta del café se abrió de golpe, dejando entrar a una eriza de ojos brillantes. Sonic alzó la mirada al escuchar un grito lleno de emoción.

—¡Sonic! ¡Eres tú!

La eriza corrió hacia él con lágrimas en los ojos. Sonic retrocedió ligeramente, sorprendido por la intensidad de la reacción.

—Oh… hola, señorita. ¿Así me llamo?

La eriza se detuvo en seco, mirándolo con incredulidad.

—¿No me reconoces? —preguntó, su voz temblando.

Sonic negó con la cabeza, sintiéndose un poco incómodo.

—Lo siento, no recuerdo mucho.

—¡Soy Emma! —dijo ella, casi con desesperación—. Tu excompañera, tu amiga. Sonic, estuve contigo todo este tiempo… ¿Cuándo despertaste?

Sonic la observó, tratando de procesar lo que decía.

—Parece que me conoces bien. Lo siento si no lo recuerdo, pero… bueno, solo sé que alguien me ha estado apoyando desde que desperté.